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Iban Tey, de entrenar al Barça a Catar: “La decisión más dura de mi vida fue separarme de mis hijas, pero sabía que este paso les enseñaría a perseguir sus sueños”

EXPERIENCIA INTERNACIONAL

Tras cuatro temporadas en el fútbol base del FC Barcelona, Iban Tey ha decidido dar un salto internacional para dirigir al Sub-14 del Al-Rayyan Sports Club en Catar

Una trayectoria marcada por disciplina, aprendizaje constante y la pasión por formar a jóvenes talentos

Iban Tey, de entrenar al Barça a Catar: “La decisión más dura de mi vida fue separarme de mis hijas, pero sabía que este paso les enseñaría a perseguir sus sueños”

Desde niño, Iban Tey supo que el fútbol sería parte de su vida. “De niño me pasaba horas viendo partidos y montando pequeños escenarios donde mis juguetes no eran soldados ni superhéroes: eran futbolistas disputando encuentros imaginarios”, recuerda. Sin embargo, su carrera como jugador amateur se detuvo temprano por problemas físicos y la clara percepción de que no llegaría a un nivel competitivo profesional.

Fue entonces cuando decidió abrazar la otra cara del fútbol: entrenar. Sus primeros pasos no fueron fáciles; mientras trabajaba en Media Markt, organizaba entrenamientos y equipos en su tiempo libre. “La organización del día a día exigía disciplina: trabajaba, entrenaba y dedicaba muchas horas a preparar tareas y a seguir aprendiendo. Pero lo vivía con mucha motivación, porque sentía que estaba construyendo el camino que quería recorrer”.

La pasión que marcó su camino

Cuatro temporadas en La Masia

En 2020, Tey dio el gran salto al fútbol base del Barça, dirigiendo inicialmente al equipo U11. “Recuerdo muy bien los primeros días: las reuniones iniciales, recoger la ropa, los primeros entrenamientos… Tenía la sensación de estar cumpliendo un sueño”, comenta. Durante sus cuatro temporadas en el club azulgrana, acompañó a jóvenes talentos en el fútbol-7, desarrollando habilidades técnicas, valores y disciplina.

Sobre su método y filosofía, Tey subraya: “Cuando trabajas con talento de ese nivel, cada entrenamiento es un intercambio: tú propones ideas, pero ellos te obligan a afinar, a justificar cada detalle y a ser mejor cada día. Formar no es acelerar, sino acompañar. Un jugador necesita tiempo, contexto y claridad. Eso te exige paciencia, empatía y una enorme capacidad para comunicar”.

“Recuerdo muy bien los primeros días: las reuniones iniciales, recoger la ropa, los primeros entrenamientos…”

Uno de los recuerdos que más lo marca es la curiosidad y la perseverancia de los jugadores: “Entrenaba a un jugador que marcaba muchísimos goles… pero todos con la derecha. Trabajamos mucho en concienciarlo de la importancia de dominar los dos perfiles. Y un día, marcó por fin su primer gol con la izquierda. Se giró directo hacia mí y me lo dedicó. Ese gesto resume muy bien lo que debe ser nuestra labor: ayudar al jugador a dar un paso más, a crecer”.

La difícil decisión de partir

“La decisión más dura de mi vida fue separarme de mis hijas, pero sabía que este paso les enseñaría a perseguir sus sueños”

Después de cuatro años, Tey sentía que había alcanzado un punto de estancamiento en su crecimiento como entrenador. “Siempre he tenido muy claro que no quería quedarme estancado, y cuando percibí que mi evolución se había frenado, entendí que necesitaba abrir nuevas puertas”, asegura.

Aunque el Barça confiaba plenamente en él, la oportunidad de dirigir en Catar era demasiado significativa como para ignorarla. “La decisión más dura de mi vida fue separarme de mis hijas, pero sabía que este paso les abrirá más posibilidades a ellas y les transmitirá un mensaje valioso. Que su padre persiguió un sueño, que tuvo el coraje de salir de su zona de confort, de adaptarse a otro país y de luchar por crecer. Creo honestamente que ese ejemplo también forma parte de la educación que quiero darles”, señala.

“La decisión más dura de mi vida fue separarme de mis hijas, pero sabía que este paso les enseñaría a perseguir sus sueños”

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Un nuevo reto en el fútbol base internacional

Ahora en el Al-Rayyan Sports Club, Tey dirige al Sub-14 y comparte proyecto con exformadores de La Masia como Pau Moral. “Llegar a un club como Al-Rayyan me ha obligado a mirarme de nuevo como entrenador. Aquí estoy viviendo algo diferente pero muy enriquecedor: un proyecto con una idea de juego muy definida y una apuesta clara por un fútbol proactivo, de iniciativa y de balón”, explica.

Respecto a las diferencias entre ambos contextos, destaca: “En Barcelona había estructura, volumen de jugadores y una cultura futbolística muy arraigada. En Catar, el punto de partida es otro: chicos de muchas nacionalidades con formaciones previas dispares. Esto exige construir bases desde cero y adaptarse a distintos ritmos y perfiles”.

Una de las enseñanzas que Tey ha traído del Barça a Catar es la importancia del proceso: “Formar a un jugador no va de acelerar, sino de darle tiempo, contexto y herramientas para que entienda el juego por sí mismo. Esa filosofía me ha servido muchísimo aquí”.

“Llegar a un club como Al-Rayyan me ha obligado a mirarme de nuevo como entrenador”

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Aprendizajes y objetivos

Su visión sobre el fútbol tras años de experiencia es clara: “La lección más valiosa que me ha enseñado el fútbol es que no se puede ganar siempre, y en la vida pasa exactamente lo mismo. Lo importante es cómo afrontas cada situación y ser fiel a tus valores”.

Con la mirada puesta en el futuro, Tey tiene objetivos ambiciosos: “Mi objetivo es claro: quiero ser entrenador profesional y llegar a dirigir en Primera División. No me limito a un país. Lo haré donde exista un proyecto que confíe en mí y en mi manera de entender el juego”.

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En definitiva, el camino de Iban Tey es la historia de un entrenador que ha sabido combinar pasión, disciplina y valentía. De organizar entrenamientos mientras trabajaba en Media Markt a formar jóvenes promesas en una de las canteras más prestigiosas del mundo y ahora dar un paso internacional, su trayectoria demuestra que perseguir los sueños implica decisiones difíciles, lecciones de vida y la capacidad de crecer en cada etapa.