Si eres de una de esas personas que ha decidido dar el paso hacia un estilo de vida más comprometido con el medio ambiente al sustituir su antiguo cepillo por un cepillo de dientes ecológico, seguramente te interesará saber que existe la pasta de dientes sólida. Se trata de una alternativa al típico tubo de plástico que, una vez finalizado, acaba por convertirse en un desecho más. Como puede imaginarse, la pasta de diente sólida presenta este formato, ya sea como una sola pieza o en pastillas, y se almacena en recipientes elaborados con materiales reciclables, como son el cristal o el cartón. Además, los ingredientes generalmente suelen ser de origen natural y más sostenibles.
A efectos prácticos, ambos tipos de pasta dental cumplen la misma función, es decir, cuidar la higiene dental y mantener los dientes saludables y en el mejor estado posible. No obstante, el impacto que cada una de ellas tiene en el medio ambiente es diferente. Por lo tanto, para adoptar un estilo de vida en el que se reduzca la producción de desechos y se pretenda contribuir a la sostenibilidad, hacer uso de esta alternativa de pasta de diente sólida será una excelente opción.
¿Cuáles son los beneficios de usar pasta de dientes sólida?
El objetivo de la pasta de dientes sólida se basa en evitar generar más desechos plásticos y emplear ingredientes artificiales. Por ello, este formato suele elaborarse con componentes como el aceite de coco y de oliva, que cuentan con propiedades antibacterianas. También se emplea la arcilla blanca, el xilitol, el bicarbonato para limpiar los dientes y mantener las caries a raya. Incluso mentol, con el objetivo de ofrecer un aliento fresco. Todos estos ingredientes tienen en común que son naturales y biodegradables, por lo que su impacto en el medio ambiente será mínimo y libre de residuos tóxicos o microplásticos.
Por otro lado, el envase en el que se almacena la pasta de dientes sólida, fabricado con materiales reciclables como el vidrio o el cartón, contribuye a reducir esos desechos y, además, a favorecer un sistema de reciclaje efectivo. Al contrario que sucede con los tubos de plástico típicos, que dejan tras de sí una huella ecológica notoria, sobre todo a largo plazo. Además, estos son de un solo uso, al contrario que los envases reciclables, que también cuentan con la posibilidad de ser rellenados y reutilizados. Esto representa otro punto a favor para una economía de carácter circular, que resulte más sostenible y eficiente. Toda una serie de beneficios a favor de este formato más ecológico que merecen la pena para dar el paso y probar alternativas más amables con el medio ambiente.


