36 horas en Budapest: cultura, arte y gastronomía en la ciudad más excitante de Europa Central

'City break'

Los años Széchenyi se han convertido en un icono de Budapest

Algunos se empeñan en equipararla a otras grandes ciudades centroeuropeas, pero la belleza y el dinamismo de la capital de Hungría no admiten comparación. De orígenes celtas y posteriormente romanos, Budapest es hoy una urbe efervescente que atrae a numerosos viajeros por su propuesta cultural, artística y gastronómica. Sus espacios públicos y sus construcciones vanguardistas contrastan con una arquitectura, clásica, elegante y monumental, neogótica, neobarroca, neorromántica y, sobre todo, modernista.

Pero, si hay una imagen que identifique a Budapest, esta es la de su parlamento. Es un bellísimo edificio construido a orillas del Danubio, el río que separa la urbana Pest, en el margen derecho, de la montañosa Buda, en la orilla izquierda, dos ciudades independientes hasta su unificación en 1873.

VIERNES

16 h. Descubre el barrio del castillo de Buda

El castillo de Pest desde el Danubio

El castillo de Buda desde el Danubio

Visit Hungary

Empezamos la visita a la ciudad en el barrio del castillo de Buda, una colina sobre el Danubio catalogada patrimonio de la humanidad salpicada de murallas medievales, edificios históricos y pequeñas calles empedradas, desde donde contemplar las mejores vistas de la capital. El castillo, que hoy luce una espléndida cúpula visible desde la distancia, es la joya más preciada. Conocido también como palacio real, fue construido en el siglo XIII, llegando a convertirse en uno de los principales centros de poder de Europa Central. Y es que, la fortaleza no solo ha ejercido de residencia de monarcas, sino que ha sido escenario de los principales acontecimientos históricos hasta nuestros días. 

Destruido tras la ocupación otomana, recuperó su esplendor gracias a los Habsburgo, pero los importantes daños sufridos durante la Segunda Guerra Mundial obligaron de nuevo a someterlo a una profunda restauración. En la actualidad alberga la Galería Nacional Húngara, el Museo de Historia de Budapest, la Biblioteca Nacional Széchényi y el salón de San Esteban. Esta última estancia, una suntuosa sala de principios del siglo XX proyectada por Miklós Ybl y Alajos Hauszmann -dos renombrados arquitectos de la época-, es el exponente de la mejor artesanía de Hungría.

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Deambular por el barrio del castillo es una delicia, con rincones imprescindibles como la iglesia de Matías, un extraordinario templo gótico-tardío; el Bastión de los Pescadores, una terraza neogótica de siete torres que simbolizan las siete tribus magiares convertida en un espectacular mirador, o el palacio Sándor, la residencia del presidente del país. Los amantes del dulce tienen una cita en la pastelería Ruszwurm, la más antigua de la capital y, al parecer, una de las preferidas de Sissi, en las que probar su deliciosa tarta Dobos. A escasos metros, el hotel Hilton esconde en su interior uno de los pequeños ¡y desconocidos! tesoros de la colina: los restos del claustro de un antiguo monasterio dominico del siglo XIII.

Si has subido a la colina del castillo en funicular –el viejo Budavári Sikló fue inaugurado en 1870-, te recomendamos que bajes a pie hasta el bellísimo puente de Las Cadenas, que desde hace más de 175 años une Buda y Pest. Crúzalo: bienvenido a Pest.

18 h. Un Danubio fascinante

'Zapatos a orilla del Danubio', un monumento contra el olvido a orillas del Danubio

'Zapatos a orilla del Danubio', un monumento contra el olvido junto al río

Getty Images

Una breve caminata de diez minutos por el paseo el Duna-korzó permite tomar conciencia de la importancia del río para Budapest. Centro de la vida económica, cultural y social, sus aguas también han protagonizado episodios oscuros de la historia del siglo XX. Y Zapatos a orilla del Danubio, un monumento que recuerda la barbarie del Holocausto instalado a sus orillas, es un puñetazo en pleno estómago. 

Un total de 60 pares de zapatos de hierro fundido de hombres, mujeres y niños recuerda a quienes fueron asesinados -en su mayoría judíos. como también lo hace la Gran Sinagoga- arrojados descalzos a las gélidas aguas tras ser tiroteados. Junto a la obra, firmada por el director de cine Can Togay y el escultor Gyula Pauer, los transeúntes suelen dejar velas y piedras en conmemoración de las víctimas. 

