Covarrubias, Hontoria de la Cantera y a Poza de la Sal, resultan sorprendentes y únicos. Son la escapada perfecta donde, además, se come de maravilla, porque su gastronomía ya es, por si misma, un pretexto para recorrer esta zona burgalesa.
La medieval Covarrubias
Covarrubias, en plena comarca del Arlanza, es un pueblo medieval bellísimo que pertenece a la exclusiva Red de Los Pueblos más Bonitos de España desde 2017, conjunto histórico artístico desde 1965, y bien de interés cultural por su centro histórico perfectamente conservado. Así que Covarrubias es imprescindible para saber de verdad cómo era una ciudad castellana del medievo, con muralla fortificada, calles estrechas y empedradas, plazas porticadas, y casas de doble altura en madera y piedra.

La casa de la ilustre Doña Sancha, casada en terceras nupcias con Fernán González
Covarrubias fue fundada por el rey visigodo Chindasvinto, en el siglo VII, y hoy se erige como un precioso municipio donde el conde y guerrero castellano Fernán González creó una plaza fortificada que acabó liderando un importante señorío. A la preciosa localidad se entra por lo que en el siglo XVI fue el edificio del Adelantado de Castilla y además era el Archivo General del Reino.
Una vecina ilustre de Covarrubias en el siglo XV fue Doña Sancha, que casada en terceras nupcias con Fernán González, vivió en una de las típicas casas medievales con fachada de adobe, entramado de madera, amplio soportal y balcones adornados con llamativas y coloridas flores. Y aquí también tuvo casa el obispo Pedro Peña, arzobispo en Latinoamérica en el siglo XVI. Y como buen pueblo castellano, no le faltan historias y leyendas. Se cuenta que doña Urraca, hija de Fernán González, quería casarse con un humilde pastor, pero su padre organizó un matrimonio de conveniencia con un príncipe leonés. Ante el amor adolescente de su hija, el poderoso caballero no dudó en mandar a sus soldados que la encerraran en el enorme torreón que preside Covarrubias.
La princesa vikinga y el torreón de Fernán González
En Covarrubias, las funciones de iglesia parroquial la hace la ex colegiata de San Cosme y San Damián . Está levantada sobre una antigua iglesia románica sobre la que el rey Chindasvinto ordenó construir un pequeño monasterio, que siglos después se convirtió en la colegiata levantada con la piedra sacada de la increíble Hontoria de la Cantera. En San Cosme y San Damián, edificada en 1478, están las tumbas de Fernán González y de su esposa Doña Sancha de Navarra. Aunque la dama más celebre que aquí reposa es la princesa Kristina de Noruega, la primera esposa del infante Felipe de Castilla, el hermano de Alfonso X el Sabio.

Como homenaje a la desdichada princesa Kristina de Noruega se erigió una auténtica iglesia vikinga en una colina cerca de deCovarrubias
Kristina, que era hija del rey Haakon IV de Noruega, protagonizó en una de las crónicas medievales más tristes de la época. Alfonso X el Sabio, pese a estar casado con Violante de Aragón, iba a contraer matrimonio con Kristina de Noruega para intentar tener descendencia. Así que la princesa vikinga comenzó su viaje a España, pero durante el largo trayecto de tres meses, Violante de Aragón quedó embarazada, y Alfonso X El Sabio decidió que la princesa noruega se casase con su hermano, el infante Felipe de Castilla.
Ante el cambio personal de Alfonso X El Sabio, la princesa vikinga y su séquito de más de 100 personas entre nobles y damas de compañía, su gran dote de oro, de plata, de pieles y de otros muchos artículos preciosos, fueron desviados hacia Sevilla para casarla con el infante Felipe de Castilla.
A la princesa Kristina de Noruega no le debió sentar demasiado bien España y falleció cuatro años después, y su marido, el infante Felipe de Castilla trasladó sus restos a Covarrubias. Desde entonces, la princesa que vino del frio ha sido el vínculo de hermanamiento entre Covarrubias y Noruega, plazas que mantienen una estrecha relación y que de vez en cuando realizan actividades culturales interesantes.
Otra joya de Covarrubias es el torreón de Fernán González, también conocido como torreón de Doña Urraca. Es del siglo X y, según los historiadores, es la primera estructura defensiva castellana. El Torreón está rodeado de unos muros impresionantes y tiene un gran patio lleno de réplicas de armas de asedio medievales a tamaño real.

