A estas alturas, ya somos de sobra conocedores de la importancia de reciclar, a fin de cuidar el medio ambiente con beneficios tales como reducir la huella de carbono y reutilizar materiales ya existentes, lo que ahorra recursos para la creación de nuevos materiales, como del agua y energía necesarios en dicha fabricación y transporte de nuevos productos.
En este sentido, los hogares españoles están muy concienciados acerca del reciclaje de residuos comunes, siendo el plástico el residuo que más se recicla en España, según datos de Ecoembes. Le siguen el papel y el cartón, mientras que la tercera posición la ostentan los envases metálicos y de madera.
Sin embargo, hay otros objetos que no tenemos tan claro cómo o dónde desecharlos de forma eficaz y responsable, como puede ser un disco de vinilo, un vaper o un imán. Estos últimos son los que aquí nos ocupan porque, al contrario de lo que muchos creen, no basta con tirarlos a la basura.
Cómo reciclar los imanes
Los imanes son un objeto presente en muchos hogares, sobre todo en la nevera para sostener desde fotos de recuerdo hasta la lista de la compra. Puede ocurrir que nos cansemos de ellos porque ya no nos gustan desde el punto de vista estético, o bien que se caigan al suelo y se rompan, momento en el que decidimos deshacernos de ellos.
Pero para hacerlo correctamente no hay que tirar un imán a la basura, sino que conviene reciclarlo como es debido. En este sentido, desde Ecoembes ponen de relieve que los imanes deben llevarse al Punto Limpio. Así, cada vez que se lleva un objeto al Punto Limpio o a su correspondiente contenedor, se ahorran energía y materias primas, al tiempo que se evita que estos elementos se acumulen en los vertederos.
¿Qué residuos hay que llevar al Punto Limpio?
Los Puntos Limpios son centros de aportación y almacenamiento de residuos, cuya gestión corresponde a la competencia municipal, tal y como recogen desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Estos tienen el objetivo de facilitar la gestión correcta de los desechos que no sabemos cómo reciclar en el día a día, pues sabemos que una caja de cartón ha de depositarse en el contenedor azul, pero no siempre tenemos tan claro el destino de otros objetos de los que queremos deshacernos, como un móvil viejo o un colchón.
Así, en estas instalaciones aceptan tres tipos de residuos. Por un lado, los residuos reciclables, como plástico, metales, vidrio… Otra clase son los residuos reutilizables o susceptibles de preparación para la reutilización, con ejemplos como ropa y calzado. Finalmente, en los Puntos Limpios también recogen residuos peligrosos, tales como disolventes y baterías.