A la casa de Lorenzo Castillo en el centro de Madrid se accede a través de un frontón de hierro que conduce a un patio donde Tana, una perrita adoptada, recibe con muchos aspavientos al intruso. Nada anuncia lo que hay una vez que se sube por la escalera señorial a la primera planta. El diseñador ha sabido dosificar la experiencia de recibir en su casa, una de las siete que ha comprado en los últimos años, y quizá la más querida, donde ha desplegado toda su sabiduría de artista, historiador y anticuario.
Hay que saber mucho para mezclar estilos, telas, tapicerías, cerámicas, y maderas y que no quede un pastiche que abrume al visitante, pero la mano y el ojo de Lorenzo no abundan en este mundillo de tendencias efímeras. Una vez que se accede a la segunda planta, a pesar del despliegue de recursos, la sensación es de tranquilidad y coherencia, de que hay pericia detrás de cada elección estética y de cada esquina extravagante, que esa decisión de colocar un jarrón de porcelana encima de un tapizado de leopardo no ha sido tomada a la ligera. Todo funciona. Puedes sentarte en cualquier sillón por suntuoso que sea. Es una casa para vivir.
Para la decoración soy un poco desastre”
Traje de Simorra y botas de ante de Max Mara. Collar, pendientes y anillo Panthère de Cartier en oro amarillo y blanco con ónix, laca negra, granates tsavorita y diamantes.Detrás, un cuadro del pintor Antonio María Esquivel
La actriz Amaia Salamanca, buena amiga del interiorista, tiene una sensación parecida cuando camina por los salones de la casa. “Tenía muchas ganas de estar aquí”, dice. Magazine los ha juntado para hablar de ellos y de sus casas. Lorenzo está viviendo la experiencia de la televisión, será el juez de Decomasters, el talent show de Shine Iberia, “es como un MasterChef de decoración y yo soy el juez”. Le han pedido que sea exactamente quien es. “Así que digo lo que me gusta y lo que no sin dar muchas vueltas”. Se le da tan bien su papel que los que se someten a su juicio –includias las celebrities como Mar Flores y su hijo Carlo Constanzia, Antonia Dell’Atte, Isa Pantoja, Eduardo Casanova y Palito Domiguín– han empezado a imitarlo.
“Hablan como yo, repiten mis palabras, me han dicho que eso es señal de que lo estoy bordando. Nos estamos divirtiendo mucho”. Lorenzo está entusiasmado; tener un programa de televisión es de las pocas cosas que le quedan por hacer. Ya está en todas las listas posibles de mejores decoradores del mundo. “Tengo una edad, he hecho casas tan emblemáticas y he trabajado con clientes tan importantes que me da igual estar o no en las listas”.
Amaia con vestido de Louis Vuitton y salones Jimmy Choo. Pendientes, pulsera y anillos Love Unlimited y reloj de la colección Baignoire, todo de Cartier
Castillo ha decorado palacios, grandes casas como la mansión napoleónica de Cheval Blanc en Saint-Émilion (Burdeos), y ahora da los últimos toques a la casa que se ha comprado en Madrid “una familia muy importante de Nueva York”, pero no suelta prenda. “La decoración siempre se ha vivido como algo de gente pudiente –odio la palabra rico–. Se asume que utilizar un decorador es un lujo y que quien se interesa por el interiorismo tiene una situación económica desahogada.
No es así y Decomaster intenta precisamente cambiar esa idea, y defender que todos podemos decorar nuestras casas con unos presupuestos ajustados, porque es una cuestión de dedicación y de horas”. ¿El ojo se puede educar? “Hay que educarlo”, enfatiza y continúa: “No me gusta hablar de buen gusto, es clasista. Parece que naces con eso, que viene con el apellido y es mentira. Hay gente de mucho dinero con un gusto pérfido y otra de orígenes muy humildes con mucho conocimiento porque tienen interés y curiosidad. La curiosidad es lo que educa el ojo”.
Odio el concepto de buen gusto”
Los amigos en un sofa Luís XVI. Amaia con falda y top de Pedro del Hierro, medias de Calzedonia y salones de Jimmy Choo. Collar, anillo y pulsera Clash de Cartier. Lorenzo lleva reloj Tank, de Cartier
Mis favoritos (Lorenzo)
Una ciudad: Madrid. Es mi ciudad, donde vivo, donde menos estoy, pero podría compartirla con París.
