La ternura sigue siendo uno de los rasgos más valorados en los personajes que perduran con el tiempo. Algunos logran mantenerse en la memoria colectiva porque transmiten amabilidad, optimismo y una forma sencilla de entender la convivencia.
El oso Paddington es un ejemplo claro: su educación, su sentido del humor y su manera de afrontar las dificultades con cortesía lo convirtieron en un icono del cine y la literatura infantil. En 2023, la película Paddington 2 superó incluso a Ciudadano Kane en la web Rotten Tomatoes, situándose como la cinta mejor valorada por la crítica. Es difícil encontrar un personaje que haya inspirado durante más de seis décadas tantas sonrisas y tanta simpatía.
Parecido razonable
Un perro real que ha despertado la misma ternura que un personaje de cine
Quizá por eso ha causado tanta sensación la aparición de un perro que parece su reflejo en el mundo real. Se llama Teddy y tiene un pelaje color miel, una expresión dulce y unos ojos oscuros que recuerdan al oso más educado de la ficción británica.
En un vídeo difundido por su dueña, muchos coincidieron en que bastaría con ponerle un abrigo azul y un sombrero rojo para confundirlo con el protagonista de las películas. Sus gestos, sobre todo cuando ladea la cabeza, han despertado un aluvión de comentarios llenos de cariño y humor.
Entre las respuestas más destacadas, un usuario escribió: “Este es Paddington. No aceptaré otra explicación.” Otro añadió: “Ese perro es un oso que se llama Paddington. Lo necesito. Es demasiado bonito.” También hubo quien llevó la broma más allá y preguntó por una posible descendencia entre mascotas: “Mi perra quiere saber si él sería el padre de sus cachorros porque serían adorables.”
Algunos comentarios jugaron con la idea de que Teddy fuera algo más que un simple perro, e incluso inventaron una raza imaginaria. “Me encantaría saber si es una especie secreta o un animal distinto por completo”, decía un mensaje. Otro lo resolvía con humor: “Es la nueva raza de ternura extrema llamada Peluchín de Cejas Inclinadas. Si quieres uno, mándame un millón de dólares.”
En cualquier caso, Teddy parece haber encontrado su propio papel protagonista: un perro que, sin buscarlo, ha conseguido despertar la misma simpatía que su doble de ficción.
