¿Bañas a tu perro frecuentemente? El Kennel Club pide encarecidamente que no lo hagas: “Puede tener un efecto perjudicial en su pelaje”

Cuidados básicos

Eliminar los aceites naturales con lavados continuos deja el pelo más seco y reduce su capacidad de proteger la piel, lo que puede causar irritaciones

No es solo un palo: esto es lo que sienten los perros cuando encuentran uno cuando salen de paseo

perro bañándose

Los perros acumulan olores por su curiosidad y su contacto con el entorno

El olfato de los perros está diseñado para detectar una amplia gama de aromas, por lo que resulta habitual que adquieran olores fuertes tras ciertas actividades. Su curiosidad los lleva a explorar con el hocico y el cuerpo, de modo que pueden impregnarse fácilmente de restos del entorno, como tierra húmeda o sustancias orgánicas. Esa tendencia es especialmente evidente en los animales que pasan tiempo al aire libre o que disfrutan escarbando.

La intensidad del olor no siempre indica suciedad, sino la acumulación natural de compuestos que su pelaje retiene con facilidad. Este comportamiento, frecuente en muchas razas, explica por qué el cuidado del baño requiere atención especial, tanto en adultos como en cachorros, tal y como advierte el prestigioso Kennel Club.

Mejor espaciar

El exceso de baños puede dañar el pelaje y aumentar la sequedad de la piel

El organismo advierte que el exceso de lavados puede perjudicar al perro. Según explicó, “puede tener un efecto perjudicial en su pelaje”. La eliminación continua de los aceites naturales deja el pelo más seco y menos capaz de proteger la piel, lo que aumenta el riesgo de irritaciones.

perro bañándose

Perro bañándose

Por ese motivo, aconseja espaciar los baños y reservarlos para momentos puntuales, como cuando el animal se ensucia con sustancias que desprenden mal olor o tras nadar. En esas situaciones, se recomienda utilizar un champú específico para perros y una alfombrilla antideslizante si se baña en casa, para evitar resbalones. Tras el aclarado, es esencial secar bien el cuerpo con una toalla y comprobar que no queden restos de jabón que puedan causar picor o enrojecimiento.

Pese a estas recomendaciones, un estudio publicado en la revista Frontiers in Veterinary Science concluye que “los efectos de baños frecuentes o repetidos en la microbiota dérmica canina son desconocidos”, lo que implica que no hay evidencia suficiente para afirmar con certeza que bañar muy a menudo dañe siempre la piel del perro.

Más débiles

Los cachorros no deben bañarse hasta controlar su temperatura corporal

En el caso de los cachorros, el Kennel Club señala que es necesario tener precaución. Los animales de menos de siete u ocho semanas aún no regulan correctamente su temperatura corporal, de modo que un baño a esa edad puede resultar peligroso. Si se mojan demasiado pronto, podrían enfriarse con facilidad y enfermar después.

Por ello, se aconseja esperar hasta que el cachorro haya alcanzado la edad suficiente para mantener su calor interno antes de realizar cualquier lavado. A partir de ese momento, el baño puede formar parte de una rutina de higiene moderada, siempre con productos suaves y agua templada.

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El Kennel Club resume su posición con una recomendación clara: los perros solo necesitan bañarse cada pocos meses, salvo si se han ensuciado mucho o presentan olores difíciles de eliminar. Con este criterio, la institución pretende evitar prácticas que alteren el equilibrio natural del manto y favorecer un cuidado más respetuoso con la fisiología del animal. Mantener esa frecuencia ayuda a conservar su pelaje sano y su piel protegida.

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