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Silvia Alonso: “Antes sufría mucho en los rodajes y ahora quiero divertirme”

Entrevista

La actriz protagoniza la comedia 'Sin instrucciones' y habla sobre su carrera y dice que quiere interpretar “a una bruja malvadísima de las montañas”

Silvia Alonso luce un vestido de gasa de Álvaro Calafal y sandalias de charol Giuseppe Zanotti. Collar Etincelle en oro blanco y diamantes; anillo Clash en oro blanco de Cartier

Juan Carlos Mauri

Silvia Alonso (Salamanca, 1989) comenzó por arriba, como una de las protagonistas de la serie Tierra de lobos, y luego, reconoce, tuvo que conocer el mundo real del cine y las series. Ahora la actriz de series como Fuerza de paz y películas como Hasta que la boda nos separe y la Veneciafrenia de Álex de la Iglesia protagoniza junto a Paco León la comedia Sin instrucciones, en la que da vida a una mujer que aparece en una playa canaria para dejar su bebé en manos del que dice que es su padre, un mujeriego encarnado por Paco León. Desaparecerá para reaparecer años después. La pareja del televisivo David Broncano habla de su carrera y de cómo vive el mundo del cine y las series.

¿Cómo empieza toda esta historia? ¿Quería estudiar otra cosa pero acaba en el cine sin vocación, con vocación?

Con una vocación confusa, porque yo no creía que yo me pudiese dedicar a esto. Y entonces, sí, tenía otras opciones más realistas. Pero a la vez intenté probar y me salió bien. Me obligaron a estudiar periodismo, tenía que estudiar otra cosa, algo serio. Pero no tenía vocación de periodista para nada. Luego, me he matriculado después en Historia, pero es imposible. O estás muy centrada o es difícil. Pero bueno, igual algún día...

Tierra de lobos fue una experiencia muy bonita, de la que me llevé muchos amigos”

¿Llega a Madrid y todo sucede un poco por casualidad?

Vine a estudiar. Tenía en ese momento una pareja que también quería ser actor, pero vine sola a estudiar periodismo e interpretación. Y en realidad, a los dos años me di cuenta que quería dedicarme a esto y me presenté a la Resad (la Real Escuela Superior de Arte Dramático) y entré. Y no terminé porque me salió trabajo. Ha sido un poco... Iba a decir suerte, hay un gran componente de suerte en esta profesión. He tenido temporadas de poco trabajo, pero en general, la verdad, me siento bastante afortunada. Me dedico a esto. Me veo tranquila, así que... Sí, supongo que sí que diría que huboo también una... Un poco de casualidad.

¿'Tierra de lobos' fue un milagro, algo muy extraño para comenzar en la profesión?

A lo mejor ahora es más común, pero creo que en ese momento no era tan común que te dieran un personaje protagonista cuando no habías hecho nada antes o muy poco. Fue un gran golpe de suerte. Imagino que yo tendría algo también que dijeron “esta es la persona”, pero creo que no es lo habitual. Lo habitual es empezar haciendo cosas más pequeñas, que es lo que me tocó hacer después y fue rarísimo, porque venía de un proyecto en el que todo el mundo estaba muy implicado. Y mi vida fue ese proyecto durante casi tres años. Entonces de repente me hice mayor, salí al mundo, otros compañeros, otras maneras de trabajar, ambientes más hostiles, otros no. Todo eso que no había aprendido antes lo tuve que aprender después. Pero Tierra de lobos fue una experiencia muy bonita, de la que me llevé muchos amigos. Aunque ahora pienso: “Dios mío, lo haría todo completamente distinto”. Y menos mal.

Silvia Alonso con vestido palabra de honor de Álvaro Calafat y sandalias de charol de Giuseppe Zanotti. Collar y pulsera Panthère en oro amarillo con ónix, laca negra y granates tsavoritas y anillo Panthère en oro amarillo

Juan Carlos Mauri

¿Por qué?

Me refiero a nivel interpretativo. Pienso en esa época y me da ternura. Y me pone contenta pensar que tengo parte de esa persona, pero que soy una persona muy distinta hoy.

¿Siente que ha evolucionado mucho?

Sí. Fundamentalmente, antes sufría mucho y ahora ya no tanto.

¿Por qué sufría?

