El ibis eremita, un ave amenazada, desapareció por completo de los países de la cuenca mediterránea durante más de 300 años. No fue hasta la década de 1990 cuando se fue recuperando la población en Europa hasta alcanzar los 2.000 ejemplares gracias a la crianza controlada en zoológicos de Austria, Alemania y Cádiz.
En Catalunya, el departamento de Territori, Habitatge i Transició Ecològica está impulsando, de la mano de la Fundación Alive, con sede en l'Escala, un proyecto para repoblar los Aiguamolls de l'Empordà con esta especie. Se podrían liberar los primeros ejemplares criados en la zona el próximo año.
En Catalunya hay un proyecto para repoblar los Aiguamolls de l'Empordà con este pájaro
Para proteger esta especie, evitando muertes por electrocución durante los desplazamientos que realizan cada año desde Austria hasta la zona de Janda, en Cádiz, donde vive una comunidad sedentaria, la compañía Endesa ha adaptado cuarenta torres eléctricas del Alt Empordà.
Los operarios han colocado dispositivos de protección de avifauna en soportes ubicados en Peralada y Pau, en el Parc Natural dels Aiguamolls de l'Empordà. Una zona que es lugar de paso para estas aves en su ruta migratoria entre Austria y Andalucía.
El objetivo, sin embargo, es reforzar la población en este territorio, estableciendo en el Empordà “una población viable y autosostenible”. La Fundación Alive colocará un aviario de aclimatación en el parque, donde se realizará la cría y se liberarán los pájaros de forma progresiva.

Los ejemplares adultos de ibis eremita tienen la cabeza calva y de un tono rojizo.
Los trabajos de adaptación de las torres por parte de los operarios de Endesa empezaron en abril y está previsto que finalicen en mayo. En total, la compañía invertirá unos 100.000 euros para minimizar el riesgo de electrocución.
Los dispositivos aislantes reducen ese riesgo. En el caso del ibis eremita, se protegen los cables con un forro de tres metros de longitud y más allá de lo habitual para prevenir cualquier tipo de riesgo, ya que vuelan en grupo y reposan sobre las torres eléctricas de forma compacta.
La medida, explica la empresa, beneficiará también a otras muchas especies presentes en la zona como la cigüeña blanca, aves rapaces, garzas u otros pájaros de gran envergadura que nidifican, invernan o migran a los Aiguamolls de l'Empordà.
En esta zona hay dos tipos distintas de ibis. Por una parte, existe el capón real, un pájaro de unos 700 gramos de peso que habita en grupo de más de un centenar de ejemplares en los Aiguamolls y arrozales de la comarca. La otra especie es el ibis eremita, un pájaro muy raro y amenazado, de mayor tamaño que el capón real. Los ejemplares adultos se caracterizan por tener la cabeza calva y de un tono rojizo, mientras que los jóvenes lo tienen plumado hasta el segundo año de vida.
El objetivo de la medida es minimizar el riesgo de electrocución de unas aves que en su ruta migratoria entre Austria y Andalucía pasan por el Empordà
El ibis eremita llegó a ser una de las especies más amenazadas del planeta. Con solo 220 individuos, ocupó durante años una posición crítica en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) que la consideraba un tipo de ave “críticamente amenazada”.
Posteriormente, su población se recuperó hasta los 900 ejemplares y, gracias a dos proyectos de reintroducción europeos, avanzó en el año 2018 posiciones en esta escala de aves amenazadas por la UICN.