Mariló Montero no puede ocultar su sonrisa al recordar la que para ella fue la mejor boda a la que ha asistido: la de su hijo Alberto Herrera. El primogénito de la comunicadora contrajo matrimonio con Blanca Llandres el pasado 18 de octubre en Sanlúcar de Barrameda, en una ceremonia en la que los familiares de los novios tuvieron un papel muy importante. Desde el principio quisieron que fuese un enlace íntimo y acogedor, algo que, a la vista de los comentarios, consiguieron sin problema.
“A mí me dicen muchísimas personas que ha sido la boda más bonita a la que han acudido. Y eso para mí es un orgullo y para los novios un motivo de felicidad mayor todavía”, desveló con ilusión en su último acto público. Sin embargo, no pudo controlar cierto gesto de tensión al ser preguntada por las críticas que recibió por el vestido que eligió para la ocasión.
Como madrina en el día más importante de su hijo, Mariló eligió un vestido largo en tonos azul y verde agua. Con una falda recta y una capa superpuesta que aportaba dinamismo a la pieza, la presentadora apostó por un escote en forma de 'V' y unas mangas a mitad del antebrazo. Por otro lado, acompañó el look con una coleta baja de la que caían varios mechones sueltos, aportando un toque natural y desenfadado al conjunto.
Una elección que fue muy alabada por una parte de sus seguidores, pero que también fue criticada. Ya sea el color, el corte o la forma, fueron muchos los que no vieron del todo oportuno este vestido para una boda. Algo a lo que quiso contestar la comunicadora, defendiendo con uñas y dientes su posición.
Mariló Montero: “Para mí no es importante la madrina, es que se han casado dos personas que se aman”
“Respeto tienen la opinión de todos los que hayan criticado. Pero que es que para mí, fíjate que el vestido me lo hizo Sybilla, creo que le di 19 días para que me lo hiciera, e hizo una obra maestra. Para mí no es importante la madrina, es que se han casado dos personas que se aman”, expuso ante la prensa, defendiendo que su look fue algo secundario en ese día especial.
Tras afirmar que respeta todo lo que opinen sobre ella, y poner sobre la mesa que no puede gustar a todo el mundo, Mariló Montero expresó con sinceridad que “se hizo lo que se pudo”. La presentadora está más que contenta con el vestido que decidió llevar y nadie le va a hacer cambiar de opinión.
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Pero parece que para ella, en este tipo de actos, el vestuario es algo que acaba en un segundo plano. Entre otras cosas, ha desvelado que si por ella fuese, hubiese ido a la boda de sus dos hijos “en vaqueros porque es lo menos importante”. Si algo está claro, es que no va a permitir que nadie le enturbie la felicidad que siente en estos momentos.