El Parlamento, en Pest, es un edificio magnífico de principìos del siglo XX

El Parlamento, en Pest, es un edificio magnífico de principios del siglo XX

Arpad Benedek

Llegados aquí, acercarse hasta el Parlamento -algunos consideran que es el más bonito del mundo-, a poca distancia es una tentación. La estampa exterior es espectacular. Más espectacular es, si cabe, contemplarla a bordo de un crucero desde el Danubio, un reclamo turístico al que, en esta ocasión vale la pena sucumbir. En una hora -los hay más largos y otros que incluso ofrecen cenas a bordo- permiten descubrir los edificios más emblemáticos: el Teatro Nacional, el castillo de Buda, el Bastión de los Pescadores, el puente de Las Cadenas o el Monte Gellért con su estatua de la Libertad, entre otros. Al anochecer, la belleza es todavía mayor, si cabe.

20.30 h. Cena de sabores austrohúngaros en Ida Bistro

La elegancia de Ida Bistro se plasma en todos sus platos

La elegancia de Ida Bistro se plasma también en todos sus platos

idabisztro / Instagram

Ubicado en Bazar Várkert, a los pies del castillo de Buda (Ybl Miklós tér 6/1), este restaurante rinde homenaje a la gastronomía austrohúngara. En un ambiente refinado y a su vez relajado y acogedor, el establecimiento, de imponentes techos abovedados, aúna lo mejor de la hospitalidad vienesa con las tradiciones culinarias húngaras reinterpretando recetas tradicionales y elaboraciones contemporáneas con platos clásicos, como el escalope vienés, la sopa gulash y el kaiserschmarrn, sabores intensos y vinos excepcionales. Bautizado con el nombre de Franciska-Ida Lafite, esposa y musa del arquitecto Miklós Ybl, el bistrot busca ser un destino culinario memorable tanto para los locales como para los visitantes internacionales que cada vez exploran en mayor número la capital, una urbe con una gastronomía en auge.

23 h. Un cóctel de altura en The Duchess

Los cócteles son los protagonistas de las noches de The Duchess

Los cócteles son los protagonistas de las noches de The Duchess

theduchessbudapest / Instagram

En la azotea del Matild Palace, el lujoso hotel situado a escasa distancia del puente de Erzsébet, en Pest, The Duchess Rooftop (Váci, 36) se ha convertido en uno de los espacios más de moda de la capital. A modo de licorería “secreta”, se impone probar alguno de sus cócteles de autor durante sus sesiones de dj y contemplar Budapest a través de sus tejados. Las vistas panorámicas y el ambiente son envidiables… y la reserva ¡imprescindible!

SÁBADO

9.30. h Un paseo por Budapest… Unicum

Un puesto de frutas y verduras del  Mercado Central, con ristras de Paprika, el pimentón rojo presente en en todos los platos de la gastronomía húngara

Un puesto de frutas y verduras del Mercado Central, con ristras de Paprika, el pimentón rojo presente en todos los platos de la gastronomía húngara

Getty Images

El día anterior fue intenso, pero intentar conocer la capital en tan poco tiempo requiere adoptar un ritmo trepidante. El sábado empieza en el café Gerbeaud, la histórica pastelería de la plaza Vörösmarty que, desde su apertura, a mediados del siglo XIX, se convirtió en uno de los establecimientos preferidos de la aristocracia de la época (y también de Sissi en sus visitas a Budapest. La emperatriz es recordada con cariño y mencionada con frecuencia por los húngaros). 

El local, que ocupa un espectacular edificio que transporta a épocas pasadas, es un auténtico paraíso para golosos. Si es tu caso, es recomendable no haberse excedido en el desayuno del hotel si se desea probar alguna especialidad, como la tarta Gerbeaud o el puré de castañas.

La historia de Unicum va ligada a la historia del siglo XX

La historia de Unicum va ligada a la historia del siglo XX

Zwack Museum

El siguiente destino será el Mercado Central, en la plaza Fővám, un edificio de hierro forjado escondido en el antiguo núcleo medieval y comercial de Pest. Construido a finales del siglo XIX, es el mercado cubierto más grande de la capital. Vale la pena recorrerlo ya que cuenta con una interesante oferta de artesanía y sobre todo de alimentación. Es posible comer especialidades locales como el lángo (pan frito húngaro) o el rétes (strudel) y hacerse con productos típicos como quesos, especias como la paprika, o alguna botella de Unicum, un licor de hierbas convertido en la bebida nacional. Aunque, para conocer mejor este licor y su fascinante historia se impone acercarse hasta la Casa de Unicum.

El medio ideal para desplazarse hasta el Zwack Museum es el tranvía, cuyos colores blanco y amarillo recuerdan a los que circulan por la capital lusa. Elaborado con más de 40 hierbas distintas, la fórmula del Unicum es uno de los secretos mejor guardados de Hungría. A través de un documental, descubrimos la leyenda de su nacimiento y la apasionante historia de la familia Zwack hasta nuestros días. Y es que este licor amargo con 235 años en su haber fue creado como medicamento para el emperador José II, que ante sus efectos exclamó: ”¡Doctor Zwack, es único!”, y de ahí su nombre. Una visita a las antiguas destilerías en las que se elaboran distintas versiones del licor y una cata completan una experiencia de lo más singular.

