Existen lugares en los que la belleza y la paz lo inundan todo; rincones en los que la personalización y la exclusividad van de la mano para ofrecer una experiencia única e irrepetible. Son las islas privadas. paraísos de luz y silencio solo aptos para quienes buscan la excelencia.
Convertidas en el máximo exponente del lujo tranquilo, quienes se alojan en una isla privada tienen a su alcance cualquier comodidad o demanda imaginable. Están diseminadas por todo el planeta -desde el Caribe a Maldivas, desde Baleares a Centroamérica, o desde Mozambique a Filipinas-, te invitamos a conocer algunas de las más impresionantes de todo el mundo.
The Brando (Isla Tetiaroa, Tahití)
El sueño de Marlon

Las villas de The Brando disponen de piscina propia frente al Pacífico
Dos décadas después de la muerte del actor, The Brando continúa simbolizando la historia de amor de Marlon Brando y una isla a la que llegó casi por accidente a principios de los años sesenta. Tetiaroa, un atolón aislado de la Polinesia Francesa, es un remanso de paz y privacidad accesible en un vuelo privado de 20 minutos desde Tahití, de la que le separan medio centenar de kilómetros.
El complejo abrió sus puertas en 2014 de la mano de Richard Bailey, cumpliendo el sueño del intérprete que siempre deseó crear allí un hotel totalmente sostenible. De playas de arena blanca, aguas prístinas y una rica biodiversidad, dispone de 35 villas de estilo polinésico con piscina frente al Pacífico, la mitad de ellas en Bahía Tortuga, bautizada así por ser lugar de anidación de tortugas marinas. Dos restaurantes y un lujoso spa y centro de bienestar son solo algunos de los servicios de uno de los resorts más extraordinarios del planeta.
Six Senses Zil Pasyon (Isla Félicité, Seychelles)
Oda a la felicidad

Six Senses Zip Pasyon es un refugio ecológico que evoca tranquilidad y calma en pleno Índico
Ocupa 262 hectáreas salpicadas de colinas y bosques vírgenes de la isla Félicité, en Seychelles -solo una quinta parte de su superficie-, entre los que emergen treinta villas de madera con solárium privado y piscina infinita, lo que convierten el complejo en toda una joya ecológica. Sus playas de arena blanca, sus palmeras y las imponentes rocas de granito que la bordean evocan una felicidad lejos de cualquier impostura.
Aquí nada defrauda, empezando por sus tres residencias privadas, auténticas mansiones construidas en la cima de sus acantilados con vistas sobre el Índico. Nadar con tortugas, observar aves, someterse a un delicado tratamiento de spa o deleitarse en alguno de sus exquisitos restaurantes son algunas de las propuestas de Six Senses Zil Pasyon; un resort con espíritu sostenible.
Isla Palenque (Panamá)
Emulando a Robinson Crusoe

La vegetación selvática rodea cada una de las casitas de Isla Palenque
Situado frente a la costa oeste de Panamá, Isla Palenque es el paradigma perfecto del lujo tranquilo, fruto de la visión de Benjamin Loomis, el propietario del resort que, inspirándose en Robinson Crusoe, decidió ir a vivir a una isla tropical. De ahí el diseño vanguardista de sus ocho casitas con techo de paja frente al Pacífico, con detalles como bañera exterior, hamacas y un camino privado directo al mar.
Dispone también de una villa de seis habitaciones para hospedar a grupos de hasta doce invitados. Todo ello, rodeado de una vegetación selvática que busca un reencuentro con la naturaleza. El único restaurante ofrece talleres de coctelería, una de las actividades que, junto con los paseos por la playa, el senderismo, el avistamiento de ballenas o el kayak fomentan la desconexión más absoluta.
Bawe Private Island (Zanzíbar)
Todos los tonos del azul

La belleza que desprende Bawe Private Island desde el aire deja a los huéspedes sin habla
Cuando el helicóptero sobrevuela la isla de Bawe procedente de Stone Town, la capital del archipiélago de Zanzíbar, situada a escasos minutos, la belleza que desprende la isla deja a los pasajeros sin habla. Al aterrizar les espera un asistente personal que atenderá sus necesidades, desde trámites administrativos a cualquier deseo que formulen durante la estancia.
Se alojarán en una de las setenta villas con piscina privada y vistas al Índico concebidas para hacer sentir al huésped en una isla dentro de una isla. Y es que, en las 30 hectáreas del complejo, la privacidad es una las máximas.
Sus cuatro restaurantes gourmet ofrecen un viaje sensorial a través de la gastronomía de inspiración suajili y su spa ofrece técnicas de rejuvenecimiento holístico y masajes frente al mar. No faltan las propuestas de esnórquel y buceo para explorar los arrecifes de coral vírgenes, peces tropicales, delfines y tortugas marinas; los paseos en kayak o remo o las espectaculares puestas de sol.
Four Seasons Voavah Baa Atoll (Maldivas)
Privacidad absoluta

