Jóvenes y disciplinados, Sira Martínez (25) y Alex Codina (23) representan la nueva generación de la hípica española. Ambos comparten entrenador y llegan al torneo CSIO Barcelona —del 2 al 5 de octubre en el Real Club de Polo Barcelona— con ilusión y ambición. Sus trayectorias, marcadas por la pasión heredada y el sacrificio personal, reflejan el esfuerzo que exige el único deporte olímpico que no tiene género y en el que hombres y mujeres compiten entre sí y en igualdad de condiciones.
¿Cómo fueron los inicios?
Sira: Empecé muy pequeña. Tengo mucha familia en Asturias, donde veía los caballos en los paseos por la montaña. Un día me dejaron subir a un poni: tenía seis años, creo que fue la primera vez que monté. Más adelante, en el colegio, lo hice como extraescolar. Desde entonces no he dejado de montar.
Alex: Mi abuelo tenía caballos en su casa de l’Ametlla del Vallès y mi padre y mis tíos llegaron a competir en la disciplina de raid. Yo empecé a montar en poni desde muy pequeño. Más tarde, en la hípica de Igualada, donde practicaban salto, me enganché de verdad. Un amigo nos regaló un poni y una yegua; con ellos hice mis primeros saltos.
Sira Martínez y Alex Codina en el Real Club de Polo de Barcelona
¿Cuál es su recuerdo más valioso?
Sira: Cuando gané el campeonato de España de joven jinete con un caballo que solo tenía siete años. Al segundo año, con él conseguí el título, en una altura ya exigente. Venía de una mala etapa personal y esa victoria supuso un punto de inflexión: en ese momento tuve claro que quería dedicarme a esto.
Alex: Tengo dos primeros recuerdos muy especiales: montar a mi poni Neu en la finca de mi abuelo, y mi primera vez en pista, con 13 años, en un concurso de mi padre.
¿Y su mayor reto?
Sira: El mayor desafío está en el día a día, en mantenerse, no venirse abajo y, sobre todo, ser muy humilde. Es importante entender que esto es un deporte y que hay muchas subidas y bajadas, pero con paciencia y trabajo duro, todo se puede conseguir.
Alex: Lo que más me ha retado hasta ahora ha sido representar a mi país. Pasar de un deporte individual a uno en equipo cambia mucho, porque tus errores ya no solo te afectan a ti, sino también a los demás. Es la competición más bonita, pero también la que me genera más presión.
Para Sira Martínez el CSIO Barcelona es su competición favorita
¿Los caballos perciben el estado emocional de su jinete o amazona?
Sira: El caballo es un animal muy sensible, y cuando montas necesitas transmitirle seguridad y confianza. Lo más importante es llegar a entenderse mutuamente. A veces puedes hacerlo todo bien y que el caballo no tenga su mejor día, o al revés. Para mí, tener un buen vínculo significa que mi caballo va a darlo todo por mí, y eso me transmite mucha seguridad. Esa conexión se construye cada día, cuidándolo, paseándolo y, en general, compartiendo tiempo con él.
Esta conexión es casi terapéutica.
Sira: Sí, cuando estoy con ellos me evado de todo. Es un amor puro.
La hípica, además, implica un riesgo físico real. ¿Cómo se superan los miedos?
Alex: Nunca he sentido miedo físico ni mental de pensar “no puedo”. Antes de dedicarme al salto, practiqué un poco de concurso completo porque mi padre quería que aprendiera doma y también a manejar la velocidad del cross, que es otra disciplina. En una de esas pruebas tuve un accidente muy fuerte en el que quedé inconsciente y, cuando desperté en el hospital, ni siquiera recordaba quién era mi padre. Aun así, quizás por ser joven, al día siguiente ya estaba en la pista compitiendo otra vez.
Alex Codina incide en la importancia de cuidar y trabajar la relación con los caballos
La vida de un deportista de élite es muy solitaria. ¿Alguna vez han sentido que se estaban perdiendo otras cosas?
Alex: Mientras estudiaba en Barcelona, pasaba las mañanas en la universidad y las tardes en Igualada entrenando. Los fines de semana casi siempre competía, viajando desde el jueves y durmiendo en hoteles. Desde los 16 años entreno a diario y compito muy seguido, así que mi vida ha sido distinta a la de mis amigos. A veces he pensado que me perdía cosas de mi edad, pero enseguida recuerdo que hago lo que me gusta, y con este estilo de vida soy el más feliz del mundo.
Sira: El primer año de universidad a distancia me fui seis meses a vivir a Suiza con los caballos, donde estuve aprendiendo en una cuadra, aunque tuve que volver repentinamente por circunstancias personales. Después pasé otros seis meses en Bélgica para poder montar más. Nunca he sentido que me perdiera algo; al contrario, no me gusta mucho salir, prefiero estar en casa.
Mi padre me ha enseñado a trabajar y ser humilde”
Según la Federación Española de Hípica, el 75% de las federadas son mujeres, pero entre los 50 mejores jinetes del mundo solo hay siete. ¿A qué se debe este contraste?
Sira: Yo creo que a las niñas les encantan los caballos desde pequeñas, mientras que los niños no suelen mostrar el mismo entusiasmo. Pero cuando el deporte se vuelve más exigente, y especialmente a nivel profesional, la situación cambia. En el ranking de los 50 mejores jinetes del mundo, la media de edad ronda los 45 años. A esas alturas, muchas mujeres se enfrentan a decisiones importantes relacionadas con la maternidad, y muchas veces deben hacer una pausa o incluso dejar de competir.
Su padre, Luis Enrique (entrenador del PSG), sabe lo que es el deporte de élite.¿Le ha pesado la etiqueta de “hija de”?
Sira: He tenido suerte porque desde muy pequeña estaba acostumbrada a la presión, pero al ser un deporte totalmente diferente, no se puede vincular directamente con mis padres. Gracias a mi familia he tenido ciertas facilidades, pero en este deporte, si no trabajas duro, te sacrificas y eres constante, no llegas a nada. Mi padre, como deportista, siempre me ha enseñado a ser trabajadora, humilde y a luchar por lo que quiero.
La primera vez que Alex Codina montó fue en la finca de su abuelo, un hombre apasionado por los caballos
¿Cuál ha sido su mejor consejo?
Sira: Él siempre me dice que todo pasa, que incluso los mejores se equivocan, y que nunca podrás triunfar si no cometes errores antes y aprendes a sacar tu mejor versión.
El apoyo de la familia es clave.
Alex: He sido muy afortunado. Mi padre, con experiencia en caballos y la posibilidad de acompañarme y respaldarme económicamente, ha sido fundamental para mi carrera. Mi madre me da un apoyo más emocional y psicológico, ayudándome a seguir adelante cuando las cosas no van bien.
¿Cómo afrontan esta 113.ª edición del CSIO Barcelona?
Sira: Este concurso es mi favorito del año, un sueño que tengo desde pequeña. Ahora, con tres caballos muy buenos, lo afronto con mucha ilusión. Además, mi familia suele venir a verme, y creo que también les emociona ver hasta dónde he llegado después de tantos años viéndome entrenar.
Alex: Me encanta Barcelona como sede: tengo cerca a la gente que más quiero, es un evento espectacular, con competiciones nocturnas y cena de gala.
¿Un sueño por cumplir?
Sira: Tener mi propia finca con mis caballos, y competir a nivel de cinco estrellas, que es donde estoy empezando ahora.
Alex: Llegar a unos Juegos Olímpicos. Como deportista sería lo máximo
