Al frente de La Roca en LaSexta y manteniendo su silla como tertuliana habitual de El Hormiguero de Antena 3, Nuria Roca puede presumir de ser una de las mujeres más exitosas del circuito mediático patrio. A sus 53 años, la valenciana combina la televisión con otros roles como el de escritora, actriz o imagen de marcas de moda y belleza, construyendo una carrera sólida que se apoya también en una imagen cuidada y coherente.
Consciente de que el paso del tiempo trae consigo nuevos retos, la comunicadora ha aprendido a cuidarse desde un lugar sereno, donde prima la constancia sobre la obsesión. “Mejor que nunca no estoy, ni lo pretendo, pero sí me cuido”, confesaba recientemente en una entrevista para la revista Lecturas. En este encuentro, compartido con motivo de un evento de la firma Clarel, detalló su rutina facial diaria y su manera de entender la belleza desde una perspectiva realista y sin artificios.
Imprescindibles en su rutina
Productos básicos y tratamientos para mantener la piel luminosa con el paso del tiempo
Fiel a una rutina sencilla, pero efectiva, la presentadora detalla los productos que nunca faltan en su tocador: “Un buen limpiador para desmaquillar y que la piel se quede bien limpita, un contorno de ojos, un sérum y una hidratante son mis productos imprescindibles de belleza”. A estos cuidados diarios suma, cuando lo considera necesario, algunos tratamientos específicos. “Con la edad y la pérdida de colágeno, la flacidez o la luminosidad me gusta alternar mi rutina de buenos productos con tratamientos. Soy muy fan de los tratamientos”, explicaba durante la charla mencionada.
Esa combinación entre producto y tratamiento le permite mantener una piel saludable y con buen aspecto, aunque insiste en que el objetivo no es parecer otra persona, sino sentirse bien. “La clave es la constancia”, resumía al hablar de su compromiso con el cuidado personal, que incluye mantener una disciplina tanto por la mañana como por la noche. Lejos de buscar una imagen perfecta, su enfoque se centra en una versión de sí misma con la que se sienta cómoda.
Nuria, en una imagen de redes sociales.
Tiempo para una misma
Cómo vence la pereza y defiende el autocuidado como una necesidad, no un lujo
La periodista también se refería a la importancia de dedicar tiempo a una misma sin que ello suponga un sacrificio. “Cuidarnos 10 minutos al día no debería ser un regalo”, afirmaba con rotundidad. En su caso, esos minutos le proporcionan sensaciones muy concretas: “Las tres sensaciones que más me gustan cuando me cuido son la sensación de limpieza, de paz y de sentirme guapa”.
A pesar de su ritmo de trabajo, no deja que la pereza le gane la partida. “Hay veces que la pereza se apodera de ti y es muy difícil, pero cuando has comprobado los beneficios que tiene el cuidado, por mucha pereza que tengas en un momento dado, luego te vas a encontrar mucho mejor”, contaba. Su forma de vencerla pasa por mantener el hábito con naturalidad y adaptar la rutina a cada etapa.
Nuria, en otra imagen de sus redes.
Una mirada con sello propio
Extensiones de pestañas, filtros sin excesos y una relación saludable con el espejo
Más allá de cremas y tratamientos, hay un gesto de belleza que se ha convertido en imprescindible en su día a día. “Mi básico de belleza son las pestañas desde hace bastantes años, me las puse y se han convertido en una necesidad”, confesaba. Fiel a las extensiones con acabado natural, Roca apuesta por potenciar la mirada sin que se note el artificio.
Su relación con la imagen está marcada por el equilibrio. “Esclava de mi imagen no soy, pero en la medida justa sí. Estoy pendiente de aparecer bien, de ponerme en el selfie como mejor se me ve, si hay un poco de filtro no pasa nada... Pero tampoco que cuando te vean en persona se asusten. Hay que cuidarse y verse bien pero con un poco de realidad”, decía con naturalidad.
A fin de cuentas, su enfoque no pasa por esconder la edad ni competir con el tiempo, sino por cuidarse como un acto de respeto hacia una misma. “La belleza es respetarse a una misma”, explicaba, dejando claro que su rutina es, más que estética, una forma de bienestar personal. Y ese, según sus palabras, es el verdadero objetivo cuando se mira en el espejo cada mañana.
