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Motor

Confirmado por la DGT: la medida más ignorada para conducir con seguridad sobre hielo y nieve

Clima

Varias personas colocan las cadenas para circular por una carretera cubierta de nieve, este jueves 20 de noviembre de 2025, en Pedrafita do Cebreiro.

Varias personas colocan las cadenas para circular por una carretera cubierta de nieve, este jueves 20 de noviembre de 2025, en Pedrafita do Cebreiro.

Eliseo trigo / EFE

La escena se repite cada invierno: un coche avanza por una carretera aparentemente tranquila, el termómetro exterior marca tres grados y, de repente, una placa de hielo convierte un tramo anodino en un riesgo real. En jornadas como las vividas este miércoles 19 de noviembre, con la entrada de una masa de aire frío en buena parte del país, la Dirección General de Tráfico (DGT) vuelve a lanzar el mismo mensaje urgente: compruebe el estado de las carreteras antes de ponerse al volante.

Pero este año, en su nota de prensa, la entidad ha querido subrayar especialmente una instrucción que pasa desapercibida para muchos conductores y que, sin embargo, puede marcar la diferencia entre mantener el control del vehículo o perderlo en apenas un segundo: circular con una marcha más larga en superficies deslizantes.

No es una recomendación anecdótica. Aunque no siempre existen informes desagregados sobre siniestros por hielo y nieve, el más reciente, correspondiente a 2021, permite dimensionar el problema: 61 accidentes con víctimas se produjeron en estas condiciones. No son muchos, pero bastan para entender hasta qué punto un pequeño gesto puede ser decisivo.

Marcha larga, vida larga: la pauta que abre todas las guías

En el suplemento especial de la revista Seguridad Vial, esta indicación aparece entre las primeras. Y no por casualidad: cuando el motor gira a menos revoluciones, las ruedas tienden menos a patinar. Es un ajuste mínimo que no altera la conducción, pero que incrementa significativamente la estabilidad.

La DGT matiza, además, cómo aplicarlo:

  • En llano y en subidas, mejor marchas largas.
  • En descensos, la estrategia se invierte: marchas cortas y freno motor, evitando pisar el pedal salvo que sea imprescindible.

Es una lógica sencilla, pero fácil de olvidar en un momento de tensión. Por eso la entidad insiste en recordarlo justo cuando empiezan a caer las primeras nevadas de la temporada.

La escena que nadie quiere vivir: qué hacer si pisas una placa de hielo

El organismo advierte que las placas pueden aparecer en cualquier momento y en zonas aparentemente inofensivas: un puente, un tramo umbrío, una curva donde no llega el sol. El conductor no siempre las ve venir. Si el coche pasa sobre una, la clave es no tocar el freno. La maniobra adecuada, según la DGT, consiste en:

  1. Levantar suavemente el pie del acelerador.
  2. Mantener las ruedas rectas.
  3. Corregir solo cuando el coche recupere la adherencia.

Una reacción instintiva, frenar de golpe, puede amplificar el deslizamiento. Una reacción consciente, en cambio, permite recuperar el control en apenas unos metros.

Nieve cuajada: por qué no conviene abandonar las roderas

Cuando la nieve empieza a compactarse, las roderas marcadas por otros vehículos se convierten en el camino más seguro. Salirse de ellas aumenta el riesgo de patinaje, especialmente si el coche no lleva neumáticos de invierno o cadenas.

La DGT recuerda que la presencia de una quitanieves no garantiza un firme perfecto: puede dejar franjas de nieve dura o hielo que, sin equipamiento adecuado, hacen todavía más difícil avanzar. La advertencia es clara: la carretera puede parecer limpia, pero no siempre lo está.

Distancia de seguridad y suavidad: los otros dos pilares de la conducción invernal

Con hielo o nieve, la conducción se vuelve más lenta, más intuitiva y mucho más suave. La distancia de seguridad debe multiplicarse y los movimientos del volante y los pedales han de ser progresivos. Cualquier brusquedad puede desencadenar un derrape.

Además, la entidad recomienda llevar siempre a mano un equipamiento básico: anticongelante, rasqueta, linterna, manta y guantes, comida y bebida, y una pequeña pala en zonas de montaña. Son elementos simples, pero útiles en caso de quedar retenido o si la carretera empeora súbitamente.

Cadenas, neumáticos y soluciones de agarre: elegir bien importa

El organismo insiste en que los neumáticos de invierno, o los de tipo all-season, ofrecen la mayor eficacia en frío. Si se utilizan cadenas, deben colocarse en las ruedas correctas según el tipo de tracción. También señala alternativas como las cadenas textiles, bridas de nylon o cadenas tipo araña semiautomáticas.

Pequeños detalles completan la lista de precauciones: vigilar el termómetro exterior (muchos coches alertan automáticamente al bajar de 4 ºC), revisar el estado de los limpiaparabrisas y los faros, y prestar especial atención a las zonas donde el hielo puede permanecer incluso a pleno sol.

La conducción invernal no es solo técnica: es anticipación. Una marcha más larga, una distancia mayor, un gesto suave en el volante o el simple hábito de consultar el estado de las carreteras antes de salir pueden evitar accidentes que, sobre hielo o nieve, se desencadenan en segundos. La DGT lo resume con un mensaje directo: la prevención empieza mucho antes de que aparezca la primera placa de hielo.