Almudena Cid, en la gimnasia y en la vida: “Te puedes tambalear sin llegar a caer”
Frente al espejo
La gimnasta olímpica colabora con la firma de zapatillas Merkal y nos habla de su estado actual, de su pasado y de lo más importante que ha aprendido en su vida: el amor propio
Almudena Cid en su presentación de la colaboración de la marca de zapatillas
La única gimnasta de rítmica que ha competido en cuatro Juegos Olímpicos es española, de Vitoria, y se llama Almudena Cid. Su vena artística salió a la luz en el tapiz, donde cada una de sus apariciones tenía toques únicos y especiales. Y por eso para nadie ha sido extraño que tras su retirada el público la haya seguido queriendo y le haya puesto fácil dedicarse a otras disciplinas: la escritura, la interpretación, el periodismo deportivo. De todos modos, y como nos contará en esta conversación, - que se produce entre actos de prensa que requieren de su presencia para anunciar su colaboración con la marca de zapatillas de la que es embajadora, Merkal-, nos dirá que la gimnasta que fue, sigue presente en todo lo que hace en su vida.
¿Cómo se lleva una gimnasta con sus pies?
Tenemos mucha conciencia de ellos. Sabemos que son la base, los que te permiten saltar, girar… en general la gente solo les da importancia cuando duelen, pero las gimnastas notamos su presencia constante por el desgaste al que los sometemos. A mí siempre me han dolido porque los tengo demasiado estrechos para mi disciplina, no nací con los pies ideales para la gimnasia y durante años llevé unas plantillas para pies planos.
Algunos de los modelos de Merkal estuvieron presentes en el acto de prensa
¿Y cómo es tu relación con ellos ahora?
Es curioso porque ahora voy a la pedicura y cuando me preguntan si me quitan las durezas puedo responder que sí. He pasado años sin poder dar esa respuesta para proteger las durezas, los callos que tanto me había costado conseguir. La gente las ve como algo poco estético pero son protectores necesarios para las gimnastas.
Entre todos los giros de tu vida, ¿cuál ha sido el más importante?
La retirada de la competición deportiva, sin duda. Porque te hace atravesar una crisis de identidad. Durante unos años has sido la mejor en algo y eso de repente desaparece. Además, ya no tienes director, entrenadora… alguien que te ayude a tomar decisiones. Y de repente las empiezas a tomar por inercia. No te preparan para eso. Cuando entrenaba me protegían las punteras, mi entrenadora etc. Y cuando esa etapa acaba sientes un vacío muy grande y te parece que tienes muy poco control sobre ti. Por otro lado, la retirada deja hueco para muchas y nuevas experiencias. Pero después pude experimentar lo que es no necesitar nada más que de mí misma para avanzar. Ahora me doy cuenta de que la creatividad y la reinvención han estado siempre conmigo y que ya lo estuvieron cuando mi cuerpo cambió de niña a mujer. Ese fue otro de mis grandes puntos de inflexión. Pero a lo largo de los años me he dado cuenta de que me tengo a mí y de que la vida es demasiado dura como para, además, ponérnoslo más difícil a nosotros mismos.
Momento de presentación de Comfeet de Merkal
¿La disciplina te ha hecho libre?
La disciplina me ha ayudado a ser competente, comprometida y cumplidora. De mí nadie se queja. Al revés, todo el mundo dice que es muy fácil trabajar conmigo y eso es porque me sale de forma orgánica gracias a la disciplina del deporte, que te aporta valores como la puntualidad, el compromiso, el esfuerzo, la superación…
Escribes, presentas en televisión, trabajas como actriz… ¿cómo te definirías en cada una de tus profesiones?
Me cuesta describirme como escritora, lo que he hecho en mis libros es volcar mi experiencia de vida. He intentado redimensionar lo vivido para contárselo a los niños. Pero, básicamente, lo que me define en todas las áreas es lo mismo, es mi creatividad.
¿Eres más deportista o artista?
Primero fui sobre todo deportista pero a partir de los 18 años, cuando sentí que era prescindible, se activó en mí la parte artística. Ahora es parte de mi identidad.
¿Qué te aporta más satisfacción?
Cuando me retiré huía del deporte, pero con el tiempo he descubierto que la gimnasta que fui sigue en mí y está presente en cualquier área a la que me dedique. Sigo siendo y voy a ser siempre esa gimnasta. Y lo noto mucho, por ejemplo, cuando trabajo como comentarista deportiva.
¿Cómo ha cambiado tu idea el amor con los años?
He aprendido que lo más importante del amor es quererse a uno mismo. Quererte a ti, a tu forma de estar y entenderte. Cuando me dediqué al deporte supeditaba todo a mis objetivos deportivos, al rendimiento. Pero he descubierto que el objetivo más importante de todos es estar bien, cuidar tu bienestar.
Bodegón de Almudena Cid
Un rincón con cosas para Almudena
Con el Estuche de Regalo Gloss Absolu (61,90 euros), de Kérastase, como fondo:
Gucci Bloom Body Oil (59,95 euros), el aroma favorito de Almudena, en aceite corporal
Lip Idôle Juicy (38 euros), de Lancôme
Exfoliante líquido 2% BHA (39 euros), de Paula´s Choice
Aceite Capilar Glaze Drops (45 euros) de Kérastase
Eye Perfect (23,95 euros), de Atlantia
Booster de Colágeno, Ácido HIalurónico y Vitaminas Rederm (31,95 euros) de Laboratorios Genové;
VIP Glow (59 euros), crema hidratante e iluminadora de Rabanne
RGnerin Hydro Nutri (62,80 euros), de la Casmara.
¿Por qué trabajas con Merkal?
Porque analizando la historia de Merkal y su propósito, su apuesta por la innovación y la calidad, encontré una similitud con la forma en que he entendido mi carrera. Además es un calzado preparado para adaptarse al movimiento, a los cambios y eso es muy importante para mí. También me convenció su relación calidad- precio. Al final es que nuestro encuentro fue un match.
¿Qué le ha enseñado tu cuerpo a tu mente?
Que aunque las cosas se pongan del revés, se puede no perder el equilibrio. Que te puedes tambalear sin llegar a caerte. Eso se consigue activando los músculos adecuados, no todos. Si activas todo el cuerpo para mantener el equilibro, te caes. En la vida ocurre lo mismo.
Cuatro claves
Su perfume: Gucci Bloom
Su rincón: La casa que me estoy construyendo en Álava, cerca de mis padres
Su calzado: Mis Sneakers Comfeet de Merkal
Su superstición: Entraba con el pie derecho al tapiz y ahora hago lo mismo en el escenario. Y le doy las gracias