Los coches con más de 10 años de vida son propensos a sufrir averías y reparaciones cada vez más caras. Además, el riesgo de sufrir un accidente crece de manera exponencial a medida que el vehículo va envejeciendo. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), la antigüedad media de los turismos en los que viajaban víctimas mortales de accidentes en carretera el pasado año 2017 fue de 13,2 años.
España es el país con el parque automovilístico más anticuado de los principales mercados europeos. E l 60% de los vehículos tiene más 10 años, o lo que es lo mismo, más de 15 millones de coches viejos circulan a diario por ciudades y vías interurbanas. Y esto es así a pesar de que el riesgo de fallecer o sufrir una lesión grave es proporcional a la edad del vehículo. Comparado con un turismo de hasta 4 años de antigüedad, el riesgo de fallecimiento es 1,6 veces superior en turismos de 10 a 14 años, y 2,2 veces superior en los que tienen de 15 a 19 años.
Uno de los más importantes son los neumáticos, que al ser los únicos elementos en contacto directo con el asfalto deben estar en perfectas condiciones para garantizar la seguridad”
En todos los casos, pero sobretodo en los vehículos de más de 10 años, el correcto mantenimiento de todos los elementos de seguridad es esencial para combatir la siniestralidad. Uno de los más importantes son los neumáticos, que al ser los únicos elementos en contacto directo con el asfalto deben estar en perfectas condiciones para garantizar la seguridad.
Sin embargo, más de un millón de vehículos, un 5% del total aproximadamente, circulan con defectos graves en las ruedas: profanidad del dibujo inferior al límite legal (1,6 mm), alineación incorrecta, presión errónea…En segundo lugar, los grupos ópticos son fundamentales para circular de forma segura y se aconseja prestar especial atención a la utilización, el mantenimiento y la regulación de los faros.
El estado de los neumáticos repercute directamente en la seguridad
Las lámparas se deben sustituir cada 40.000 kilómetros o dos años, y siempre de dos en dos. La placa de la matrícula debe estar en buen estado, y también el parabrisas, ya que es una pieza fundamental que garantiza la resistencia estructural del coche e influye en la eficacia del airbag.
Por último, pero no menos importante, es necesario circular con la ITV pasada y con toda la documentación al día. Los fallos técnicos, sobretodo en coches de avanzada edad, son un denominador común en muchos accidentes de tráfico. Y cerca de un 19% de los coches que se someten a la inspección técnica no la superan en la primera. Esto supone que uno de cada cinco vehículos no circula en las condiciones técnicas adecuadas.
Los grupos ópticos son fundamentales para circular de forma segura y se aconseja prestar especial atención a la utilización, el mantenimiento y la regulación de los faros”
