La mayoría de dueños de cualquier mascota siempre buscan lo mejor para sus animales. Cada animal tiene sus propias necesidades y, en el caso de los perros, hay distintos factores a tener en cuenta si se quiere proporcionar el mayor bienestar posible para el can.
Con la llegada del calor en verano, son muchas las personas que buscan todas las formas posibles de aliviar a sus peludos del agobio. Hay muchos dueños preocupados por los golpes de calor, pero lo que muchos no saben es que, a la hora de salir a la calle, también hay que tener mucho cuidado con las espigas.
Sobre ello habla la veterinaria María Vetican en una de sus recientes publicaciones en redes sociales. En el vídeo, la experta asegura que las espigas son su “mayor miedo” en verano y que también deberían serlo para todos los dueños de perros. Y es que asegura que todos los días llega algún perro a su consulta por problemas derivados de estas plantas.
“Se meten por todas partes: en los oídos, en los ojos, en la nariz, en la garganta, entre los dedos de las patas, en las axilas, en las partes íntimas... En cualquier sitio”, explica la experta mientras muestra imágenes de varias extracciones de espigas en distintas partes del cuerpo de algunos perros.
“Y no son inofensivas, causan mucho daño”, alerta María Vetican, que recomienda evitarlas a toda costa y explica los síntomas que puede presentar tu perro si se ha lesionado con una de ellas.
“Si, después del paseo, tu perro empieza a sacudir mucho la cabeza, tiene una oreja caída o se la rasca mucho, no para de estornudar o de toser, tiene un ojo muy cerrado, lloroso e inflamado, cojea un poco o se lame mucho la pata y tiene un bulto, sospecha sin ninguna duda de espiga”, advierte la veterinaria.
Reacciones en redes
“A mi perro lo operaron hace unos días por una espiga que le iba a tocar el pulmón. Ahora está todo bien, pero son peligrosas aunque no lo parezca”
En estos casos, hay que acudir lo antes posible a un veterinario, pide María Vetican, que advierte que las espigas, especialmente cuando están secas, “causan lesiones, infecciones y abscesos muy fácilmente” que pueden poner la vida de los perros en peligro. “Cuanto más tardes en ir, mayor será el daño que le provoque a tu mascota y mayor será la factura veterinaria”, concluye la profesional.

