Hay historias que trascienden fuera de la pantalla. Todo relato es fruto de una unión, ya sea de personas, ideas o experiencias. En el proyecto Reflejo de un Compromiso -creado por Solán de Cabras y la Asociación Española Contra el Cáncer-, diferentes ilustradores se dieron la mano para crear un libro que ayudara a dar visibilidad y crear conciencia sobre el cáncer de mama
Lo hicieron durante el Día Mundial contra Cáncer de Mama (19 de octubre) y escogieron a la actriz Macarena García como madrina para utilizar su voz y sensibilizar sobre una enfermedad que se diagnostica a 36.000 mujeres cada año, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
La actriz de 37 años acaba de rodar la película Un hijo, dirigida por Nacho La Casa, y este año deslumbró con el film de Dani de la Orden, la Casa en Llamas. Con una de las carreras más consolidadas del actual cine español, Macarena García describe su etapa vital con el sentimiento de gratitud. “Soy muy consciente de todo lo que tengo”, cuenta para La Vanguardia.
Hablamos con ella para que nos relate cómo surgió la colaboración con el Día Mundial contra Cáncer de Mama y en qué punto de su carrera profesional se encuentra.
Macarena García en el proyecto Reflejo de un Compromiso
¿Cómo surgió tu figura como madrina en el proyecto Reflejo de un compromiso?
Surgió a través de una propuesta. Llevaba tiempo siguiendo la colaboración entre la Asociación Española Contra el Cáncer y Solán de Cabras. Cada año veía las acciones que hacían, y cuando me llamaron me pareció una forma preciosa de utilizar mi voz. Me hizo muchísima ilusión que contaran conmigo para algo tan importante y desde un lugar tan bonito.
Libro de Reflejo de un Compromiso
¿Qué mensaje te gustaría que llegara al público con esta iniciativa?
Creo que el libro es un homenaje muy luminoso. Habla de la prevención y de muchas otras cosas, pero sobre todo rinde tributo a quienes acompañan: familiares, amigos, investigadores, psicólogos, voluntarios... todas esas personas que hacen que una situación tan dura sea un poco más llevadera. Es una manera de recordarnos la importancia de estar cerca, de acompañar sin invadir, de escuchar.
Has comentado que te gusta “utilizar tu voz”. ¿Qué importancia crees que tiene que figuras públicas contribuyan a concienciar sobre temas de salud y prevención?
Muchísima. Gracias a estas colaboraciones se abren espacios para hablar de temas fundamentales. Cuantas más voces se sumen, más se puede llegar y más se puede aportar. Yo intento estar siempre disponible para causas que considero justas o necesarias.
Libro de Reflejo de un Compromiso
Pasando a tu carrera, te hemos visto en papeles muy distintos. ¿Cómo eliges tus proyectos para mantenerte inspirada y no encasillarte?
No tengo un método concreto. Intento escuchar en qué momento vital estoy, qué me apetece contar o dónde quiero colocar mi energía. Siendo actriz es difícil trazar un camino planificado; entran en juego muchas cosas. Pero siempre busco guiones que me emocionen y personajes con contenido, que me resuenen.
Este año te vimos en la Casa en Llamas y ahora has acabado de rodar Un hijo. ¿Qué te atrajo de estos proyectos?
En la Casa en Llamas me divertía mucho mi personaje, esa mirada externa que conecta con la del espectador. Además, el guion y el equipo me encantaban. Y la escena del paracaídas... ¡Era espectacular! No podía perdérmela.
En Un hijo, en cambio, interpreté a una psicóloga infantil apasionada por su trabajo. Fue un personaje muy bonito, con una vocación profunda hacia su trabajo y a los niños. Siempre había tenido la curiosidad de estudiar Psicología infantil, así que aproveché para investigarlo, hablar con orientadoras y vivirlo de cerca.
Fotograma de la película 'Casa en llamas', la nueva comedia negra de Dani de la Orden.
Dices que cada papel te deja algo a nivel personal. ¿Qué te aporta este trabajo?
Creo que ser actriz te agranda la empatía. Te obliga a imaginar otras realidades y te permite salir de ti misma para mirar el mundo desde otros ojos. Eso siempre te transforma.
Pero también habrá personajes que te exijan protegerte emocionalmente.
Sí, aunque no siempre sé hacerlo. Por ejemplo, Irene, en La Mesías, fue un personaje muy doloroso. Tratar ciertos temas te involucra emocionalmente y hay que aprender a protegerse. A veces no lo logras en el momento y necesitas sanar después.
Algunos personajes se quedan un tiempo conmigo, es parte de la profesión
¿Cómo logras desconectar después de rodajes tan intensos?
Depende. Hay compañeros que hacen rituales de despedida, pero yo lo hago más natural. Algunos personajes se quedan un tiempo conmigo, otros no tanto. No tengo una fórmula, la verdad.
Tu carrera está muy ligada al arte y a las historias humanas. ¿Qué te inspira ahora mismo?
Me inspira ver cómo ha cambiado el papel de la mujer en el relato audiovisual. Aún queda mucho por hacer, pero se han abierto espacios nuevos. Admiro profundamente a cineastas como Laura Ferrés o Carla Simón. También me inspiran Rosalía, Penélope Cruz o Guitarricadelafuente… gente que crea desde un lugar auténtico.
¿Cómo ves el futuro del audiovisual en España?
Está cambiando muchísimo con las plataformas. Hay una gran variedad de contenidos, lo que da muchas oportunidades, aunque también satura. Pero prefiero quedarme con lo positivo: se cuentan más historias y desde más miradas.
Intento proteger mis espacios y mantener una vida normal. Mi día a día es muy sencillo
Hoy la exposición pública de los actores es muy diferente, sobre todo por las redes. ¿Cómo gestionas esa parte?
Intento proteger mis espacios y mantener una vida normal. Mi día a día es muy sencillo. Los momentos de mayor exposición son los de promoción, pero fuera de eso tengo una vida tranquila. Con los años aprendes a encontrar tu centro y a regresar a él después de esos momentos. Mi visibilidad tiene que ver con mi trabajo, y desde ahí me siento cómoda. La clave es la coherencia.
Finalmente, si tuvieras que definir esta etapa de tu vida profesional con una palabra, ¿cuál sería?
Gratitud. Soy muy consciente de la suerte que tengo.
