Cuando Daisy baja la cabeza y bloquea el paso, no hay negociación posible. Da igual quién venga o con qué intención: si alguien se acerca demasiado a Sarge, lo empuja sin contemplaciones. Y si ese alguien es Gunner, el otro perro de la finca, la reacción es automática. Daisy se interpone, le aparta y vuelve a colocarse entre él y el cachorro. En esa finca de Dakota del Sur, hay jerarquías que no se discuten.
No es la primera vez que ocurre. La vaca, acostumbrada al trato humano y al bullicio de otros animales, lleva semanas actuando como si Sarge fuese suyo. Lo sigue, lo lame y se mantiene siempre cerca. La escena ha sido grabada por quienes cuidan de todos ellos, que han publicado el vídeo en TikTok con un mensaje breve: “Hoy me he convencido de que mi vaca cree que mi perro es su cría”.
No quiere compartir
La vaca se lo ha tomado muy en serio
En las imágenes se aprecia cómo Daisy se mantiene firme cuando Gunner intenta acercarse al cachorro. Como se recoge en el clip, “cada vez que Gunner intenta tumbarse junto a Sarge, se activa su modo bola de demolición”. Esa dinámica se ha convertido en una especie de rutina diaria. Gunner se acerca. Daisy lo detecta. Y empieza un empujón tras otro. Sin violencia, pero con insistencia.
Pese a todo, esa actitud no se repite con todos. En otro momento del vídeo, una cerda llamada Shirley cruza delante de Daisy sin recibir ni una sola advertencia. “Es como si quisiera que todos se llevaran bien y ser amigos”, ha dicho un usuario sorprendido. Camina tranquila, sin interrupciones. Un detalle que refuerza la idea de que entre Daisy y Gunner hay una tensión específica. Quizá por rivalidad, quizá porque Sarge es el centro de todo y Daisy ha decidido que solo ella puede estar a su lado.
Lo que queda claro es que la relación entre la vaca y el cachorro no pasa de puntillas en la finca. Daisy actúa con constancia, y su comportamiento ya forma parte del día a día. Entre todos los animales que comparten espacio en la granja, solo ella se comporta como si tuviera un cachorro propio. Sarge acepta esa protección sin rechistar.
