Paula Calvo, antrozoóloga, ha querido destacar, a través de un video de TikTok, la profunda conexión que une a los humanos y los perros a lo largo de la historia: “Compartimos historia genética con los perros, y mientras ellos se adaptaban a nuestra forma de vida, nosotros también nos adaptábamos a ellos”. Según la especialista, esta relación no es solo afectiva, sino que constituye un ejemplo claro de coevolución entre especies.
Hay una gran conexión interespecies
Perros y humanos han ido evolucionando de manera conjunta a través de los años
Paula Calvo explica que perros y humanos no solo han convivido durante miles de años, sino que se han transformado mutuamente: “Un estudio publicado en Nature Communications por Wang y su equipo en 2013 demostró que a lo largo de más de 15.000 años, durante la domesticación, viniendo de lobos a perros, ellos también nos estaban transformando a nosotros”. Esta investigación evidencia que la relación humano-perro va mucho más allá de la mera compañía.
Durante este proceso, los perros desarrollaron habilidades sociales excepcionales. “Aprendieron a leer nuestras emociones, a interpretar nuestra mirada, a identificar nuestro tono de voz y nuestras rutinas. Desarrollaron una sensibilidad social única que ninguna otra especie parece haber replicado”, señala Calvo. Esta capacidad para comprender y anticipar nuestro comportamiento ha consolidado a los perros como compañeros inseparables del ser humano.
Pero la influencia no ha sido unilateral. Según la antrozoóloga, los humanos también experimentaron cambios significativos: “Nosotros también cambiamos en nuestra genética, en nuestro comportamiento, incluso en nuestra forma de comunicarnos, hay trazos de esa relación profunda y prolongada con los perros”, explica demostrando que la domesticación ha sido un proceso de adaptación mutua que ha dejado huellas tanto en nuestra biología como en nuestra conducta social.
La conexión entre ambas especies se refleja en pequeños gestos cotidianos. “Así que cuando tu perro te mira, cuando te acompaña sin pedir nada o simplemente se tumba cerca de ti en silencio, no es una casualidad, es una conexión interespecie”, explica Calvo. Además, la especialista recalca que estos vínculos se han ido consolidando a lo largo de siglos de convivencia, generando un entendimiento que trasciende la comunicación verbal.
Para Calvo, comprender esta relación implica valorar su dimensión evolutiva: “Cuando alguien dice 'es solo un perro, no entiende lo que está pasando', porque no es solo amor, no es solo compañía, es vínculo evolutivo, es historia compartida. Si alguna vez has sentido esa conexión profunda con tu perro y no sabías cómo explicarla, ya sabes que la ciencia ya lo hizo por ti”.