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Adiós al calor: las piscinas naturales con aguas cristalinas en España donde refrescarte y escapar de las altas temperaturas del verano

Combatir el calor

La naturaleza está llena de rincones paradisíacos que permiten huir del calor y desconectar de la rutina

Los Charcones (Lanzarote, Canarias)

Cuando el asfalto arde y el aire que entra por la ventana agobia más que alivia, no siempre es necesario encender el ventilador o el aire acondicionado. La naturaleza está llena de rincones paradisíacos que permiten huir del calor y desconectar de la rutina.

Aunque la mayoría opta por escapadas a la playa o a la montaña, muchos desconocen que España cuenta con una extensa variedad de piscinas naturales escondidas entre montañas, barrancos, bosques y formaciones volcánicas. Desde Galicia hasta Canarias, proponemos cinco enclaves únicos donde darse un buen chapuzón sin cloro, sin masificaciones y, sobre todo, en contacto directo con la naturaleza.

Fuente de los Baños (Montanejos, Castellón)

Las Chorreras del Cabriel (Cuenca)

Este espectacular paraje natural se encuentra entre los municipios de Enguídanos y Víllora, en la provincia de Cuenca. Las Chorreras del Cabriel forman parte del cauce del río Cabriel, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2019.

La zona ofrece un paisaje de cascadas, toboganes naturales y pozas de agua turquesa, ideal para practicar senderismo, deportes acuáticos o simplemente disfrutar de un baño en plena naturaleza. La mejor forma de conocer este entorno es recorrerlo a pie a través de una ruta que parte y finaliza en el pueblo de Enguídanos y atraviesa todo el Monumento Natural.

Las Chorreras del Cabriel (Cuenca)

Charco Azul (La Palma, Canarias)

Situado en San Andrés y Sauces, en el norte de la isla de La Palma, el Charco Azul es una de las piscinas naturales más impresionantes del archipiélago canario. Su origen volcánico le otorga un entorno singular, con rocas oscuras que protegen sus aguas del oleaje.

Cuenta con servicios como duchas, bar, socorrista y una piscina infantil, lo que la convierte en una opción perfecta para ir en familia. Sus aguas transparentes y tranquilas son un auténtico oasis frente al calor atlántico.

Charco Azul (La Palma, Canarias)

Fuente de los Baños (Montanejos, Castellón)

Este rincón de la provincia de Castellón es considerado la joya de Montanejos. La Fuente de los Baños ofrece una experiencia única en un entorno de aguas termales, con propiedades mineromedicinales reconocidas desde hace siglos.

Ubicada en el curso del río Mijares, esta piscina natural se encuentra encajada en una espectacular garganta de roca caliza de hasta 15 metros de altura. El caudal de la fuente ayuda al río a recuperar parte del agua perdida por los embalses cercanos, y sus aguas templadas permiten el baño incluso fuera de la temporada estival.

Fuente de los Baños (Montanejos, Castellón)

Gorg Blau (Alta Garrotxa, Girona)

En el corazón del Espacio Natural Protegido de la Alta Garrotxa, el Gorg Blau se encuentra en el paraje de Sant Aniol d’Aguja, dentro del término municipal de Montagut i Oix. Se trata de una poza de agua azul intensa, rodeada de acantilados y vegetación.

Para llegar es necesario realizar una ruta de senderismo desde el núcleo de Sadernes, a unos 15 km de Olot. Aunque algo exigente, el camino está bien señalizado y ofrece una experiencia inolvidable para los amantes de la montaña y los entornos vírgenes.

Gorg Blau (Alta Garrotxa, Girona)

Los Charcones (Lanzarote, Canarias)

En la costa suroeste de Lanzarote se encuentran Los Charcones, un conjunto de piscinas naturales formadas entre las rocas volcánicas, muy cerca de Playa Blanca. Lejos de las zonas turísticas, este enclave es ideal para quienes buscan tranquilidad, aguas cristalinas y un contacto directo con el mar.

Los Charcones (Lanzarote, Canarias)

Aunque el acceso no está especialmente acondicionado y requiere precaución, el entorno es espectacular. Los Charcones son perfectos para sumergirse, relajarse al sol o simplemente contemplar el paisaje que los rodea.

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Todas estas piscinas naturales comparten algo más que belleza: su fragilidad. Son entornos que requieren del respeto absoluto de quienes los visitan. Llevarse la basura, evitar cremas o jabones, y seguir las indicaciones locales es esencial para conservar estos oasis naturales.