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Probamos el nuevo Vanquish Coupé: el Aston Martin más potente y rápido de la historia, con 835 CV y una velocidad punta de 345 km/h

Análisis a fondo

Con una descomunal fuerza de empuje (1.000 Nm de par motor), su bloque V12 de 5.2 litros twin turbo es capaz de propulsarlo de 0 a 100 km/h en 3,3 s

El chasis es de aluminio y la carrocería es en fibra de carbono íntegramente para mantener a raya su preso sobre la báscula, que se detiene en 1.910 kilos 

@cristobalarjonafoto

Ficha técnica

Aston Martin Vanquish Coupé

Motor: Gasolina V12 Twin Turbo
Cilindrada: 5.204cc
Potencia máxima: 835 CV a 6.500 rpm
Par motor: 1.000 Nm
Cambio: Aut. 8 vel.
Tracción: Trasera
Aceleración 0-100 km/h: 3,3 segundos
Velocidad máxima: 345 km/h
Consumo combinado: 13,7/100 km (WLTP)
Emisiones de CO2: 312 g/km
Etiqueta DGT: C
Largo/ancho/alto: 485/204/129 cm
Maletero: 248 litros
Peso: 1.910 kg
Garantía: 3 años
Precio: 400.000 euros (aprox.)
Astonmartin.com

Ejemplo –de los que ya no quedan– de nobleza automovilística y aristocracia mecánica, el Aston Martin Vanquish Coupé, con su excelso propulsor de 12 cilindros en V, encarna los valores tradicionales del prestigioso fabricante británico: exclusividad, elegancia, deportividad y rendimiento.

Futuro clásico para coleccionistas de la marca y objeto de deseo para los amantes de la conducción deportiva pura, el cupé de Gaydon agota los calificativos por su escultural belleza (una auténtica obra de arte con ruedas, se mire por donde se mire), su inmenso poderío dinámico y prestacional, y su codiciado y sofisticado posicionamiento, en la cúspide de los automóviles aspiracionales y “de ensueño”.

Onta discos carbonocerámicos, de 410 mm delante y 360 mm detrás, lo que supone un ahorro de 27 kg de masa suspendida respecto a unos de acero @cristobalarjonafoto

Con un precio de partida muy cercano a los 400.000 euros (392.487,39 euros en concreto para la unidad ensayada), el Vanquish juega en otra liga; no alcanza la categoría de hypercar, dado que su producción anual no es ultra exclusiva y está fijada en 1.000 unidades al año entre el Coupé y el Volante, pero sin duda supera muchas de las fronteras de los superdeportivos al uso.

Su motor, por ejemplo, es un cada vez menos común bloque V12 Aston Martin de desarrollo in house, con dos turbos y sin soluciones electrificadas, que desarrolla 835 CV y 1000 Nm de par motor. Con 5,2 litros, su máximo par lo entrega a solo 2.500 rpm –exactamente la mitad de las revoluciones que necesitaba su antecesor– y mantiene el pico de 1.000 Nm desde las 2.500 rpm hasta las 5.000 rpm.

El maletero tiene una capacidad de 248 litros @cristobalarjonafoto

Esto es una entrega de potencia extrema desde un régimen bajo y de forma sostenida hasta la zona roja, lo que se traduce en una sensación de empuje continuada brutal, con un efecto de “patada” descomunal. Tanto es así que estirar las marchas se convierte en un ejercicio de fe para el que se requiere templanza y determinación, pues la ganancia de velocidad es impresionante y parece no tener fin… Acelera de 0 a 100 en 3,3 segundos y alcanza una punta de 345 km/h. ¡Créanlo, este coche corre mucho... Pero mucho es mucho!

Rendimiento a otro nivel

El Vanquish no es, sin embargo, un animal rabioso de carácter inquieto ni una fiera indomable y nerviosa. Muy al contrario y a diferencia de otros superdeportivos italianos más fogosos e impulsivos, con un tono general más afilado debido a sus mecánicas V8 o V10, el inglés de doce cilindros es más como un Gran Turismo de altas prestaciones, un Super GT: noble y ‘sereno’, que se deja manejar sin protestar demasiado incluso a ritmos bajos en entornos urbanos, que demuestra “buenas maneras” siempre y que no resulta agresivo o brusco de reacciones.

La consola central más baja proporciona una sensación de mayor amplitud en el habitáculo, aunque la ubicación de la pantalla, demasiado abajo, no es la mejor @cristobalarjonafoto

La sonoridad mecánica de su V12 es más grave y tamizada, mientras que su potencial lo despliega de manera educadamente lineal, aunque no por ello de forma menos contundente. No nos confundamos, cuando se le buscan las cosquillas, sus 835 CV son demoledores y sobrecogedores, y su genio malicioso no tarda en manifestarse pero su apabullante fuerza bruta brota, no desborda. La dirección tiene un tacto exquisito y es muy precisa y adecuadamente comunicativa. Además, el volante es de anchura y diámetro perfectos, con una sección casi redonda ideal.

Por su parte, los inmensos frenos carbonocerámicos que se precisan para detener en tiempo y forma a semejante bestia tienen su cara y su cruz. A baja velocidad y en frío son de “todo o nada”, con poco al principio y demasiado después, y con evidentes chasquidos y chirridos por ciudad a baja velocidad. Ya calientes y por carretera brillan por su eficacia; modulables, con buen tacto, sobrado mordiente y la necesaria durabilidad y resistencia a la fatiga en caso de “abuso”.

El panel de instrumentación es digital @cristobalarjonafoto

En el lado de los contras, el sistema Apple Car Play Ultra, que permite disponer de una estructura informativa y gráfica “unificada” con la estética de la manzana, tanto en la pantalla de instrumentación como en la central de infoetretenimiento (Aston Martin ha sido el primer fabricante mundial en implementarla en sus coches) aún deja que desear, evidenciando fallos de conexión, retrasos y bloqueos temporales.

Y como sorpresa positiva, aunque es poco probable que sus propietarios lo utilicen como “daily”, el Vanquish permite un uso razonablemente funcional: su consumo es sorprendentemente contenido en caso de circular pausadamente a velocidades legales por autopista. En nuestra jornada de pruebas, de a penas unas horas para cubrir menos de 200 km, distancia que bastó para rebajar su nivel de llenado por debajo de la mitad del tanque, registramos una media en torno a los 12 litros, cuando homologa 13,7 a los 100 km.

La elegancia sofisticada del exterior se traslada también al interior, rematado con precisión y profusión de cuero de excelente calidad @cristobalarjonafoto

Además, resulta bastante cómodo, entrar y salir no es del todo terrible pese a ser muy bajo y dispone de cierto espacio de carga más o menos aprovechable, aunque no es tampoco nada del otro mundo (248 litros) para las dimensiones del vehículo –4,85 m de largo, 2,04 m de ancho sin retrovisores y 1,29 m de alto– y considerando que ya no es 2+2 y su espacio tras los asientos no está del todo bien aprovechado.

En suma, la experiencia exclusiva e inalcanzable de conducir, aunque solo sea durante una jornada, una joya tan sofisticada y exquisita como el Aston Martin Vanquish permite concluir que quien disponga de los recursos financieros como para adquirirlo lo disfrutará plenamente. Ahora bien, ¿Lo que ofrece justifica su precio? ¿Lo convierte en especialmente deseable? ¿Es el mejor candidato entre modelos similares? Aunque siempre es subjetivo, eso ya no estaría tan claro...

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