La especialista en antrozoología Paula Calvo ha querido poner el foco en los mordiscos suaves que los gatos a veces dan durante las caricias.
En su post, la experta ha explicado que estos llamados “mordisquitos de amor” son más comunes de lo que se piensa y pueden deberse a distintos motivos, ninguno necesariamente relacionado con agresividad.
“”Si tu gato te ha mordido mientras le acariciabas, puede ser por sobreestimulación, instinto de juego o demostración de afecto”, aseguró.
Uno de los principales motivos detrás de estos comportamientos, según Paula, es la sobreestimulación. Aunque acariciar a un gato suele ser una actividad placentera para ambos, “un exceso puede sobreestimular al gato”, advirtió.
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La experta recomienda estar atentos a señales como movimientos rápidos de la cola, orejas hacia atrás o pupilas dilatadas, que indican que el animal necesita un descanso. En algunos casos, explicó, “esa sobreestimulación puede venir por una fuerte emoción que siente el gato por tu contacto y como no sabe cómo gestionarlo, deriva en un mordisquito de amor”.

Un gato lame en la nariz en una seña de cariño y agradecimiento
Otro factor que puede provocar estas mordidas es el instinto de caza natural en los gatos. “Si no tienen juguetes adecuados, es probable que persigan manos o pies como si fueran presas, y al estar acariciándolo, puede que los movimientos de tus manos lleguen a activar su instinto depredador”, señaló.
“A veces esas mordidas suaves son una forma de cariño”, apuntó, citando a la organización Catch Protection, que señala que pueden ir acompañadas de lamidos, reflejando una mezcla de juego y afecto.