Películas: ‘Barry Lyndon’ y ‘Muerte en
Venecia’.
Un libro: ‘Bomarzo’, de Manuel Mujica Lainez. “Me marcó mucho desde pequeño, lo leo y lo releo, me identifi caba con el príncipe Orsini”.
Una pieza: Pese a todo lo que ves aquí, no tengo apego por nada material.
Un restaurante: Los 33. “Es Nueva York en el barrio Justicia de Madrid”.
Un plan: Escaparme a Asturias.
Una pasión: Los animales, adopté un bebé de urraca, la crié subida en mi hombro comiéndome la oreja. Tengo burros, cerdos , perros… pero todos adoptados. No compro animales.
Amaia se desliza con un traje color teja por el suelo de madera que cruje como solo lo hacen los suelos que han soportado el peso de más de un siglo. El 2025 ha sido un buen año. Lo dice y busca donde tocar madera, algo que no es difícil en este entorno. “Estoy contenta porque esta profesión es una montaña rusa y nunca se sabe”. Este mes estrena Siempre es invierno, una película de David Trueba basada en su novela Blitz.
Siempre se dijo que Trueba nunca adaptaría uno de sus libros al cine, pero estamos ante la excepción que confirma la regla. Y en ese elenco tan cuidado estaba ella. “Fue una gran alegría, trabajar con Trueba es un regalo y casi sin leer el guion dije sí”. Su personaje, Marta, es el detonante de la historia. Deja abruptamente a su novio (David Verdaguer) durante un viaje a un congreso de arquitectura y a partir de ahí empieza una historia de amor y desamor, que acaba en la relación de Verdaguer con una mujer mayor (Isabelle Renauld).
Vestido de Vano Studio para Es Fascinante. Reloj Panthère, collar y anillos de lacolección Trinity en oro amarillo, blanco y rosa. Todo de Cartier
“No sé si algunas escenas van a gustar al espectador. Por ejemplo, las de sexo entre una mujer mayor y un hombre más joven pueden resultar extrañas, cuando lo hemos visto al revés cientos de veces y nos parece normal. Pero por otra parte no puedes dejar de mirar, quieres saber cómo acaba la historia”, cuenta.
En Netflix tiene la serie Muertos S.L. y, por estrenar en Telecinco, Pura sangre, una saga familiar de gente del mundo de la cría de caballos. En enero estrenará La ahorcada, una película de terror. El 2026 también lo tiene completo pero no puede contar más.
Pulsera Panthére en oro blanco con ónix, esmeraldas y diamantes talla brillante, de Cartier
La actriz pasa la mano por la tapicería del sofá. “Hay que ser muy brillante para mezclar todo esto y que tenga una lógica y un estilo, a mí me quedaría un batiburrillo. Dice que para las casas es “un poco desastre”. “Según voy habitando los espacios van tomando forma y vida, yo decido poco”.
Sostiene Lorenzo que todo se puede aprender y el ojo se puede educar, y en cualquier caso, para eso están los amigos.
Pantalón y jersey de Carolina Herrera, salones de Jimmy Choo. Collar, pulsera y anillo Panthère de Cartier en oro con ónix, esmeraldas y diamantes. El cuadro es de José María Yturralde de 1975
Mis favoritos (Amaia)
Un libro: ‘Una vida sin fin’, de Frédéric Beigbeder
Una película: ‘Romeo + Julieta’ de Baz Luhrmann (1996) y ‘Moulin Rouge’. “Me gustan las películas muy completas, me animaron mucho en el mundo de la
interpretación”.
Un pueblo: Axpe, “donde está el asador Etxebarri, muy cerca de la iglesia donde me bautizaron. Me trae muy
buenos recuerdos de mi infancia y de mi amona (abuela), que sigue allí”.
Un objeto: Un anillo. “Mi madre me lo regaló en blanco y yo a ella en negro. Es un símbolo de la conexión que tenemos, aunque no seamos de hablar todos los días”.
Un grupo: Empire of the Sun.
Un olor: El petricor. “Es el olor que despide el asfalto en una tormenta de verano, el asfalto está muy caliente y caen las primeras gotas de lluvia, es un olor muy de
verano”.
Te haría ilusión... “Un personaje de acción, una inspectora, una policía... interpretación”.
Fotógrafo: Jonathan Segade. Estilista: Blanca Unzueta. Maquillaje y peluquería: Beatriz Matallana. Asistente de fotografía: Jorge Caparrós.
