El voraz insecto que ingiere cuatro veces su peso en residuos orgánicos y los convierte en fertilizante sostenible
Biodiversidad
La larva de la mosca soldado negra sirve, además, como pienso para animales
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Las larvas de la mosca soldado negra se erige como una excelente aliada a la hora de gestionar los desechos orgánicos.
La gestión de los residuos orgánicos es un reto más que afrontar entre los muchos que atañen al cuidado del medio ambiente. Optimizar la gestión del suelo en el ámbito de la agricultura y la ganadería son también una prioridad.
Ambas pueden converger y encontrar un aliado común en las larvas de la mosca soldado negra. Este diminuto insecto destaca por poseer un gran apetito y por su capacidad de consumir materia orgánica y convertirla en biofertilizante rico en nutrientes, tal y como pone de relieve un reportaje de BBC.
El importante rol de la mosca soldado negra en la gestión de los residuos orgánicos
El uso de insectos para compostaje no es una práctica novedosa, siendo las lombrices las más populares en este sentido. Sin embargo, a lo largo y ancho del globo terráqueo cada vez son más los proyectos que exploran el potencial de las larvas de la mosca soldado negra para transformar desechos orgánicos en fertilizante sostenible.
Como ejemplos, véase Chapul Farms, en Oregón. Se trata de una granja que, entre otras acciones, promueve la incorporación de este insecto en la infraestructura agrícola y energética para combatir la pérdida de biodiversidad, tal y como recogen en su página web.
También cabe destacar un proyecto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Abiyán (Costa de Marfil). Este consiste en incentivar la reproducción de la mosca soldado negra para que sus larvas consuman los desperdicios orgánicos.
Para ello, relatan desde la FAO, colocan las larvas en estanques de hormigón llenos de frutas y hortalizas podridas, previamente pasadas por una trituradora. Después, se mezclan a mano con la basura orgánica, una tarea con notables beneficios para la reducción de residuos y el desarrollo de fertilizantes. Una vez que han crecido lo suficiente, las larvas se separan de sus excrementos, los cuales se emplean como abono, mientras que las propias larvas se secan a fin de usarlas como pienso para alimentar animales.
Sus excrementos proporcionan nutrientes esenciales para las plantas, aportando además mayor biodiversidad al suelo. Con todo, constituyen un fertilizante efectivo, barato y, por supuesto, más respetuoso con el medio ambiente en comparación con otros compuestos químicos o artificiales.
Pero no acaban aquí las bondades de la mosca soldado negra. Según subrayan en el Periódico de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), además de aprovechar la capacidad de estos insectos para descomponer materia orgánica, se investiga también su potencial para servir de alimento no solo para animales, sino también para humanos. Esto es debido a que, en su forma de larva, este insecto presenta un aporte de proteínas de entre un 38 y un 46 %, siendo una destacable fuente de nutrientes, afirman desde la UNAL.