12.30 h. Comida en Tati, de la granja a la mesa

Tati propone vinos orgánicos para maridar con sus platos

Tati propone vinos orgánicos para maridar con sus platos

tatibudapest / Instagram

Nos sentamos a la mesa en Tati (Dohány, 58-62), un restaurante acogedor del centro que ilustra otro aspecto de la revolución de la escena culinaria de la capital. Su eslogan, De la granja a la mesa, más que una frase de moda, es una filosofía de vida; el compromiso de ofrecer especialidades húngaras con un toque moderno elaboradas con ingredientes frescos de temporada de la granja familiar. Con un respeto total al medio ambiente, Gábor Soóky deleita con platos como el gulash, el pollo con pimiento, la carrillera de cerdo con guisantes o la trucha con verduras y ortiga. Los jugos recién exprimidos y hierbas locales y los vinos orgánicos completan una propuesta para chuparse los dedos.

14.30 h. Tarde de arte, cultura… y un chapuzón

La avenida Andrássy, el bulevar más elegante de la capital, fue declarada patrimonio de la humanidad en 2002

La avenida Andrássy, el bulevar más elegante de la capital, fue declarada patrimonio de la humanidad en 2002

Getty Images

La avenida Andrássy se prolonga a lo largo de 2,3 kilómetros, desde la plaza de Erzsébet hasta la plaza de los Héroes, finalizando junto al Parque de la Ciudad. Inspirada en el París de la segunda mitad del siglo XIX, fue bautizada así, en honor a Gyula Andrássy que en su día fue primer ministro -y se rumorea que también amante de Sissi-, y hay que recorrerla. 

Convertida en el bulevar más famoso y elegante, por su subsuelo circula la histórica línea 1 del metro, conocida como el metro del Milenio, la más antigua de la Europa continental, inaugurada en 1896. Entre sus construcciones se cuentan innumerables palacetes, tiendas de lujo e importantes instituciones. El edificio más significativo es, sin duda, la Ópera Nacional de Hungría, diseñado también por Miklós Ybl, junto a otros como el Museo de la Casa del Terror, el Memorial Franz Liszt, la Universidad Húngara de Bellas Artes o la edificación art nouveau de los Grandes Almacenes París.

Interior de la Ópera Nacional de Hungría, proyectada por Miklós Ybl e inaugurada a mediados del siglo XIX

Interior de la Ópera Nacional de Hungría, proyectada por Miklós Ybl e inaugurada a mediados del siglo XIX

Visit Hungary

Nos detenemos en la Ópera, un palacio neorrenacentista convertido en templo de la cultura local que puede acoger a un millar de espectadores. Y es que, según cuentan, el emperador Francisco José accedió a su construcción con la condición de que no superara en dimensiones a la Ópera de Viena, que dispone del doble de aforo. 

La visita guiada es muy recomendable, ya que, más allá de las esfinges de mármol que reciben a los visitantes, permite contemplar la elegancia de su interior, repleto de frescos, ornamentos dorados y de una espléndida lámpara de araña que ilumina la cúpula central. Curiosamente el edificio apenas sufrió desperfectos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando sirvió de refugio para más de 750 personas.

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Quienes apuestan por viajar siempre con un bañador en el equipaje, en esta ocasión están más de suerte que nunca. Y es que la urbe ostenta el título de Ciudad de los Balnearios. Por este motivo, no perderemos la ocasión de dirigirnos a los baños Széchenyi, en el Parque de la Ciudad, uno de los complejos termales más impresionantes del Viejo Continente. 

Inaugurado en 1913, el recinto es una joya neobarroca en la que cultura, bienestar e historia van de la mano. Además de zambullirte en una de sus icónicas piscinas, puedes optar por una amplia oferta de tratamientos e incluso experimentar qué se siente en un spa de cerveza.

19.00 h. Más que cultura

Recirquel, la compañía de circo contemporáneo de Budapest, en una de sus 'performances' en Millenáris

Recirquel, la compañía de circo contemporáneo de Budapest, en una de sus 'performances' en Millenáris

Magda Bigas

La oferta de música, teatro, danza y artes plásticas va asociada a un nombre: Müpa, una de las instituciones culturales más modernas de Budapest. Y qué mejor que asistir a una de las innumerables producciones de distintas disciplinas de este palacio de las artes situado junto al puente Rákóczi. Abarca música contemporánea, ligera jazz y ópera, entre otras, circo y danza, así como producciones literarias y cinematográficas. Si tu estancia coincide con la programación de alguna de las obras de Recirquel, una compañía húngara de circo contemporáneo dirigida por Bence Vági, no puedes perdértela. Los montajes, en los que participan acróbatas volando veinte metros por el aire y artistas suspendidos por el pelo, son sencillamente espectaculares.

