Este año ha sido la encargada de presentar la gala de los Goya, y ella de premios entiende un buen rato. Con los 54 cumplidos, Maribel Verdú sigue manteniéndose en lo más alto de la escena interpretativa y, además, en plena forma. La también protagonista de Y tu mamá también no oculta sus hábitos ni en lo profesional ni en lo personal. Y si hay un aspecto donde habla sin filtros, ese es el del cuidado físico, que entiende más como una cuestión de constancia que de sacrificios extremos.
Durante una entrevista para Women’s Health, cuando estaba a punto de cumplir 49, la actriz madrileña explicó con claridad su relación con la comida. “Me lo como todo con mayonesa y desayuno mi mermelada con mi pan o mi leche con mis galletas”, afirmó sin rodeos. Pero también añadió: “Si un día se me va la mano, pues luego ya sé que me tengo que limitar a mis verduritas, a mis proteínas...”. Una declaración que resume su manera de entender el equilibrio. Sin renuncias, pero con consciencia.
“Yo no renuncio a nada”
Una alimentación flexible pero pensada para compensar
Maribel Verdú no cree en dietas estrictas ni en planes milagro. Tampoco se obsesiona con las calorías. Lo suyo pasa por disfrutar de la comida y aplicar el sentido común cuando hace falta. En la misma entrevista publicada el 20 de agosto de 2019, dejó claro que su fórmula no es otra que la de vivir con libertad, pero con cierta disciplina: “Yo no renuncio a nada, pero siempre de forma comedida, con cabeza. Y compensando, claro. Me paso la vida compensando”.
Su alimentación no es una ciencia exacta, pero sí se basa en hábitos realistas. Reconoce que parte de su físico es cuestión genética, pero también que cuidarse requiere constancia. Y aunque no sigue reglas estrictas, es consciente de lo que su cuerpo necesita en cada momento. Esa atención a los excesos puntuales y la capacidad de regular su dieta tras un capricho forman parte de una filosofía que rehúye del extremismo.
Maribel Verdú en el photocall de la película ‘Cuando nadie nos ve’, durante la 72 edición del Festival de Cine de San Sebastián, a 23 de septiembre de 2024.
Más allá de la comida, su rutina de actividad física respalda su estilo de vida. “Practico yoga desde hace un montón de años, ando como si no hubiera un mañana, y dos veces por semana hago entrenamiento funcional de fuerza”, explicaba en la misma conversación con el citado medio. Una base que complementa con una actitud relajada hacia los cuidados estéticos: tratamientos sí, pero sin artificios. “Por no querer, no quiero ni que me retoquen las fotos”, aseguraba, reivindicando una belleza que no necesita filtros.
“Camina todos los días”
El secreto que confirma su constancia más allá de los focos
Según contó una amiga suya a Vogue en septiembre de 2024, hay un hábito diario que mantiene sin excepción: “Camina todos los días. Va andando a todos los sitios. Todo el que la conoce, lo sabe”. Ese ejercicio constante, que muchas veces pasa desapercibido, es una de las claves de su forma física. La misma fuente apuntaba que el ritmo de Verdú es tan rápido que incluso cuesta seguirla. Una costumbre que complementa perfectamente el trabajo de fuerza y las sesiones de yoga que ella misma ha compartido en redes.
Y no hay que olvidar el papel de los cuidados estéticos profesionales, que ella misma menciona de forma natural. Frecuenta el centro Tacha Beauty, donde se realiza tratamientos como la radiofrecuencia o la luz infrarroja, pero siempre con una premisa: no alterar su rostro. En definitiva, su fórmula no esconde secretos: hábitos sostenidos, ejercicio diario y una alimentación donde la flexibilidad convive con la moderación.
