El negocio de Manu Ríos, con el que triunfa fuera de la interpretación junto al influencer Marc Forné: una revolución de la sastrería de lujo que celebra su segundo aniversario
Estilo y pantalla
El actor, conocido por sus papeles en éxitos internacionales, también deja huella en la industria de la moda a través de una firma de estética urbana que acaba de celebrar un nuevo hito con un evento exclusivo en Madrid de la mano de Tequila PATRÓN
Manu Ríos, durante la última pop-up de su firma en Madrid en colaboración con Tequila PATRÓN.
Con motivo de la inminente llegada a Netflix de la segunda temporada de la ficción médica Respira, Manu Ríos se sienta esta noche en El Hormiguero de Antena 3 junto a Blanca Suárez, su compañera de reparto. Y aunque el motivo de su visita gira en torno a la serie, el actor sigue cultivando un perfil poliédrico que va más allá de los focos. Lo demuestra su incursión en la moda, un terreno en el que ha pasado de ser imagen a creador con voz propia.
El también intérprete de títulos como Élite, La edad de la ira o Extraña forma de vida lleva dos años al frente de Carrer, la firma que fundó junto al influencer y estilista Marc Forné. Juntos han construido una propuesta de moda que reivindica la estética del workwear con una mirada contemporánea. Una marca que ha crecido con colecciones cápsula y colaboraciones estratégicas, a la par que ha logrado ganarse su espacio sin alardes, pero con coherencia estilística.
Pensada para el movimiento
La marca que desafía los códigos clásicos desde el confort y el estilo urbano
Carrer nació con la intención de repensar los básicos del armario masculino. Desde sus inicios online hasta sus primeros eventos físicos, la marca ha buscado conectar con una generación que busca identidad en lo que viste. El último paso ha sido la presentación de su primer traje, una pieza diseñada en colaboración con la mítica casa barcelonesa Santa Eulalia, que reformula el concepto de sastrería tradicional.
Marc Forné, el influencer con el que Manu fundó su firma de moda hace dos años.
Lejos del corte clásico o las estructuras rígidas, el traje Carrer apuesta por líneas limpias y materiales ligeros. Es una prenda pensada para el cuerpo en movimiento, acorde a la vida de quienes, como sus creadores, viven entre aeropuertos, platós y sesiones de fotos. La cena de presentación, celebrada en Barcelona el mes pasado, reunió a nombres de referencia del mundo creativo en torno a una propuesta que reafirma el lugar de la firma en la moda contemporánea.
Una pop-up en comunidad
La firma celebra su segundo aniversario con un evento en Madrid junto a Tequila PATRÓN
Este mes, la firma ha celebrado su segundo aniversario con una pop-up en pleno centro de Madrid. El espacio, abierto en Palenqe, se sirvió como escaparate para su universo textil, pero también como punto de encuentro para su comunidad. De la mano de Tequila PATRÓN, la inauguración se convirtió en una cita social con cócteles, música en directo y rostros conocidos como Omar Ayuso, Loli Bahía o Juan Perales.
Omar Ayuso y Carla Díaz, durante la pop-up en Madrid.
Más allá de la presentación de producto, la colaboración con PATRÓN tenía el propósito de reforzar el imaginario que la marca proyecta. De elegancia sin rigidez y exclusividad sin distancia. Durante el pasado fin de semana, los asistentes pudieron descubrir las prendas de la firma mientras degustaban cócteles en un entorno cuidado hasta el último detalle. Una experiencia, más sensorial que comercial, que apuntaló –una vez más– su posicionamiento.
En lo que al negocio propiamente dicho se refiere, la elección del nombre –Carrer, que significa “calle” en catalán– no es casual. Tan sencillo como que la marca nace del pulso urbano y se nutre de la vida en movimiento. Con prendas que combinan nostalgia, utilidad y sofisticación, sus fundadores construyen un discurso que rehúye las tendencias pasajeras. De ahí que en sus colecciones haya un homenaje a lo cotidiano, pero también una simbiosis con la lectura actual de la masculinidad, la identidad y el estilo personal.
Teo Planell puso la nota musical al evento.
La pop-up no ha sido más que un nuevo paso para Manu y Marc con el que afianzar su relato sin renunciar a la autenticidad. Esa que, desde sus primeras camisetas hasta su incursión en la sastrería, pretende posicionar la compañía a más allá de la estética. Y es que por mucho que uno de sus creadores siga sumando proyectos en pantalla, no quedan dudas de que también ha encontrado la forma de dejar huella fuera de ella.