Las abejas también pican a los perros: este es el protocolo a seguir, según los expertos en salud canina

Saber actuar

Cuando aparecen vómitos, falta de apetito o cansancio extremo, la situación exige una visita inmediata al veterinario, ya que el avance de la reacción puede comprometer la respiración y poner en peligro al perro

No es solo un palo: esto es lo que sienten los perros cuando encuentran uno cuando salen de paseo

Perro

Perro

Las picaduras de insectos suponen un riesgo considerable para los perros, sobre todo durante las salidas al aire libre. La piel expuesta y el instinto de curiosidad los hacen especialmente vulnerables a estos encuentros fortuitos. En la mayoría de los casos, las reacciones son leves, pero algunas especies de abejas pueden provocar cuadros alérgicos que se agravan con rapidez.

Conocer los síntomas y las medidas inmediatas puede marcar la diferencia entre una molestia pasajera y una urgencia veterinaria. Esa es la advertencia que la doctora Fleur Jones, veterinaria de urgencias del Veterinary Emergency Group, explicó en una conversación con The Dodo.

Hay que estar atento

Retirar el aguijón con cuidado es la primera medida antes de acudir al veterinario

Según la especialista, los animales suelen llegar a su consulta sin que sus cuidadores hayan presenciado el momento del aguijonazo. “A menudo los dueños no ven cómo ocurre”, indicó, “y vienen al hospital después de notar picor, rascado, hinchazón facial o habones”. En los casos leves, los perros muestran incomodidad, jadeo o rechazo a las caricias en la zona afectada, signos que revelan dolor o irritación local.

Sin embargo, cuando se desarrolla una reacción alérgica grave, el cuadro cambia de forma alarmante. La doctora detalló que “en las situaciones más serias aparecen letargo, vómitos, diarrea o falta de apetito”. En ese punto, subrayó la necesidad de acudir cuanto antes al veterinario, ya que se trata de una situación potencialmente mortal.

Abeja posada sobre una flor

Las reacciones alérgicas graves pueden poner en riesgo la vida del animal

Ernest Siles / Terceros

Cuando se confirma que el animal ha sido picado, la primera actuación consiste en retirar el aguijón, siempre que el perro lo permita. “Debe identificarse y extraerse con una tarjeta de crédito limpia”, explicó Jones, que recomienda raspar suavemente la zona para liberar el aguijón sin presionar el veneno restante.

Después, el siguiente paso es comunicarse con el veterinario habitual para que indique la dosis de antihistamínico o, en su defecto, acudir directamente a un centro de urgencias. En su experiencia, los casos leves suelen mejorar tras una inyección de Benadryl o de corticoides. “Si la reacción es leve y hay mejora, aconsejo continuar con Benadryl en casa durante uno o dos días”, añadió la especialista.

La prevención también juega un papel esencial, especialmente durante excursiones o paseos largos. Jones recomienda llevar siempre comprimidos de Benadryl en el botiquín del perro, con una dosis previamente calculada por el veterinario. Advirtió además sobre el peligro de ciertos preparados líquidos que incluyen xilitol, un edulcorante tóxico para los perros.

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En caso de duda o ante cualquier empeoramiento, la veterinaria recordó que lo más prudente es acudir al servicio de urgencias más cercano para recibir tratamiento inmediato.

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