Fiddler estaba famélico y solo, pero eligió bien a quién pedir ayuda y ahora busca una nueva oportunidad en familia

Segunda oportunidad

Aunque no se mostraba asustado ni agresivo, el animal presentaba signos evidentes de abandono, con un cuerpo muy delgado, el pelo enmarañado y una energía baja

Segunda oportunidad para Ditta, la perra a la que abandonaron después de dar a luz

La aparición de Fiddler en lo alto de una casa en Nueva Jersey desató la preocupación del vecindario

La aparición de Fiddler en lo alto de una casa en Nueva Jersey desató la preocupación del vecindario

Fiddler no eligió una cornisa cualquiera. Subió al tejado de una casa en Nueva Jersey y se quedó allí, a la vista de todo el vecindario, como si su presencia fuese un aviso. Desde esa altura, sin moverse demasiado, esperaba. No ladraba ni se agitaba. Solo estaba.

Así fue como acabó fotografiado y compartido en redes, con una imagen que alertó al refugio Ramapo-Bergen Animal Refuge. El perro, aún muy joven, parecía buscar algo más que una vista desde lo alto.

Muy frágil

Abandonado y desesperado por tener ayuda

Los voluntarios del centro acudieron poco después y consiguieron bajarle del tejado sin incidentes. En cuanto estuvo en el suelo, vieron su estado: delgado, con las costillas marcadas y el pelaje completamente enredado.

Según explicaron desde el refugio a The Dodo, mientras lo examinaban descubrieron que, a pesar de su debilidad, el perro no se mostraba apático. Querían asegurarse de que recuperara peso de forma adecuada, así que pusieron en marcha un plan de alimentación adaptado, al tiempo que le proporcionaban atención veterinaria.

Los voluntarios diseñaron un plan de alimentación adaptado para ayudarle a recuperar peso

Los voluntarios diseñaron un plan de alimentación adaptado para ayudarle a recuperar peso

Con el paso de los días, Fiddler fue ganando fuerza. Empezó a moverse con más energía, a mostrar interés por el entorno y a socializar. Desde el propio centro afirmaron que “ha ganado peso, tiene mejor aspecto y está lleno de energía para jugar”.

Tenía menos de un año cuando fue encontrado. Su comportamiento, torpe y simpático, era el típico de un cachorro grande que todavía no ha aprendido a controlar su tamaño. Ahora se le ve más seguro, salta, corre, se revuelca por el césped y busca continuamente la compañía de otros perros. Desde Ramapo-Bergen Animal Refuge añadieron que “le encanta jugar con otros perros, recibir atención y moverse sin parar con esa alegría torpe que contagia”.

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Buscan para él una familia que no tenga problemas con su pelo denso y que esté dispuesta a mantenerlo limpio y bien cuidado. También indicaron que “un hogar con otro perro amigable podría encajar muy bien con su carácter”. Confían en que su nueva etapa empiece pronto. El refugio aseguró que “merece una vida de cariño, estabilidad y bienestar después de todo lo que ha pasado”.

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