Los extremos climáticos se invierten en Europa: lluvias en el sur; sequía en el centro y norte
Fenómenos extraños
El calentamiento global provoca un déficit de lluvias en zonas habitualmente húmedas (Europa central, Gran Bretaña y Escandinavia) y lluvias por encima de lo habitual en España, Portugal y zonas de Francia e Italia
Un barco sobre el lecho de grava en la orilla del lago Walchensee, en los Alpes de Baviera, debido al bajo nivel del agua
En Alemania nadie recuerda un comienzo de año tan seco como el de 2025. Según el Servicio Meteorológico Alemán, del 1 de febrero al 13 de abril, el país recibió sólo 40 litros de precipitación por metro cuadrado, la cantidad más baja desde que empezaron los registros en 1931. El mes pasado, el nivel del agua del río Rin, en Colonia, se midió en 1,54 metros, aproximadamente la mitad del nivel habitual para esa época. En España y Portugal, en la parte baja del mapa continental, pocos recuerdan un final de invierno y un inicio de primavera tan húmedos. Según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), las lluvias en marzo han sido hasta 300% superior a lo normal en algunas zonas de la península ibérica.
El vuelco de los extremos climáticos, con una sequía que se expande por el centro y norte y precipitaciones que no cesan en el sur, ha sido confirmado por el Centro Común de Investigación (JRC), el servicio de ciencia y conocimiento de la Comisión Europea. En el informe “Sequía en Europa en abril de 2025”, se detalla un marcado déficit de lluvias en zonas habitualmente húmedas (Europa central, Gran Bretaña y la península Escandinava) y lluvias muy por encima de lo habitual en regiones expuestas a la sequía (España, Portugal y zonas de Francia e Italia).
¿Por qué se han invertido los patrones de lluvia?
En el primer trimestre del año ha llovido más en el sur de Europa que en el norte
El motivo de este extraño fenómeno atmosférico es una “muy llamativa” persistencia de bloqueos anticiclónicos en el norte del continente, explica el meteorólogo Samuel Biener. “Cuando las altas presiones se posicionan por ahí, obliga a los descuelgues de aire frío en altura (vaguadas o danas) y a las borrascas a circular por latitudes muy bajas. Esto suele ocurrir, pero no con esta persistencia. Aquí está la clave”, subraya el experto.
La sospecha de muchos científicos es que el calentamiento de las latitudes altas del hemisferio norte, una consecuencia del cambio climático, está contribuyendo a esta anomalía, generando “eventos extremos”, situaciones secas muy prolongadas en algunas regiones, pero también lluvias muy intensas y persistentes, en otras. “Hay indicios, pero necesitamos seguir investigando”, sostiene Biener.
Respecto a las temperaturas, entre enero y marzo de 2025, la mayor parte de Europa experimentó temperaturas superiores a la media, según el informe de JRC. Las anomalías térmicas positivas afectaron principalmente a los Alpes, el norte de Escandinavia y el este y sureste de Europa, con anomalías superiores a 3 °C. En el oeste de Rusia, por ejemplo, se observaron picos de anomalías térmicas superiores a 5 °C.
Esta combinación de anomalías negativas de precipitación y aumento de los termómetros “aceleró la pérdida de agua del suelo debido al aumento de la evapotranspiración”. Los pronósticos para mayo y junio alertan de “condiciones más secas de lo normal” en el Reino Unido, Irlanda, el norte de Francia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, el norte de Alemania, Dinamarca, el sur de Escandinavia y toda la región del mar Báltico, mientras que se esperan “condiciones más húmedas de lo habitual” en la península ibérica, el centro de Italia, los Alpes orientales y Grecia.
El bajo caudal en los ríos del norte de Europa ya está afectando a la agricultura, los ecosistemas, la producción de energía y el transporte
Mapa actual de avisos por sequía: hay más problemas en el norte que el sur de Europa
“Es probable que los ríos sigan con niveles inusualmente bajos en muchas regiones de Europa durante mayo. Los niveles de agua podrían seguir descendiendo. En muchas zonas, el bajo caudal ya está afectando a la agricultura, los ecosistemas, la producción de energía y el transporte”, advierte este organismo de la Comisión Europea.
El temor es que la sequía en regiones que no están habituadas a un déficit hídrico derive en “consecuencias críticas” para los cultivos y la vegetación. Las cosechas “necesitan urgentemente más agua para mantener un buen potencial de rendimiento”, señala el documento.
En Alemania, que representa el 15% de la producción de cereales de la Unión Europea, la extensión de la capa superficial del suelo afectada por la sequía se ha ampliado en abril. “La lluvia en la primavera es la señal de inicio para la naturaleza. Si esta señal no se produce, los suelos, las plantas y los animales se estresan prematuramente, lo que tiene consecuencias para todo el período vegetativo y la biodiversidad”, lamenta Verena Graichen, directora de la Asociación Alemana para el Medio Ambiente y la Protección de la Naturaleza.