Fenton Bailey: “No hubo nadie que se negara a ser fotografiado por mi padre”

Arte y historia 

El hijo de David Bailey repasa la trayectoria del gran fotógrafo con motivo de la exposición 'David Bailey' s Changing Fashion’ que ha inaugurado la Fundación Marta Ortega Pérez en A Coruña

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Fenton Baile atiende a los medios durante la presentación de la exposición de David Bailey en la Fundación de Marta Ortega

Moncho Fuentes / EFE

David Bailey, uno de los grandes fotógrafos de la segunda mitad del siglo pasado, tenía una habilidad especial para conectar con la gente pese a que no siempre era un dechado de diplomacia. Reunió casi tantos adjetivos como diversa fue su obra. Decían que era descarado, arrogante, pícaro, atractivo… pero era capaz de arrancarle una sonrisa a la reina Isabel II preguntándole si sus joyas eran auténticas. 

“Pasaba poco tiempo haciendo fotos, dedicaba más tiempo a hablar contigo para saber cómo eres y poder plasmarlo”, contaba Tim Marlow, curador de la exposición David Bailey's Changing Fashion que la Fundación Marta Ortega Pérez (Fundación MOP) ha inaugurado recientemente en A Coruña y que permanecerá abierta hasta el próximo 14 de septiembre.

Espacio de la fundación MOP

David Bailey’s Changing Fashion, la primera gran retrospectiva de este prestigioso fotógrafo británico en España

Cortesía de la Fundación MOP

La exposición más completa sobre el gran fotógrafo británico organizada hasta ahora en España, en el Muelle de Batería de A Coruña permite descubrir a un Bailey que fotografío a la gente de su barrio, el barrio de clase obrera del East End de Londres en el que creció, o al propio Bailey en una foto de su servicio militar con un cartel en la pared del fondo de su admirado Picasso, el artista al que no se atrevió a retratar para evitar sentirse decepcionado.

David Bailey' s Changing Fashion es también una carta abierta a esas imágenes que el fotógrafo capturó en una época de cambios trascendentes. Con su cámara plasmó la revolución de la música, la moda, el estilo y el arte de los años sesenta, e intentó trascender la división de clases sociales con técnicas de encuadre novedosas y la eliminación de fondos. “Bailey supuso un transformación radical en la fotografía de moda al sacarla del estudio y llevarla a la calle como lo hizo en 1962 en Nueva York cuando fotografío a Jean Shrimpton”, sostiene Marlow para el Magazine.

Fotografías pertenecientes a la exposición 'David Bailey`s Changing Fashion'

Fotografías pertenecientes a la exposición 'David Bailey`s Changing Fashion'

Cortesía de la Fundación MOP

Otro de los cambios que Bailey implementó en las fotos se aprecia en una toma de 1960 de Paulene Stone, en la que situó a la modelo que debía promocionar ropa de punto arrodillada entre hojas otoñales mientras parece charlar con una ardilla. 

“Y quizás la foto más radical es esta fotografía de Balenciaga para Vogue en 1967, pues no le gustaban las modelos -aunque tres de sus cuatro esposas se dedicaron al modelaje- y por eso la pone de espaldas y deja el vestido con una arruga como muestra de lo real”, resume el actual director del Museo del Diseño de Londres. Bailey estaba más interesado en las personas que en la moda en sí misma.

Más sobre la exposición 'David Bailey's Changing Fashion'

David Bailey's  dio forma al lenguaje visual de los sesenta y setenta,

Cortesía de la Fundación MOP

La exposición presta especial atención al box of pin-ups del fotógrafo. El portfolio de 1965 que se presenta en A Coruña incluye a 36 miembros de la escena londinense, desde el cantante Mick Jagger al bailarín Rudolf Nuréyev, pasando por Shrimpton, los actores Michael Caine y Cecil Beaton y, no sin controversia en la época, a los conocidos gánsteres Ronnie y Reggie Kray.

David Bailey, con una salud deteriorada a sus 87 años, no pudo acudir a la presentación en A Coruña, pero estuvo representado por su hijo, Fenton Bailey, que ha sido uno de los organizadores de la muestra, accedió a las preguntas del Magazine, aunque no quiso ser fotografiado y estuvo acompañado de Tim Marlow, que de manera espontánea irrumpió en la entrevista y fue contestando alguna de las cuestiones. 

Vista de la exposición David Bailey's Changing Fashion

Vista de la exposición David Bailey's Changing Fashion

Cortesía de la Fundación MOP

¿Se han dedicado muchos adjetivos a tu padre, desde grosero o irreverente a encantador. ¿Cómo lo describirías?

