Suenan campanas de boda para Cayetano Martínez de Irujo. El hijo de la noble Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII duquesa de Alba, volverá a pasar por el altar en este 2025. Un segundo enlace que llega casi dos décadas después de su divorcio de la mexicana Genoveva Casanova, de quien se separó en el año 2007, y también con quien se convirtió en padre de Luis y Amina, sus dos únicos hijos. Esta vez, el 'sí, quiero', lo entonará al unísono con Bárbara Mirjan, la joven de 29 años con la que comparte su vida.
Junto a ella lleva ya diez años de noviazgo, que formalizarán sobre el papel el próximo 4 de octubre de 2025. Así trascendió a la prensa hace escasas semanas, cuando la revista ¡Hola! se hacía eco de su inminente enlace. Un casamiento sobre el que, según fuentes próximas a la pareja, ambos se sienten “muy felices”. Y no es para menos, pues una decisión de semejante peso siempre es motivo de dicha. Pero, ¿qué se sabe por ahora sobre los preparativos de cara al gran día?
Una finca emblemática
Cayetano y Bárbara ya han elegido el lugar para su 'sí, quiero'
Con tantos meses por delante, es evidente que quedan todavía mil y un detalles por ultimar. Sea como fuere, sí que se han hecho saber algunas cuestiones. Véase que la ceremonia, que será religiosa, estará oficiada por Ignacio Sánchez-Dalp, quien en el pasado fuera confesor de la madre del novio. Eso o que Cayetano y Bárbara ya han elegido el enclave para que todo tenga lugar. Y no es poca cosa.
Cabe destacar que, en primera instancia, se puso sobre la mesa la opción de que uno de los señoriales palacios de la Casa de Alba. Sea como fuere, parece que finamente han optado los enamorados por dar el pistoletazo de salida a su matrimonio en un entorno más bien natural. De ahí la determinación de elegir Las Arroyuelas, una de las fincas de la familia que el conde de Salvatierra heredó tras el fallecimiento de la duquesa.

Vista panorámica de Las Arroyuelas.
Se encuentra en el término municipal de Carmona, en Sevilla, y tal y como la definió el propio Cayetano en el pasado en declaraciones para el diario ABC, “era el buque insignia de todo el patrimonio agrícola de la familia”. Una de las más importantes que la estirpe ha poseído nunca, dada su capacidad de explotación agrícola. A fin de cuentas, más de 1.400 hectáreas dan para mucho. Desde plantaciones de trigo, colza o girasol, hasta para albergar el cortijo de La Motilla, un hotel rural de lujo que siglos pasados fue casa de postas, y previsiblemente acogerá esta boda de la alta sociedad.

El exterior del cortijo de La Motilla.
Tras la reconciliación
El papel clave de su hermana Eugenia Martínez de Irujo
Boda a la que, por descontado, se asume la asistencia de Eugenia Martínez de Irujo. Y de qué manera, pues también es de dominio público que la menor de los hijos de Cayetana ejercerá como madrina. Algo impensable un tiempo atrás, pues no es ningún secreto que Cayetano y su hermana no han tenido la mejor de las sintonías en los últimos años.

Los hermanos Martínez de Irujo pasaron juntos la última Nochevieja.
No obstante, parece que las rencillas y los desencuentros son cosa del pasado, pues la reconciliación pública llegó con el final del 2024. Constancia de ello quedó en una imagen difundida en redes sociales, en la que posaban juntos celebrando la Nochevieja. Un antes y después en su relación, por fin en buenos términos, que ahora cobra todavía más sentido al conocer el papel clave de Eugenia en el inicio de esta nueva etapa personal que el duque está a punto de comenzar.