El inicio de año es un buen momento para plantearse nuevos propósitos. Apuntarse al gimnasio, aprender un idioma, comer más sano o ahorrar dinero suelen estar entre los más habituales, aunque muchas veces se quedan en buenas intenciones por falta de tiempo o motivación. Solo cuando la necesidad de un cambio se vuelve urgente, es cuando realmente tomamos decisiones que pueden transformar nuestra rutina.
Una de las decisiones que, por ejemplo, podemos tomar si queremos ahorrar dinero y al mismo tiempo contribuir al cuidado del medio ambiente, es dejar el coche aparcado y optar por alternativas más sostenibles. El transporte público y la bicicleta asoman como opciones accesibles y efectivas que nos permiten reducir nuestros gastos de movilidad y, al mismo tiempo, mejorar nuestra calidad de vida.

Algunas ciudades, como Madrid, ofrecen a sus ciudadados un servicio de bicis eléctricas compartidas
Por lo que respecta a esta segunda opción, la posibilidad de moverse en bicicleta por las calles de nuestras ciudades se ha visto favorecida por el auge de los carriles-bici y otras infraestructuras que facilitan el tránsito seguro y cómodo. Más cómodo, si cabe, es el uso de la bicicleta eléctrica, que permite recorrer distancias más largas con mayor facilidad y sin el esfuerzo físico de una bici convencional, lo que la convierte en una opción aún más atractiva para quienes busquen una alternativa eficiente y sostenible al coche.
Aparcar el coche y optar por la bici eléctrica es un gesto que contribuye al cuidado del medio ambiente
No solo esto, sino que también proporciona un considerable ahorro económico en comparación con el uso del coche. Un estudio llevado a cabo por la web ebike.es estima que, al cambiar el coche por una bicicleta eléctrica, los usuarios pueden ahorrar hasta 4.000 euros anuales al eliminar los gastos asociados a la gasolina, mantenimiento y aparcamiento.
Combustible
Uno de los gastos ineludibles asociados a un coche es el combustible. Teniendo en cuenta que el 94,3% del parque español está formado por vehículos de gasolina y diésel, según datos proporcionados por la patronal de fabricantes Anfac, el coste de los carburantes se convierte en una carga constante para los conductores.

Las grandes ciudades están ampliando constantemente su red de carriles-bici
En España, el precio promedio de la gasolina ronda los 1,60 euros por litro, lo que significa que un conductor pueda llegar a gastar entre 1.500 y 2.000 euros al año solo en repostajes. En contraste, la carga de una ebike tiene un precio aproximado de 0,50 euros por ciclo.
Con un rango de autonomía que varía entre 60 y 100 kilómetros por carga, el ahorro anual en combustible al utilizar una bicicleta eléctrica frente a un coche convencional puede superar el 90%.
Mantenimiento
El mantenimiento de un automóvil es otro gasto importante que hay que tener en cuenta. Entre los cambios de aceite, las revisiones periódicas, los neumáticos y las posibles reparaciones imprevistas, los conductores pueden acabar gastando entre 500 y 1.000 euros al año.
El precio de las reparaciones, el mantenimiento, los impuestos y el aparcamiento de un coche no tienen nada que ver con los de una ebike
En cambio, los costes de mantenimiento de una bicicleta eléctrica son mucho más bajos. Cambiar las pastillas de freno o ajustar el sistema de transmisión son tareas simples y baratas. De media, el mantenimiento anual de una bici eléctrica oscila entre los 50 y los 150 euros, lo que supone un ahorro de hasta el 85% en comparación con un coche.

El mantenimiento de una bicleta es muy básico y económico
Además, con la bicicleta eléctrica se eliminan los gastos de la ITV y los impuestos asociados a los vehículos, lo que aumenta aún más el ahorro.
Aparcamiento
Otro gasto que se puede reducir al optar por una bicicleta eléctrica es el aparcamiento. En muchas ciudades, encontrar un lugar para aparcar el coche no suele ser fácil y la opción más habitual es pagar una plaza de parking, que suele rondar los 100 euros al mes. Esto se traduce en un gasto anual de hasta 1.200 euros solo por aparcar el coche.
En cambio, con una bicicleta eléctrica, el estacionamiento es mucho más flexible y gratuito, ya que se puede dejar en cualquier lugar habilitado , sin tener que preocuparnos por el coste o la disponibilidad de plazas.
Precio inicial
El coste inicial de comprar un vehículo es otra de las grandes diferencias. Mientras que un coche nuevo en España cuesta una media de 26.021 euros, según un estudio de Sumauto a partir de los datos de la Agencia Tributaria y el Instituto Nacional de Estadística (INE), una bicicleta eléctrica de gama alta tiene un precio que va de los 2.500 a los 4.000 euros. Esto significa que la inversión inicial puede ser hasta diez veces menor.
Además, muchas ciudades ofrecen incentivos fiscales o subvenciones que pueden rebajar aún más el precio de una bicicleta eléctrica, lo que hace que la opción sea aún más atractiva.