Porque es un trabajo en el que estás muy expuesto. Estás todo el rato expuesto al juicio de los demás. Ya no hablo de la gente, del público, sino de la gente que te contrata, de la que decide por ti. Luego nada te asegura que te vayan a seguir llamando. Y además, aunque ya me lo voy quitando, soy muy controladora y muy perfeccionista, que es una cosa que he tenido que trabajar. Y sufría mucho cuando no podía hacer lo que quería y eso me llevó a tener muchísima ansiedad trabajando. Tuve que repriorizar en mi vida. Y de repente, cuando le quité un poco de peso y un poco de importancia y me dije, es un trabajo, no es tu vida, tu vida es otras muchas cosas además de esto, empecé a disfrutar más. Y creo que soy mejor actriz y trabajo de una manera más relajada. Puede haber un día que no te han salido bien las cosas por ti o por otras 500 circunstancias que pasan todo el rato en un rodaje que nadie cuenta, pero que imposibilitan tu trabajo constantemente. Y al menos ya no me voy a casa y me quedo diciendo “¡ay Dios mío!”. No, digo, “bueno, pues la próxima”. Lo he hecho lo mejor que podía, la próxima lo haré mejor. Y ya está.

Necesito divertirme. Igual la película no la ve nadie y tú la has sufrido. Que al menos te divierta”

¿Hay algún papel en estos años que le resulte especialmente significativo?

El que hice en Fuerza de paz, la primera vez que protagonizaba una serie como con tanto peso. Me di cuenta de que todo lo que acabo de contar había llegado a buen puerto porque tenía mucho trabajo, tenía mucho peso y estaba tranquila y me lo estaba pasando bien y estaba disfrutando y todo era fácil y fue un proyecto bonito con un equipo maravilloso. Para mí fue un salto. Hice un poco de clic sobre qué tipo de actriz era. 

Luego, Veneciafrenia fue un rodaje muy duro por muchas razones. Y aunque digo que no sufro, hay veces que hay que sufrir. Y recuerdo que salí diciendo: “Bueno, pues si lo he hecho, ya está, ya puedo hacerlo todo”. A veces rodar es duro, es mucho tiempo y todo el rato gente nueva con la que tienes que entenderte y trabajar mano a mano. Y es muy intenso, muchas veces no tienes más vida que esa en el tiempo del rodaje, entonces hay una parte que es duro, pero para mí lo prioritario es divertirme. Necesito divertirme. Luego igual la película no la ve nadie y tú la has sufrido. Que al menos te diviertas.

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Hace años lamentaba que la mujer todavía seguía siendo en los guiones el objeto pasivo que daba paso a la acción del hombre. ¿Siente que eso está cambiando radicalmente?

No tan radicalmente, pero está cambiando. He tenido personajes en los últimos años que ya no están sexualizados o que no están como objeto de deseo, se cuenta la feminidad desde otro punto de vista. Sigue habiendo muchos personajes que te dicen que es una mujer empoderada y luego solo es una mujer empoderada porque en un momento dado a lo mejor dice “no me hables así”. Pero el resto de la trama es un punto de vista masculino y a ella no le pasa nada más allá que acompañar. Eso sigue pasando. También se hacen cosas muy distintas. Creo que van a seguir pasando las dos cosas. Pero me da alegría que vayan surgiendo personajes que cuenten otras edades, otros problemas, y no verlo todo desde un punto de vista masculino. Está cambiando poco a poco.

Ahora protagoniza 'Sin instrucciones'. ¿Qué significa para usted esta historia? ¿Piensa en el mundo de la maternidad?

Mi personaje es una mujer que tiene una hija de la cual no se puede encargar y la abandona. La deja con su padre, que no sabe de su existencia, y desaparece hasta ocho años después. La película es comedia, pero todo lo que le pasa a este personaje es un dramón. Para mí lo complicado era cómo meter todo eso en la comedia. No ha sido fácil porque la señora está fatal. ¿Qué hago con esto? He intentado entender lo que le pasaba y contarlo con honestidad. Y el montaje ayuda mucho a darle ese ritmo de comedia. No se cuenta muchísimo del personaje, no se profundiza mucho de por qué hace o no hace, pero se da a entender y a mí me interesaba que todo eso se viese y se leyese por debajo. En cuanto a la maternidad, me interesa como algo más de la vida, me interesa como actriz. Es algo muy potente. No soy madre pero creo que puedo más o menos entender cosas como para hacer esta película. Todos somos hijos.

Silvia lleva un vestido de Isabel Sanchis, zapatos de Aquazzura y abrigo Sportmax. Las joyas son de Cartier

Juan Carlos Mauri

En una época decía que Madrid se lo tenía que dosificar un poco y vivía en Mallorca. ¿Eso ya ha cambiado?