Según los historiadores el Torreón de Fernán González, del siglo X, es la primera estructura defensiva castellana
También tiene un interesante Museo de armas de la Edad Media, una de las mayores colecciones de armas de asedio medievales de Europa, que incluye desde máquinas de guerra a tamaño real hasta maquetas de grandes dimensiones, todas ellas completamente operativas.
Hontoria de la Cantera, la cantera de los 'Pilares de la Tierra'
A 20 kilómetros de Burgos está Hontoria de la Cantera, a donde hay que ir en busca de las piedras con las que se construyó el 90 por ciento de la sensacional catedral de Burgos.

Con las piedras de Hontoria de la Cantera, se construyó el 90 por ciento de la Catedral de Burgos
Y es que en Hontoria de la Cantera hay que entrar en las enormes cuevas artificiales de terreno calcáreo, hechas por el hombre desde tiempos antiguos. Estas cavernas son impresionantes y durante la visita se disfruta de dos enormes galerías, La Catedral, que sirvió de cárcel y almacén militar hasta finales del siglo pasado, y El Pozo, donde se explican las técnicas de extracción de la valorada piedra caliza blanca, desde el medievo hasta mediados del siglo XX.
La impresionante acústica y el contraste de la oscuridad interior con la luz que entra en cascada por una gran abertura en el techo, que antaño servía de respiradero, hacen de la cantera un lugar sobrecogedor y único, donde los túneles tienen casi 10.000 metros cuadrados de superficie. Debido a los enormes espacios creados bajo tierra, la galería de La Catedral fue utilizada por como cuartel y polvorín en la Guerra Civil. Las armas y las municiones del ejercito convivieron con la piedra durante mas de 70 años, hasta que el Ministerio de Defensa las cerró.
Estuvieron muchos años abandonas y olvidadas y afortunadamente hoy se pueden visitar de la mano de Patrimonio de la Luz.
Poza de la Sal, la sal de la vida
Poza de la Sal es la villa medieval perfecta, el lugar que hay que pasear de arriba abajo, y donde hay que tapear en sus antiquísimas tabernas.
Es imprescindible visitar su el Centro de Interpretación para entender la naturaleza de la sal, un condimento indispensable que además, a lo largo de la historia ha sido una forma de pago, de ahí viene la palabra salario. Las salinas están casi en la misma villa, y son un paisaje impresionante que permite entender el diapiro, el peculiar fenómeno geológico que originó el yacimiento salino de Poza de la Sal.

Poza de la Sal es una villa medieval perfecta donde hay que tapear en sus antiquísimas tabernas
Estas salinas son bien de interés cultural como sitio histórico, y es muy llamativo que en la villa hoy encuentres muchísima gente que cuando eran muy pequeños, trabajaron en estas salina. Por ello conocen todo acerca del proceso tradicional de explotación y elaboración de la sal, que en su época dorada producía 100.000 kilos diarios en sus 2.000 eras, y que daba trabajo a unas 3.000 personas en el pueblo. Hoy en día se sigue elaborando sal aunque no a gran escala.
Y en Poza de la Sal nació el primer naturalista del mundo, Félix Rodríguez de la Fuente, el divulgador, naturalista y aventurero que, si hubiese nacido en otro país, hoy sería una de las personas más importantes del planeta por su magnífico trabajo en medioambiente, tan de moda hoy.
Y en Poza de la Sal nació el primer naturalista del mundo, Félix Rodríguez de la Fuente
Y si o si, en Poza de la Sal hay que subir al castillo de los Rojas, del siglo XIV, que se alza sobre un macizo rocoso y que servía para defender la villa y las salinas, y controlar el paso de La Bureba al Páramo. El castillo fue prisión y tuvo un papel fundamental en la guerras de la Independencia y las Carlistas. Y para los amantes de la bici, Poza de la Sal es el mejor punto de partida hacia sus cuatro rutas que van desde los 40 hasta los 4 kilómetros.
Dónde dormir
Hotel Rural Princesa Kristina. Covarrubias. En pleno casco histórico tiene 9 habitaciones con encanto y mucha tranquilidad.
Dónde comer -