Es majo, amable, generoso, comprensivo pero también es verdad que puede ser grosero y todo lo que le quieras decir, pero somos buenos amigos además de ser mi padre, llevo trabajando mucho tiempo con él y tengo recuerdos buenísimos, diría que es un buen tipo.

¿Cómo crees que le gustaría que recuerden a su obra?

La verdad es que no está nada preocupado por el legado que va a dejar. Lo que de verdad quiere es vivir el día a día, disfrutar de todo lo que hace, así que el resto os lo deja para vosotros. Es vuestro trabajo decidir cómo va a ser recordado.

Llegó donde llegó por una cuestión de talento, y acabó siendo tan famoso como la gente a la que fotografiaba”

Fenton Bailey

Has organizado ya once exposiciones sobre el trabajo de tu padre, ¿Qué tiene de diferente esta? ¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de montarla?

El espacio en A Coruña es inmenso. En todas las otras me lo había pasado muy bien, pero en esta el reto era cómo íbamos a llenar todo este espacio tan grande. Así que tuvimos que hacer una buena selección para elegir las mejores imágenes de entre las tres mil que teníamos. Elegimos las mejores o las que pensábamos que comunicaban más. Lo que costó más fue transmitir esa sensación de profundidad y por eso descartamos mostrar todo su trabajo histórico y decidimos centrarnos en sólo dos décadas, y profundizar en ese periodo.

¿Participa David Bailey en la preparación de la muestra? ¿Interviene en el proceso?

Sí, sí, le gusta intervenir prácticamente en cualquier cosa. La primera selección la hicimos el equipo y luego ya entró él para decidir cuáles elegíamos de esa selección. Y, por ejemplo, la foto de portada la decidió él solo. Lo vio claro. Fue ver esa imagen y enseguida dijo, “esta tiene que ser la portada del catálogo” -la publicidad de Sue Purdy-.

Vista de la exposición 'David Bailey's Changing Fashion'

La publicidad de Sue Purdy es la imagen de portada del catálogo

Cortesía de la Fundación MOP

¿Por qué ha elegido esa portada?

Pues porque pensó que era la adecuada, sin más. La eligió nada más verla. Y no dio ninguna explicación.

(Tim Marlow interviene): Pero confieso que a mi me gusta interpretarlo todo, así que te voy a dar mi opinión. Es estupenda porque resume el proceso de fotografía de la moda que hacía David. Explica cómo podía idear una composición controlada, sacándola del caos. Es una portada magnífica.

No es solo una fotografía, es la esencia de Bailey entonces

Exacto. Y lo bueno es que él no está dentro de la fotografía. En esta ocasión no está, pero su espíritu sí. Yo me lo imagino allí en medio, de hecho.

Fotografías realizadas por David Bailey

La  exposición se centra principalmente en las décadas de 1960 y 1970, períodos clave de la carrera de Bailey 

Cortesía de la Fundación MOP

No había nadie que se resistiera a ser fotografiado por David Bailey. Ningún famoso le negó su retrato. ¿Le ha contado alguna vez cuál era su secreto para tener esa relación con los famosos?

Pues no exactamente. Mi padre no solo estaba en el sitio correcto en el momento adecuado, sino que estaba en los movimientos de vanguardia, tenía buena relación con Mick Jagger, pero siempre estaba en la movida, en el centro de todo, y luego, cuando iba a trabajar, cogía a la gente de la mano, la sentaba, hablaba con ellos antes de disparar, era muy consciente y coherente. Y así consiguió hacer fotos a los mejores. Llegó donde llegó por una cuestión de talento, y acabó siendo tan famoso como la gente a la que fotografiaba, y eso se convirtió en un círculo virtuoso, y así lograba acceder a la gente. No hubo nadie al que quisiese fotografiar que se negara a ello. Siempre tenía acceso a todo el mundo porque hacía unas fotos buenísimas.

¿Y le quedó alguna foto pendiente por hacer?

Sí, la de Pablo Picasso. De hecho iba detrás de él para fotografiarlo pero se dio cuenta de que era uno de sus héroes y decidió que sería mejor no fotografiarlo porque no quería desmitificarlo. Pero la fotografía que le interesaba más era la siguiente, la que no había hecho, no la que dejaba de hacer.

Es un buen amigo, además de un padre y un jefe”

Tu padre fue muy famoso. ¿Fue difícil ser hijo de David Bailey?

Pues es el único padre que conozco; es que el tengo. Pero es muy divertido ser su hijo y trabajar con él. Es un buen amigo, además de un padre y un jefe.

¿Qué lección has aprendido de él, en lo personal y lo laboral?

Disfrutar, disfrutarlo todo. Eso es lo más importante

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