La Navidad es una época llena de magia, de reuniones familiares, de luces de colores, villancicos y, sobre todo, de compartir momentos especiales con quienes más queremos. Sin embargo, para muchos, estas fechas pueden ser un recordatorio de la soledad, ya que un 20% de la población en España vive la soledad no deseada, y casi la mitad ha experimentado este sentimiento en algún momento, según el Barómetro de la Soledad No Deseada en España 2024, de la Fundación Once.
En este contexto, los perros y gatos se convierten en una fuente incalculable de apoyo. La Fundación Affinity destaca que estos compañeros no solo proporcionan cariño y compañía constante, sino que también actúan como un puente social, ayudando a las personas a conectar con otras y promoviendo el bienestar emocional. Un paseo con tu perro o simplemente estar en su compañía puede abrir la puerta a nuevas amistades.

Un paseo con tu perro o simplemente estar en su compañía puede abrir la puerta a nuevas amistades
“La necesidad de contacto humano y apoyo emocional se vuelve especialmente importante en las fechas navideñas. En este contexto, los perros pueden convertirse en un puente hacia la interacción social, fomentando conexiones con otras personas. De esto pueden beneficiarse no solo quienes conviven con un animal, sino con quienes se establece el contacto, por ejemplo, durante los paseos o en actividades de ocio en las que el animal está presente, ya que ayudan a que las personas se sientan más relajadas para interactuar entre sí”, explica Laura Rodríguez, responsable de comunicación de la Fundación Affinity.
“Un perro o un gato proporciona una fuente única de apoyo social, particularmente en situaciones donde otras formas de conexión social son limitadas o poco accesibles. Según han demostrado diversos estudios científicos, su capacidad para facilitar los vínculos afectivos entre las personas refuerza su rol como fuentes de apoyo emocional”, afirma Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity “Animales y Salud” de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Los perros y gatos se convierten en una fuente incalculable de apoyo
Perros y gatos ofrecen compañía
Creación de espacios compartidos
De este modo, los perros y gatos no solo ofrecen compañía a quien convive con ellos, sino que también facilitan la creación de espacios compartidos y experiencias con otras personas que pueden transformar la Navidad en una oportunidad para sentirse más cerca de los demás. De hecho, muchos no imaginan pasar estas fechas sin sus animales. “Nunca me he sentido sola porque casi siempre he tenido un perro o un gato. Su compañía me ha ayudado a sobrellevar experiencias negativas y a salir adelante. Esta Navidad estaré rodeada de familia, amigos y, por supuesto, de mis animales”, comparte Elena Blanco, que convive con un perro y un gato.
Jesús Abió, un jubilado de 70 años que vive con su perra Nina, asegura que “no me siento solo a pesar de que paso varias horas al día con la única compañía de mi perra Nina. Ella me obliga a salir a pasear con frecuencia y en esos paseos junto a ella, me doy cuenta de que la interacción social con otras personas es mayor que cuando voy solo. Nina es fuente de conversaciones, de saludos y sonrisas”, afirma Jesús.

Muchos no imaginan pasar estas fechas sin sus animales
Animales que unen
Conexión entre personas
En este clima de cercanía y unión, la Fundación Affinity ha lanzado una iniciativa en redes sociales en colaboración con el portal Viaja Con Tu Mascota, para facilitar esa conexión entre personas y fomentar un espíritu navideño más cálido. Se anima a aquellos que deseen encontrar nuevas formas de socializar a conocer a otros a través de sus peludos, promoviendo la idea de que “el vínculo con nuestros animales y el amor por ellos pueden unir a personas que en estas fechas quieran una mayor interacción social”.
Porque, al final, la Navidad se trata de estar juntos, de compartir momentos, sonrisas y mucho cariño. Y si es con la compañía de nuestros animales, ¡mejor que mejor! Que estas fiestas estén llenas de conexiones, de nuevas amistades y, sobre todo, de mucho amor, tanto humano como peludo.