Más que mugir: así se comunican entre sí las vacas
Mundo animal
Estos animales emiten vocalizaciones individuales y también se expresan mediante movimientos de las orejas
Los loros se comunican con dialectos y pueden ser bilingües
Las vacas tienen un lenguaje propio con diferentes vocalizaciones.
Bien es cierto que los animales no hablan –salvo casos excepcionales, como los loros– pero, aun así, tienen formas de comunicarse entre sí. Por ejemplo, los perros se sirven de los movimientos de la cola, así como de señales como los bostezos recurrentes o agachar la cabeza; mientras que los cetáceos también emiten señales acústicas a como su propio idioma.
Asimismo, resulta que las vacas también tienen un lenguaje que va más allá de los mugidos. Al parecer, el movimiento de las orejas, las inclinaciones del cuello e incluso las miradas de las vacas tienen un significado.
Comprendiendo el lenguaje de las vacas
La lingüista holandesa Leonie Cornips, del Instituto Meertens de Ámsterdam (Países Bajos), estudia la comunicación de vacas lecheras. Su equipo registra la frecuencia, duración e intensidad de diferentes sonidos que emiten estos animales de granja y, a raíz de los mismos, observan también el comportamiento e interacción asociado a cada sonido, tal y como recoge un reportaje de BBC.
Cornips ha llegado a la conclusión de que el entorno juega un papel crucial en la comunicación de las vacas. Como ejemplo, cita los golpes de algunos individuos contra una valla de hierro para avisar al resto de su manada de que había llegado el momento de comer.
También ha constatado que las vacas responden de diferente modo en función de si acceden a un establo de paredes cerradas o de laterales abiertos y esto, a ojos de la experta, es un tipo de lenguaje. Además, la especialista defiende la inteligencia de las vacas para comprender los ritmos de los granjeros y de la propia granja, adaptándose a la rutina diaria y su productividad. Tanto es así que ha analizado grabaciones que demuestran que las vacas simplifican su vocalización cuando el ganadero comprende su necesidad.
Otro estudio elaborado por expertos del Instituto de Ciencias del Bienestar Animal de la Universidad de Viena (Austria) constató que los movimientos de las orejas de las vacas son una forma de responder ante determinados estímulos, así como su modo de estirar el cuello, pues observaron que lo hacían como respuesta positiva ante caricias y palabras de afecto.
Por otro lado, el investigador de datos animales y profesor adjunto en la Facultad de Ciencias Animales de Virginia Tech James Chen también defiende que la vocalización es una de las principales formas de comunicación de las vacas, en declaraciones recogidas por News Virginia Tech. En concreto, su trabajo se centra en analizar este particular lenguaje para mejorar el bienestar animal y, con ello, reducir las emisiones de metano en la ganadería de precisión.
Para ello recopilan grabaciones de audio de las vacas y se sirven del aprendizaje automático de la inteligencia artificial para analizar e interpretar estas vocalizaciones, así como mugidos, mordisqueos y eructos, entre los cuales buscan señales de estrés o enfermedad, basándose para ello en muestras de cortisol en la saliva de las vacas.
Los movimientos de las orejas y otros gestos relacionados con el entorno son otros métodos de comunicación entre las vacas.
Otro estudio, publicado en la revista Nature, corroboró que las vacas tienen individualidad vocal cuando se comunican entre sí y esto varía en función de las relaciones sociales entre congéneres, por ejemplo, cuando una madre realiza una llamada a una cría.
Esto mismo se respalda en una investigación de Alexandra Green, estudiante de doctorado de la Universidad de Sydney en 2019, quien demostró que las vacas mantienen voces individuales en diferentes situaciones emocionales, pudiendo expresar entusiasmo, excitación, compromiso o angustia.