La semana de los relojes maravillosos del grupo LVMH marca el nuevo ritmo del tiempo

Hay cambios. Muchos. Imponentes. La industria relojera está buscando y encontrando nuevos caminos. No son solo los nuevos materiales. Son también las nuevas ideas, los nuevos colores, los nuevos diseños y las nuevas complicaciones lo que permiten piezas inesperadas, disruptivas como las presentadas en la sexta LVMH Watch Week con sorpresas. Impactos como la Serpenti Seduttori de Bvlgari, la Big Bang Meca-10 de Hublot o el Unico Green Saxem, el Cronógrafo esqueleto Defy Skyline de Zenith, la colección Louis Vuitton Tambour Taiko Spin Time y el nuevo Tambour Convergence, el cronógrafo Fórmula 1 de TAG Heuer o la vuelta por la puerta grande de Tiffany & Co. Jean Schlumberger. Y a todo ello hay que sumarle el lanzamiento del delicadísimo Extra Plat Souscription de Daniel Roth, el Gentissima Oursin Fire Opal de Gérald Genta o la loca colección T35 de L’Epée 1839.

Frédéric Arnault, CEO de LVMH Watches Division, ha desvelado así una nueva era en la que ha designado a Julien Tornare, el Enfant Terrible de la relojería donde durante 27 años ha revolucionado el espíritu de firmas centenarias, nuevo CEO de la jovencísima Hublot. Su misión es recuperar ese espíritu disruptivo y único con que la firma relojera fundada por Carlo Crocco en 1980 impresionó al mundo en su relanzamiento en 2005 al dar un vuelco inesperado a los códigos supuestamente válidos y aportar innovación y creatividad en el producto pero también en el marketing, en el modo de activar la marca y en la conexión con los clientes. 

Tornare, al frente del que considera “uno de los mayores éxitos del sector” recupera esa intención para llevar Hublot a un siguiente nivel y lo hace presentando el Big Bang Meca-10 de Hublot que augura un éxito intergeneracional sin precedentes y el insólito Unico Green Saxem, que se llama así, Saxem en honor al nuevo material con que deslumbra la firma, estrechamente unido al zafiro, es igual de resistente, pero es todavía más luminoso. El secreto es que el zafiro está hecho de óxido de aluminio, al que se añaden óxidos metálicos para darle color, mientras que el saxem consigue tonos novísimos porque se colorea con elementos de tierras raras.

En Tag Heuer también pasan cosas extraordinarias. Y también ha habido cambios. Ahora es Antoine Pin el nuevo capitán de Tag Heuer y llega en uno de sus momentos más mágicos, justo en la vuelta del la firma al mundo con el que tiene mayor conexión. El de la F1. Cuatro cronógrafos Tag Heuer Formula 1 Chronograph y un especialísimo (y limitado) Tag Heuer Formula 1 Chronograph x Oracle Red Bull Racing conforman el inesperado y sorprendente homenaje que la firma relojera de lujo lanza a la competición automovilística. Y para celebrar otra conexión imponente, Presenta también el Tag Heuer Carrera Chronograph x Porsche 963. Es una edición limitada de 963 unidades inspirada en el extraordinario Porsche 963 que rinde homenaje al fascinante mundo de las carreras de resistencia, a su historia y a sus grandes proezas. Patrick Dempsey, el embajador de TAG Heuer conocido por su pasión por el automovilismo y por su participación en las 24 Horas de Le Mans, encarna la magia de esta colaboración.

La revolución, claro, también ha llegado a Zenith donde Benoit de Clerck coge el mando de esta Bella durmiente que despertó precisamente Julien Tornare para, con su toque personal y sus ideas propias, hacerla avanzar. Que siga entusiasmando entre un público cada vez más intergeneracional. Para ello se va a enforcar en los iconos de Zenith como son las líneas Chronomaster y Defy, además de celebrar su historia auténtica, que todavía tiene muchos tesoros que descubrir y su movimiento más celebrado, El Primero, que, como los entendidos saben, ha marcado un antes y un después en la historia global de la alta relojería.

En Louis Vuitton la perla de la corona es el Tambour Taiko Spin Time. Esa complicación exclusiva de Louis Vuitton, el Spin Time es sinónimo de la Maison. Lo tridimensional, La exhibición dinámica ha sido parte de la Haute Colección de relojería desde 2009, cuando esta delicada visualización de la hora se convirtió en el primer movimiento desarrollado por La Fabrique du Temps para Louis Vuitton. 

Michel Navas y Enrico Barbasini, fundadores de esta manufactura extraordinaria se inspiraron en los carteles con solapas de información de los aeropuertos y estaciones de tren. Una maravilla. Una forma poética de entender y leer el tiempo que también da un golpe de efecto con Louis Vuitton Tambour Convergence. No es un horas saltantes. Es, explica Michel Navas, un horas filosóficas que encarna la última evolución de la Maison. Fusiona perfectamente el movimiento y la caja en un diálogo armonioso. Logra localizar lo extraordinario en lo cotidiano.

En el año de la serpiente el Serpenti de Bvlgari también se transforma. Ahora con el Lady Solotempo BVS100, un movimiento automático totalmente nuevo latiendo con una perfección contrastada tras varios años de desarrollo. Diseñado y ensamblado íntegramente en la manufactura de Bvlgari, este movimiento refleja décadas de experiencia, al tiempo que complementa creaciones mecánicas como el Piccolissimo y el ultracompacto BVL150 Tourbillon que hace su debut en las colecciones Serpenti Seduttori y Serpenti Tubogas.

En esta semana de relojes maravillosos con que la Maison ha dejado clara su vocación por el savoir faire puesto al día, ha sorprendido igual que el Jean Schlumberger by Tiffany Twenty Four Stone, la pieza con que Tiffany & Co. continúa explorando su larga tradición en la industria relojera que data ni más ni menos que de 1847. Como nueva expresión de la icónica colección Sixteen Stone de la Casa, la esfera presenta un anillo giratorio decorado con un detalle en forma de punto de cruz en oro amarillo de 18 quilates. De producción limitada, el reloj se presenta en una caja de oro blanco de 18 quilates y engastado con un total de 707 diamantes de más de 6,5 quilates en total.