Con solo cuatro años, Berta Abellán ya conducía una moto de trial mayor que ella misma. Su padre, aficionado a este deporte, le puso la primera moto en sus manos sin imaginar que esa niña acabaría convirtiéndose en una de las mejores pilotos del mundo y en una referente indiscutible.
El pasado 7 de septiembre, Abellán hizo historia al proclamarse por primera vez campeona del mundo de trial femenino, después de haber sido seis veces subcampeona. En La Vanguardia hemos hablado con ella para que nos explique su trayectoria y las desigualdades que todavía vive el deporte femenino.
Berta Abellán, campeona del mundo de trial
Los inicios de Berta Abellán en el trial
¿Cuándo empezaste en el mundo del trial y por qué?
Empecé a los cuatro años, porque mi padre era muy aficionado al trial. Él le enseñó la moto a mi hermana mayor, pero no le gustó. En cambio, a mí sí. En casa, nadie se había dedicado nunca de forma profesional, pero mi padre me transmitió la pasión por las motos y desde entonces no he parado.
El trial no es demasiado mediático. ¿Qué crees que le falta para llegar al gran público como MotoGP?
Sobre todo visibilidad. Antes había más grandes patrocinadores, y ahora hay muy pocos. Cuando tienes facilidades para ver un deporte, te enganchas, pero si no hay cobertura ni difusión, es muy difícil que llame la atención. También habría que realizar pruebas que sean más accesibles para el público, con recorridos visibles y zonas más cercanas.
La gente piensa que vivimos bien, pero no es así: dedicarte al 100% te cuesta dinero
¿Las deportistas de trial recibe suficiente apoyo económico?
Ahora, muy pocos. Si no eres piloto de fábrica, es muy complicado. Yo tengo la suerte de contar con patrocinadores como Yachting o Scorpa, mi marca de motos, y gracias a ellos puedo continuar. Pero incluso para los pilotos del mundial de TrialGP es difícil encontrar recursos. La gente piensa que vivimos bien, pero no es así: dedicarte al 100% te cuesta dinero.
¿Cómo lograste abrirte camino en este mundo?
A los 16 años, un amigo de mi padre, Carlos Palà, empezó a entrenarme. Luego conseguí pequeños patrocinadores y estuve tres años con un equipo satélite que ayudaba a tres chicas en el campeonato de España. En 2015 entré en la Federación Española, que te cubre los gastos del Mundial, y en 2022 fiché como piloto de fábrica. A partir de ese momento todo mejoró.
Berta Abellán, 26 años
Una referente femenina en un deporte masculino
¿Cuál ha sido el momento más duro de tu carrera?
En 2019 o 2020, cuando muchas compañeras lo dejaron de repente. Pasamos de ser 10 pilotos con mucho nivel a quedar dos. Recuerdo que una me dijo: “Aunque gane, no podré dedicarme a esto”. Y pensé que tenía razón. Sin embargo, yo seguí, porque la pasión me motivaba mucho más. Me llena por dentro, aunque económicamente no aporte demasiado.
Este año has sido campeona del mundo y además eres una referente del trial femenino. Cuando miras atrás, ¿qué momento te ha hecho sentir más orgullosa de todo lo que has conseguido?
El haber seguido adelante, incluso cuando pensaba en dejarlo. Ha habido momentos difíciles, sin recursos o sin motivación, pero siempre había algo que me empeñaba en continuar. Gracias a esto he podido ganar el Mundial. No todo el mundo aguanta seis años luchando sin conseguir ganar, y para mí, eso es lo que más valor tiene.
Las ganancias acaban invertidas en entrenar y en mantener la moto
¿Ganar el Mundial comporta algún premio o reconocimiento económico?
Solo si tienes un contrato con la marca que incluye una prima. Si no, nada: ni la federación ni la organización te dan recompensa alguna. Yo no puedo quejarme porque tengo buenos patrocinadores, pero cada temporada me cuesta dinero. Las ganancias acaban invertidas en entrenar y en mantener la moto.
¿Has notado discriminación en trato, ayudas u oportunidades por ser mujer dentro del mundo de las motos?
Sí, sobre todo de pequeña. Veía que los chicos recibían más apoyo de sus padres y entrenaban más. Nosotros teníamos pocos recursos, y la federación de vez en cuando montaba algún curso femenino para motivarnos. Ahora la situación ha mejorado, pero sigue siendo desigual: hoy, de todas las chicas del Mundial, solo yo puedo vivir de esto. Los chicos del top 10 tienen sueldos y recursos; nosotras no.
Berta Abellán, 26 años
Entrenamiento y disciplina
¿Cómo gestionas la presión y los nervios?
Ahora me gustan. Me motivan y me ayudan a concentrarme. Llevo dos o tres años trabajando con una psicóloga, Lorena, y he notado un cambio brutal. Antes entrenaba muy bien, pero competía mal. Ahora practico técnicas de respiración y visualización, y los nervios me ayudan a dar lo mejor de mí.
¿Y tienes algún ritual antes de competir?
Sí, tengo una manía. Me ato todo empezando por la derecha: la bota derecha, el guante derecho... No es superstición, pero lo hago sin darme cuenta. También escucho música y caliento bien antes de salir.
¿Cómo es tu rutina de entrenamiento?
Por la mañana entreno en moto y por la tarde hago físico en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) o en el NEXT de Terrassa. También hago mecánica y sesiones con la psicóloga. Es un deporte que no tiene unos horarios fijos como otras disciplinas, así que debes ser flexible o te acabas frustrando. Son muchas horas, todos los días.
El futuro más allá del trial
Después de viajar tanto, ¿qué significa para ti volver a Terrassa?
Es casa. Cuando llevo cinco días fuera ya echo de menos la rutina, la tranquilidad y hacer las cosas de siempre. Me gusta viajar, pero también necesito momentos para desconectar y estar con los míos.
¿Tienes un plan B para el futuro?
Sí. He estudiado un grado superior de acondicionamiento físico y ahora hago prácticas del grado medio de emergencias sanitarias. Mi idea es preparar oposiciones para ser bombera y, si puedo, compaginarlo con el trial o con una escuela para ayudar a las jóvenes que empiecen.
Berta Abellán, 26 años
¿Cómo te gustaría verte en cinco años?
Me encantaría poder ser bombera y seguir compitiendo. Si no puedo compaginarlo, me gustaría seguir vinculada al trial de algún modo, por ejemplo a través de una escuela que he pensado en Terrassa para ayudar a las chicas que empiezan. Lo que tengo claro es que no quiero desconectar de este mundo.
¿Qué consejo darías a una niña que quisiera empezar en el trial?
Que se anime. Es un deporte precioso, aunque requiere mucha paciencia. Cada día aprendes algo y te llevas valores muy bonitos. Si te gusta, vale mucho la pena.

