Isabel Preysler puede presumir de ser una de las personalidades más reconocidas del panorama mediático español. Sin embargo, la socialité filipina se ha cansado de que se hable de ella y se publiquen informaciones que considera que no son del todo correctas. Por ello, se encuentra en plena redacción de sus memorias, con las que pretende mostrar al mundo su verdad.
“Se ha escrito muchísimo sobre mí, incluso libros, pero ninguno contaba la verdad, no podría decir que sean acertados o correctos. Unos con más mala idea y otros con menos, entonces pensé que ya era hora de que supiesen la verdad”, desveló en una entrevista para Harper’s Bazaar, donde afirmó sentirse en “serenidad y paz”.
Isabel Preysler
Una entrevista en la que habló de la imagen que se ha proyectado sobre ella todos estos años y que considera que no le hace justicia. Y es que cree que por mucho que se haya hablado sobre ella, no se la acaba de conocer. Algo que podría haberse dado a raíz de su decisión de no hablar nunca más de lo necesario y mostrar la vida perfecta de la que quiere presumir.
“Creo que se ha exagerado mucho. La gente suele opinar de mí a través de imágenes. Y cuando me conocen, casi siempre me dicen: ‘No eres nada como imaginaba’. Eso me pasa a menudo, y me alegra que la Isabel real guste más que la imagen pública que se ha construido”, se sinceró.
Isabel Preysler: “Me hubiera encantado ser anónima”
Pese a todo, no se cortó a la hora de admitir que fue su matrimonio con Julio Iglesias lo que le alzó al Olimpo de la popularidad. Un antes y un después en su vida que vino “de repente” y que hizo que tuviese que tomar decisiones para mantenerse con los pies en la tierra.
“Cuando ocurría algo que llenaba mi vida de sobresaltos y todo se complicaba, tanto para mí como para la gente que me rodeaba, en ese momento me hubiera encantado ser anónima”, añadió. Pero ahora que está más tranquila, quiere mostrar lo que tiene guardado en su interior al considerar que no se la conoce del todo bien.
Isabel Preysler y Tamara Falcó
Una visión sobre ella para la que todos estos años ha contribuido al mostrarse hermética, pero que está dispuesta a cambiar de alguna forma. Aun así, no dudó en admitir lo feliz que se encuentra con la vida que ha conseguido y la familia que ha formado. Y es que se siente muy orgullosa de sus hijos, en especial de Tamara Falcó.
Aunque cree que su matrimonio con Íñigo Onieva ha hecho que quiera mantenerse en un segundo plano, siendo más reservada sobre algunas cuestiones de su vida, eso no le impide ser “espontánea y natural”. Dos aspectos que admira de su hija.
