Algunos animales desarrollan una relación muy fuerte con quienes conviven con ellos, y cualquier intrusión en su territorio puede alterar por completo su ánimo. Esa reacción, que suele ir acompañada de gestos o sonidos reconocibles, forma parte de su manera de expresar lo que consideran una falta de atención o una invasión de su espacio.
En los gatos domésticos, ese comportamiento puede ser todavía más evidente, sobre todo si se combina con una personalidad dominante o muy vocal. Esa fue precisamente la situación que se vivió en la casa de un gato británico que no soportó ver cómo su dueña saludaba a otro felino casi idéntico a él.
Irritado a más no poder
Un gato reacciona con enfado al descubrir a su doble en el jardín
El protagonista de la historia es Arthur, un gato de pelaje blanco y negro, famoso por no callarse nunca. Un día, su dueña se acercó a un gato callejero que había entrado en el jardín, y el encuentro desató la furia de Arthur al descubrir que el visitante era prácticamente su doble. La escena quedó registrada en un vídeo publicado en TikTok, donde se puede escuchar al animal maullando con un tono que deja clara su indignación.
Según se explica en la publicación, Arthur es conocido por ser “el gato más hablador del Reino Unido”, y su reacción no decepcionó. Los maullidos se multiplicaron en cuanto vio a su dueña con el otro felino, una mezcla de sorpresa y enfado que convirtió el momento en algo tan cómico como ruidoso. La dueña no pudo evitar grabar la situación, mientras el gato mostraba una expresión que parecía decirlo todo sin necesidad de palabras.
Arthur tiene 16 años y, como suele ocurrir con los gatos mayores, se ha ganado cierta fama de cascarrabias. Quienes siguen sus vídeos aseguran que esa forma de protestar es parte de su encanto, aunque muchos habrían preferido ver una amistad entre los dos gatos en lugar de una rivalidad tan sonora.
Entre los comentarios destacó uno que resumía con humor la reacción general: un usuario escribió “tiene muy claro quién manda en casa”. Una frase que, aunque irónica, describe perfectamente el pequeño conflicto entre los dos felinos británicos.