Si no te importa cruzar la ciudad, Millenáris, en Buda, otro de los espacios culturales más vanguardistas de la capital, no dejará de sorprenderte. Ocupa un antiguo recinto industrial del siglo XIX rodeado de zonas verdes que hoy sirve de escenario de las últimas performances.

21.30 h. La cena más 'cool'

Un año después de su apertura, Vibe Budapest se ha ccolidado como una de las apuestas de ocio nocturno más atractivas

Un año después de su apertura, Vibe Budapest se ha consolidado como una de las apuestas de ocio nocturno más atractivas

vibe.budapest / Instagram

Terminamos esta larga jornada en Vibe Budapest (plaza Széchenyi, 7-8). Abrió sus puertas en 2024 y se ha convertido en el local más de moda de la noche capitalina. No es solo un restaurante o un club nocturno; es una experiencia multisensorial que fusiona gastronomía, música y artes escénicas. Su decoración es espectacular y su propuesta gastronómica de cocina nikkei -una fusión de sabores japoneses y peruanos- y de actuaciones en vivo no defrauda. La comida se sirve en pequeños platos para compartir realmente deliciosos. Los cócteles llevan la firma de Marc Álvarez, el barcelonés que se ha posicionado como uno de los mejores mixólogos del mundo.

DOMINGO

9.30 h. Piérdete en el gran parque

La Casa de la Música es una excepcional obra arquitectónica rodeada de vegeteación que se integra en el paisaje

La Casa de la Música es una excepcional obra arquitectónica rodeada de vegetación que se integra en el paisaje

Nandor Lang / Visit Hungary

Visitar el Városliget, el Parque de la Ciudad de Budapest, es una forma excelente de disfrutar del último día de viaje. El recinto, que en su día fue coto de caza de la nobleza, es hoy el lugar preferido por los locales. Ocupa cien hectáreas en pleno centro de Pest, y se encuentra después de la plaza de los Héroes, al final de la avenida Andrássy. Esta plaza, uno de los rincones más icónicos de la capital, ofrece a través de sus esculturas una lección resumida de la historia de Hungría: recuerda a las víctimas de las guerras, a los principales gobernantes y plasma los valores de la cultura nacional.

La renovación del parque en 2022 trajo consigo un buen número de nuevas atracciones, empezando por la Casa de la Música, una espectacular sala de conciertos diseñada por el arquitecto japonés Sou Fujimoto que se funde con la vegetación. Su propuesta no se ciñe a las audiciones, sino que cuenta con una exposición permanente de la historia de la música que es alucinante. Recorre el mundo y ofrece experiencias interactivas para todo tipo de públicos, incluidos los más pequeños. 

Muy cerca, encontramos el Museo de Etnografia, obra del húngaro Marcel Ferencz. Exhibe una impresionante colección de más de 3.600 objetos entre los que se cuentan trajes típicos, muebles, herramientas o instrumentos musicales, objetos que representan las culturas nacional y mundial. Puedes también acercarte al castillo de Vajdahunyad, enclavado en una pequeña isla al que acceder por uno de sus cuatro puentes y descubrir alguna de sus figurillas de Drácula -existen numerosas esparcidas por Budapest-, recorrer el lago o dirigirte hasta el zoo.

12.00 h. En la mesa del clásico por excelencia

Los platos de Guntel son el vivo reflejo de la cocina tradicional húngara

Los platos de Guntel son el vivo reflejo de la cocina tradicional húngara

gundel.restaurant / Instagram

La última experiencia antes de abandonar la ciudad nos la ofrece Gundel (Gundel Károly, 4), el local centenario -el año pasado cumplió 130 años- referente de la gastronomía húngara. Situado junto al parque, el establecimiento es más que un mero restaurante de alta cocina; es un palacio que ha sabido reinventarse preservando los sabores y la tradición local, entre los que no faltan los once platos considerados especialidades nacionales. Cuenta con un menú extenso, pero resulta especialmente aconsejable el gulash de ternera, el muslo de pato asado con lombarda y albóndigas de patata o la Guntel Palacsinta, una crepe rellena de nueces servida con salsa de chocolate. Con la música de un pianista de fondo, en sus mesas han comido personalidades como Isabel II, que, además, dan nombre a algunas de sus mesas. Con el mejor sabor de boca, nos despedimos de Budapest con el convencimiento de un regreso cercano.

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