A pesar de que el 2025 está marcado en la vida de Isabel Jiménez por su separación de Álex Cruz, el ingeniero con el que llevaba casada desde hace 16 años y tiene dos hijos en común, la presentadora de Informativos Telecinco –que ahora también triunfa en Cuatro con el espacio de entrevistas Mis raíces– ha sabido encontrar la manera de disfrutar de las vacaciones. Esta vez, el destino no ha sido una isla lejana ni un hotel escondido, sino un rincón íntimo de esa tierra natal suya de la que tanto disfruta. Se trata de Pozo de los Frailes, una pedanía de Níjar –con apenas 429 habitantes, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística– que guarda en sus calles empedradas y casas blancas una paz que pocos destinos pueden ofrecer.
Ubicado en pleno corazón del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, este pueblo de estilo arabesco ha sido el lugar escogido por la periodista para reencontrarse consigo misma, con sus raíces y con sus amigas de siempre. Lejos del ruido mediático y de las luces del plató, aquí encuentra lo esencial: café compartido, baños en el mar y tardes infinitas de conversación al sol. Según apunta el portal especializado degata.com, el lugar conserva una antigua noria del siglo XVI restaurada, que al estar situada junto a la carretera que lleva a San José, “se ha convertido en uno de los monumentos más visitados de Cabo de Gata”.

La noria de Pozo de los Frailes
En medio de la nada
El rincón de su tierra que ha elegido para reconectar con lo importante
No es la primera vez que Isabel escoge este lugar como refugio. El Cabo de Gata es uno de sus destinos fetiche, y hace años ya alquiló una casa de estilo andaluz a las afueras del pueblo. De esas blancas, con detalles rústicos, porche y piscina, rodeada de silencio. Allí ha vuelto ahora, dispuesta recuperar esa calma que se pierde en los platós y en las rutinas impuestas. Elección comprensible si se revisa que, lejos del turismo masivo que invade otras zonas del litoral, el Pozo de los Frailes mantiene un equilibrio difícil entre lo auténtico y lo funcional, entre un pequeño casco antiguo aún en pie, calles sin prisa y una oferta de servicios que no renuncia al presente.

Isabel Jiménez en el Bastreze Sur.
En esa línea, uno de los lugares favoritos de la periodista durante sus estancias veraniegas es el Bartreze Sur, un gastrobar de decoración contemporánea y espíritu andaluz que solo abre de abril a octubre. Allí, entre smoothies y vino blanco, se ha dejado ver desayunando con amigas, aunque también sea enclave propicio al caer la tarde, cuando el calor ya no aprieta y la charla se alarga con el sonido de algún concierto en directo. Un clásico estival para muchos visitantes de la zona, y para Isabel es casi una extensión del salón de casa en tiempos estivales.
“Amigas, mi compadre, la vida”
De los ratos en la playa al disfrute de la gastronomía y las noches con sus hijos
A escasos dos kilómetros, San José marca el punto costero más frecuentado por Isabel. Allí, la playa de Mónsul y Los Genoveses ofrecen jornadas marineras de sol y arena fina, y restaurantes como Doña Pakyta se convierten en puntos de encuentro con sus amigas de siempre. Este verano, la periodista compartía en sus redes una imagen con el mensaje: “Ellas. Almería. Mi compadre. El cumple de Mery. La vida”, dejando claro que no necesita mucho más para ser feliz.
El caso es que, más allá de las escapadas gastronómicas y los baños en el Mediterráneo, la andaluza está disfrutando intensamente de su faceta como madre. Acompañada de sus hijos, se ha dejado ver en la feria de atracciones nocturna de la zona y también ha compartido momentos de cine al aire libre bajo las estrellas. Detalles cotidianos que, sumados, componen otro verano íntimo y sereno, centrada en lo que es más importante para ella.
Sin duda, y más allá del relajo asumido a cualquier retiro vacacional, la prueba de que Isabel ha sabido transformar este 2025 en una oportunidad de regreso. No solo a su tierra, sino también a sí misma. Sin poner en el centro su reciente ruptura sentimental, y apostando por la cercanía. Por lo esencial y lo verdadero, en esos meses en los que el calor se vuelve cada vez más asfixiante y no hay mejor forma de mantener la mente fresca que estar rodeado de los tuyos.