Sí, ahora vivo en Madrid, pero también es verdad que casi todos los rodajes son fuera. Entonces, sí, ahora tengo muchas ganas de estar en mi casa. Este año he rodado en Bilbao, en República Dominicana, en Málaga, acabo de volver de Navarra. Hay una parte que está bien, conoces sitios bastante increíbles. Es algo a lo que tenemos que acostumbrarnos porque ya pasa menos que todo ocurra en Madrid. Tenemos muchas cosas que enseñar en este país. Pero me gusta mucho estar en casa también. Y ahora mismo estoy tranquila en Madrid, depende mucho del momento vital.

¿Qué le da el mundo de la actuación, siempre tan frágil?

Como es lo que he hecho casi toda mi vida, me cuesta imaginarme haciendo otras cosas, que es algo que me gustaría hacer también. No me gustaría reducirme solo a esto. El cine da cosas muy bonitas y también cosas que a veces dices, “fufff, me voy a ir un ratito a hacer otra cosa”. Para mí es mi trabajo y es natural y me gusta el ambiente del rodaje cuando hay un buen ambiente y te lo pasas bien. Es cero monótono, muy estimulante, todo el rato cambia todo. Te pones a prueba porque siempre te va a llegar algo que te sea ajeno o vas a tener que trabajar con gente que te impone y es un reto también. 

Vestido de Carolina Herrera, collar, pulsera y anillo Grain de Café en oro y diamantes de Cartier

Juan Carlos Mauri

Por otro lado, hay cosas malas. La exposición y que toman decisiones por ti, siempre depende del proyecto y de dónde estés. He tenido proyectos en los que he sentido que no tenía mucha voz y otros en los que te sientes escuchada y valorada. Y esos van supliendo los que no son tan buenos. Y sobre todo, es que es un trabajo. Que me gusta hacer, que estoy agradecida y que me permite vivir y pagar mi casa y mis cosas. Me gusta muchísimo también vivir, irme a comer fuera, irme de viaje. A lo mejor si no me pagaran no lo haría tanto.

¿El ‘fufff’ iba por la falta de voz o se refería a otras cosas?

En el audiovisual en general, siempre hay mucha gente tomando decisiones y opinando. Y hay veces que tú tienes un lugar en eso, que es lo bonito, porque también tienes cosas que aportar, tu profesión va de eso también. Y a veces no puedes. Hace unos años si no me dejaban mi espacio para hacer algo sufría muchísimo y me cabreaba. Y ahora digo: “Pues si queréis esto, así se hará”. La suerte de nuestro trabajo es que en algún momento se acaba. En otros, si estás trabajando en una oficina y te llevas mal con alguien a lo mejor tienes que estar 10 años al lado. Eso sí, cuando el proyecto es increíble, pues te da mucha pena, pero intento ser poco nostálgica, agarrarme poco. 

No soy madre pero creo que puedo más o menos entender cosas como para hacer esta película ('Sin instrucciones')”

¿Sabe qué pasa? Muchas veces cuando un proyecto no está bien, la parte visible son los actores y a veces, y me incluyo, porque a veces he juzgado una película, una serie, así, ¿este qué hace? Pero hay una dirección ahí también. Muchas veces nuestro trabajo no es solamente nuestro, muchos factores influyen.

Si dependiera de usted, ¿hacia dónde querría ir como actriz?

Me gustaría mucho hacer ficción, género, terror, fantasía, me encantaría. O musical en cine, nunca he hecho. Y me gustaría hacer más cine de autor. Pero eso también me lo he quitado un poco, la expectativa todo el rato de “quiero que pase esto”. Porque muchas veces no pasa. Valoro lo que va viniendo e intento disfrutarlo, porque todo da muchas vueltas, y puedes tener muy clara cuál es la carrera que quieres tener y no pasa y genera frustración. Y encima no disfrutas ni lo que te viene. Me siento muy afortunada porque vivo de esto y trabajo bastante y tengo personajes muy distintos. Y lo vivo con calma. Pero si me pregunta… pues me gustaría ser una bruja malvadísima de las montañas. Quiero cosas divertidas.

Preguntas navideñas a Silvia Alonso

Créditos. Fotógrafo: Juan Carlos Mauri. Estilismo: Tamara Vekic. Maquillaje/Pelo: Noemi Nohales. Asistente de fotógrafo: Marco Outeda. Asistente de estilismo: Noca Novo. Agradecimiento: Hotel Casa de las Artes Madrid. Producción: Emma Monreal.