Coches

Probamos el BMW 520d Touring, un familiar diésel muy cómodo y eficiente para hacer viajes de más de 1.200 kilómetros

Análisis a fondo

Con etiqueta ECO, está propulsado por un motor con hibridación ligera que desarrolla una potencia de 197 CV

El frontal es una moderna interpretación de los característicos faros dobles y de la parrilla BMW 

El frontal es una moderna interpretación de los característicos faros dobles y de la parrilla BMW 

Francesc Pla

Ficha técnica

BMW 520d Touring

Motor: 4 cil. Diésel
Cilindrada: 1.995 cc
Potencia máxima: 197 CV
Cambio: Aut. 8 vel.
Tracción: Trasera
Aceleración 0-100 km/h: 7,5 segundos
Velocidad máxima: 220 km/h
Consumo combinado: 5,4 litros (WLTP)
Emisiones de CO2: 141 g/km (WLTP)
Etiqueta DGT: ECO
Largo/ancho/alto: 506/190/151 cm
Maletero: 570 litros
Depósito: 60 litros
Peso: 1.910 kg
Garantía: 3 años sin límite km
Precio: 65.050 euros
bmw.es

No es eléctrico y tampoco es un SUV. Y es diésel. Pero es un automóvil ideal para viajar en familia, un coche grande y espacioso con el que recorrer largas, larguísimas distancias sin estrés gracias a una autonomía que supera los 1.200 km. Así es el 520d Touring de BMW, la versión con carrocería familiar, que en su octava generación sigue siendo una referencia en calidad y comportamiento.

Muchos kilómetros de autonomía con un consumo medio real alrededor de los 6 litros 
Muchos kilómetros de autonomía con un consumo medio real alrededor de los 6 litros Francesc Pla

Este 520d Touring es, en efecto, un automóvil para conductores que disfruten de viajes de largo recorrido. Y, también, para usuarios que no que quieran saber nada de los eléctricos. Porque un vehículo de cinco metros de longitud, con un maletero de 570 litros, que consume una media de 5,4 litros cada 100 km debería ser considerado un automóvil eficiente desde un punto de vista energético. Queremos decir que la imposición del coche eléctrico en la Unión Europea, a nuestro entender, ha comportado la desaparición -y demonización- prematura de las mecánicas diésel. Motores como el del 520d que gozan además de una hibridación ligera que permite beneficiarse de las ventajas de la etiqueta ECO de la DGT.

Espacio para todos

Con 5,06 metros de largo, este familiar tiene un aspecto magnífico, con un diseño reconocible, principalmente por la forma de la parrilla delantera. El habitual capó alargado y un voladizo trasero considerable dan personalidad al diseño, que por otro lado no rompe ningún esquema. Es un familiar de concepto clásico y está bien que así sea.

La gran pantalla central de 14,9 pulgadas se controla con el mando redondo iDrive de la consola 
La gran pantalla central de 14,9 pulgadas se controla con el mando redondo iDrive de la consola Francesc Pla

Por otro lado, la distancia entre ejes de tres metros permite una excelente habitabilidad. Tanto, que hay espacio de sobra para que tres ocupantes viajen con comodidad en las plazas traseras. Eso sí, el asiento central tiene menor anchura y el respaldo esconde un práctico reposabrazos para que lo disfruten las dos plazas laterales. Y tiene el clásico túnel de transmisión de los automóviles con tracción trasera como este BMW. Las plazas traseras, además, cuentan con climatizador individual.

El maletero tiene 570 litros de capacidad, una cifra muy buena, y cuenta con un tapizado de excelente aspecto, como todos los materiales del interior del coche. Asimismo, la boca de carga queda situada en una posición baja, muy cómoda para colocar el equipaje, y hay unos prácticos tiradores para abatir los asientos traseros. También se incluye una toma de 12V, ganchos y red de separación.

La mayor abertura del maletero, combinada con un umbral bajo, facilita la colocación de grandes bultos 
La mayor abertura del maletero, combinada con un umbral bajo, facilita la colocación de grandes bultos Francesc Pla

El 520d Touring es la versión de acceso a la gama del Serie 5 Touring y emplea un motor diésel de cuatro cilindros de 197 CV con un equilibrio fenomenal. Tiene un magnífico rendimiento desde bajas revoluciones, es muy silencioso y resulta muy agradable de conducir. Los 197 CV y 400 Nm de par máximo permiten a este vehículo alemán alcanzar los 100 km/h en 7,5 segundos, con una velocidad punta de 220 km/h. Mucho más que suficiente. Y, la verdad, no hace falta más.

Pero, además, BMW lo dota de una hibridación ligera con un pequeño motor eléctrico de 11 CV y una batería de 48V que permiten la navegación a vela en determinados momentos. Es decir, el motor de combustión puede llegar a pararse para ahorrar combustible. En ese momento, aparece en la instrumentación un pequeño coche de color azul para indicarlo.

El túnel de transmisión limita el espacio del pasajero central trasero 
El túnel de transmisión limita el espacio del pasajero central trasero Francesc Pla

También disponemos de un modo Boost, manteniendo pulsada la leva izquierda, para obtener, durante 10 segundos, la máxima capacidad de respuesta. El cambio Steptronic de ocho velocidades, con levas, completa un conjunto realmente bueno. Y con un depósito de 60 litros tendremos una autonomía realmente interesante, superior a 1.200 km. Hay que tener en cuenta que llenar el depósito de 60 litros, a unos 1,4 euros el litro, cuesta 84 euros. Ciertamente, unas cifras muy interesantes.

Modos de conducción

Como buen BMW, el 520d Touring tiene un tacto de conducción muy conseguido. Es cómodo, ideal para viajar, pero también es eficaz en curva y eso que supera los cinco metros. Incluye, naturalmente, todas las ayudas electrónicas a la conducción. Algunas, se puedan desconectar fácilmente.

Tiene una línea de carrocería que no rompe esquemas, clásica y reconocible
Tiene una línea de carrocería que no rompe esquemas, clásica y reconocibleFrancesc Pla

Mención aparte merecen los modos o programas de conducción que BMW bautiza con nombres un tanto particulares: Personal, Sport, Efficient, Expressive, Relax, Digital Art y Silent. Con ellos, se modifica la respuesta del coche y el color y presentación de la instrumentación. El modo Sport es, sin duda, el que más cambia el carácter del 520d Touring.

Periodista especializado en motor y movilidad nacido en Molins de Rei. Trabajé en el departamento de prensa del RACC durante 10 años. Desde 1997 escribo en los suplementos de motor de La Vanguardia. Soy jurado de los Premios Moveo de La Vanguardia.