Four Seasons Voavah BaaAtoll ocupa un espacio natural protegido
Es, sin duda, una de las propiedades más exclusivas de Maldivas; un reducto de lujo tranquilo en el que pasar absolutamente desapercibido. Durante la estancia, desde la llegada en hidroavión privado hasta la salida, nadie, excepto el personal -un equipo de 26 miembros que incluye un chef y un profesional a cargo del spa- conoce a los huéspedes.
Y es que, si lo desean, en la isla principal, no tienen por qué interactuar con nadie. Sus dos hectáreas de este rincón catalogado por la Unesco reserva de la biosfera pueden acoger a una veintena de personas en siete habitaciones y suites. Un yate de cortesía permite navegar por los alrededores y conectar con este paraíso turquesa de riquísima biodiversidad; un paraíso en el que es posible disfrutar en familia o con amigos, desconectar o celebrar la vida y la amistad sin incursiones de terceros.
Amanpulo (Isla de Pamalican, Filipinas)
La isla de la calma

El acceso a Amanpulo solo es posible en avión privado
Apenas le separa una hora de Manila en vuelo privado y, sin embargo, al alojarse en este complejo propiedad de Aman -uno de los grupos hoteleros más lujosos del planeta-, uno siente estar en un mundo aparte. Rodeada de playas de arena blanca y arrecifes prístinos, Pamalican es una de las 1.800 islas de Cuyo, un archipiélago al norte de Palawan.
Frente a la playa, en la ladera de la montaña, e incluso en las copas de los árboles, sus 40 casitas y villas con terrazas y grandes vistas, se inspiran en las bahay kubo, tradicionales construcciones filipinas. En su tranquilo club de playa con piscina y spa, actividades acuáticas en la playa privada, tenis o la exploración de los arrecifes garantizan una estancia reparadora.
Tagomago (Eivissa)
Un edén insospechado

Tagomago es una de las islas más lujosas de todo el continente europeo
La única isla privada de la mayor de las Pitiusas, de la que le separan escasos minutos, es un paraíso insospechado; un refugio para quienes desean refugiarse de cualquier mirada ajena, entre ellos, personajes de relevancia pública.
De alquiler completo, alberga una única villa de cinco dormitorios dobles en el centro de la isla, con vistas de 360º; piscina, spa, patios y terrazas en los que relajarse o contemplar las puestas de sol. Mayordomo, ama de llaves, traslados privados o un yate con tripulación a disposición de los huéspedes complementan una estancia relajante rodeados de los intensos colores del Mediterráneo.
Kisawa Sanctuary (Bazaruto, Mozambique)
Un santuario de bienestar

Kisawa Sancturary ofrece retiros de bienestar
Enclavada frente a la costa sur del país, la isla más grande del archipiélago de Barazuto atesora uno de los mejores retiros de bienestar del planeta. Su nombre -Kisawa-, que en suajili significa inquebrantable, define su compromiso: el de construir un vínculo entre las personas, el lugar, la vida y la tierra.
Dispone de solo ocho residencias con playa privada y piscina diseminadas entre bosques y dunas, cuyo diseño totalmente sostenible combina de una forma exquisita una estética moderna con toques de la tradición local. Sus tratamientos de bienestar personalizados están centrados en la realineación como antídoto contra la hiperconectividad y la fatiga moderna en un entorno cuya belleza deslumbra.
Elang Private Residence (Bawah, Indonesia)
Muy muy exclusivo

Elang Private Residence está rodeado de arrecifes de coral
La isla de Elang ofrece una escapada a un universo virgen y de lujo personalizado cuyo viaje desde Singapur, en ferry y avión anfibio, ofrece las primeras pistas de la experiencia que espera al huésped al llegar a destino. El complejo es el sueño de Tim Hartnoll, un hotelero que, durante un viaje en velero, descubrió casualmente una isla deshabitada rodeada de un arrecife gravemente dañado por la pesca con dinamita.
De su tesón por revitalizar el ecosistema nació este complejo de seis cabañas de diseño ecológico que solo es posible alquilar en su totalidad. La privacidad es absoluta y sus huéspedes pueden disfrutar de cuantas actividades sean imaginables: desde relajarse en un spa inspirado en las antiguas tradiciones curativas indonesias a saborear platos de alta gastronomía o un baño solitario reconfortante entre aguas cristalinas.