Marc Márquez, 32 años: “Sigo una dieta sana, pero no hago nada especial; es importante comer hidratos de carbono, carne y fruta”

Disciplina y gasolina

Hace ocho años, en plena cima de su carrera, el ocho veces campeón del mundo habló de su rutina física, sus hábitos de alimentación y su manera de mantenerse en calma sobre la moto

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Marc Márquez, en el día de medios organizado por Estrella Galicia 0,0 el pasado abril en Madrid.

ZIPI / EFE

En el mundo del motociclismo, donde el ruido del motor muchas veces ensordece lo humano, Marc Márquez irrumpió en  como un vendaval precoz que ha dejado huella en cada curva desde que se coronó campeón del mundo con solo 20 años. Con ocho títulos mundiales a sus espaldas, el catalán no solo ha sido sinónimo de velocidad, sino también de constancia, disciplina y resistencia. Pero, ¿qué hay detrás de un piloto que, como él, logra dominar el asfalto con tanto temple?

En marzo de 2017, cuando ya acumulaba tres coronas en la categoría reina y estaba en plena hegemonía con Honda, el portal oficial de MotoGP recogió sus declaraciones en una breve –pero reveladora– entrevista. Lejos de fórmulas secretas o rutinas extrañas, el entonces vigente campeón desnudó su día a día con la sencillez de quien sabe que el trabajo, más que el artificio, es la base de todo éxito. “Tengo un entrenador personal para trabajar el aspecto físico y seguir una dieta sana, pero aparte de esto no hago nada especial”, declaró por entonces. Una de tantas frases de este testimonio que, ocho años después, conserva vigencia por lo que revela. Con la consigna por delante de que no hay milagros. Solo método.

“Es importante mantener la calma”

Respirar sobre una moto a 300 km/h también requiere técnica

Sin ir más lejos, la respiración —ese acto automático para la mayoría— se convierte en una herramienta consciente para quien compite al límite. Y Márquez demostraba tenerlo claro. “Si estás en forma, siempre es más fácil controlar la respiración. Aparte de esto, lo más importante es mantener la calma”, se explicó. Sus palabras no eran pose de piloto zen, sino una técnica con sentido práctico. “A veces, cuando estoy nervioso, respiro profundamente tres o cuatro veces y eso me ayuda a recuperar la calma”, expuso, como si la serenidad fuese un componente más del engranaje del motor.

Winner Ducati Lenovoi Team's Spanish MotoGP rider Marc Marquez celebrates on the podium with the trophy after the Italian Moto GP Grand Prix at Mugello circuit, in Mugello, near Florence, on June 22, 2025. (Photo by Tiziana FABI / AFP)

Marc celebrando en el podio con el trofeo tras ganar el Gran Premio de Italia de MotoGP en el circuito de Mugello, el pasado 22 de junio de 2025.

TIZIANA FABI / AFP

No es menor lo que reveló sobre su manera de enfrentarse a la pista: “Yo también respiro durante la curva, para mí es necesario seguir respirando porque me ayuda a seguir calmado y concentrado”. Mientras algunos compañeros parecieran contener el aliento entre frenadas, el de Cervera admitía preferir no dejar de oxigenarse ni siquiera en pleno giro, aunque con una excepción. “En mi caso solo dejo de respirar cuando tengo un susto”, manifestaba, aportando una pizca de humanidad a su perfil de campeón.

“La hidratación es vital”

El desgaste que no se ve desde las gradas y una dieta sin fórmulas mágicas

Por sorprendente que resulte para los menos aficionados, es importante señalar que la MotoGP es algo más que velocidad. También hay sudor, pérdida de peso, tensión muscular y hasta golpes de calor de esos que el público rara vez percibe. “La hidratación es vital, especialmente antes de la carrera porque una vez empieza es muy difícil beber de la camelback”, señaló Márquez en la citada entrevista. Eso y que su nivel de autoexigencia llegaba al punto de minimizar incluso el recurso al agua: “Yo casi no bebo. Pienso que sería posible acabar una carrera sin beber nada”.

Todo hermanado con unos cálculos casi quirúrgicos. “No sé cuánto peso pierdes en una carrera calurosa, pero está entre 1 kilo y un kilo y medio”, aunque esa pérdida la recuperaba rápido tras la bandera a cuadros. El caso es que esa resistencia también se entrena, y Márquez ya había convertido en ese 2017 a su cuerpo en una máquina que, más allá del músculo, era capaz de soportar privaciones momentáneas en pro de rendir al máximo. Por otro lado, es destacable que la visión de Marc sobre su menú era igual de pragmática. Nada de tendencias, suplementos milagrosos o experimentos nutricionales. “Respecto a la dieta, es importante comer hidratos de carbono, carne y fruta”, enumeró sin rodeos. La misma fórmula que podría seguir cualquier deportista de fondo, y sin embargo. Con rigor.

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