La Calzada del Gigante, el milagro geológico irlandés que ya no quiere más monedas de turistas

Turismo irresponsable

La costumbre reciente de insertar monedas en las rendijas de las piedras acelera la corrosión del monumento natural de Irlanda del Norte

La Calzada del Gigante, el milagro geológico irlandés que ya no quiere más monedas de turistas
Video

Así es la Calzada del Gigante en Irlanda: un monumento geológico amenazado ahora por las monedas del los turistas

Una de las maravillas geológicas del mundo es, con un margen estrecho para la duda, la Calzada del Gigante. Ubicada en la costa norte de Irlanda del Norte, cerca de la localidad de Bushmills, en el condado de Antrim, se asienta sobre la costa del mar de Irlanda, dentro del área conocida como la Costa de la Calzada (Causeway Coast). Por si la realidad no fuera suficiente, en 1986 la Calzada del Gigante fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. También es una Reserva Natural Nacional por su valor geológico y paisajístico.

La Calzada del Gigante está formada por más de 40.000 columnas hexagonales, en un paisaje imposible que generó, en el pasado, leyenda de gigantes y hadas. La mitología irlandesa atribuye al gigante Fionn mac Cumhaill su construcción, para pavimentar el camino que debía recorrer para enfrentarse al gigante escocés y pelirrojo Benandonner, al que derrotó (al menos, en una de las versiones del mito gaélico).

Los románticos completaron las leyendas de los antiguos con otros cuentos. Pero cuando nos llegó el turno a nosotros, los contemporáneos, comenzó una costumbre aparentemente inocua que ya se ha convertido en un problema. Por la necesidad de dejar impronta, los visitantes de la Calzada del Gigante —casi 700.000 al año, según datos locales— optaron por introducir monedas en las rendijas que quedan entre columna y columna. Quién lo empezó no es tanto el problema como cuántos lo han continuado.

Portada del disco 'Houses of the Holy'.

Portada del disco 'Houses of the Holy'.

Led Zeppelin

La corrosión expansiva

Un milagro geológico como la Calzada del Gigante es el resultado de un equilibrio exacto. Una erupción volcánica en el Paleoceno (entre 50 y 60 millones de años atrás), elevó magma de basalto a la superficie. Su enfriamiento paulatino generó las columnas geométricas, que quedaron al descubierto tras siglos y siglos de erosión marina.

Detalle de la corrosión y daños que causan las monedas.

Detalle de la corrosión y daños que causan las monedas.

National Trust

Al añadir a la mezcla el metal de las libras, dólares y euros que paulatinamente se han insertado en el paisaje, el equilibrio químico se ha alterado. Un portavoz del National Trust británico, Cliff Henry, explicaba en The Irish Times que, en contacto con el agua de mar y los vientos, “las monedas se oxidan y, en ese proceso, triplican su tamaño original”, dañando las columnas en las que se han insertado hasta el punto de fracturarlas. Además, el óxido del níquel, cobre y hierro que componen las monedas deja manchas sobre la piedra y alteran su resistencia.

Una restauración costosa

El National Trust contrató a un grupo de geólogos para que realizaran labores de restauración y limpieza en los diez puntos con más afectación por este fenómeno. La iniciativa fue un éxito, pese a un coste (casi 36.000 euros) que, evidentemente, la deterioradas y recuperadas monedas no cubre. “Estamos instando a la gente a que deje de hacer esto y a que no deje rastro alguno, para que esta maravilla natural siga siendo especial para las generaciones futuras”, concluye Cliff Henry.

Lee también

Aunque parezca un gesto pequeño —casi milimétrico, por el grosor de las monedas— el daño a largo plazo puede acabar con la inmensidad de la Calzada del Gigante. Y en España tenemos ejemplos: Canarias tuvo que prohibir el robo de rodolitos, las palomitas de maíz de la turísticamente bautizada como Pop Corn Beach de Fuerteventura al estimar, solo por los restos que se encontraban en el aeropuerto, que semanalmente desaparecían once kilos de corales y piedras. Y el Consell de Menorca calcula que, entre 2015 y 2023, se sustrajeron de Menorca 14 toneladas de piedras, fósiles y formaciones de arena.

El mito del gigante Fionn mac Cumhaill explica que nunca murió, que duerme escondido en algún lugar recóndito y que un día despertará para enfrentarse a los enemigos de Irlanda. Quizá cuente entre ellos al turismo que no respetó su obra si, al despertar, encuentra la Calzada del gigante deteriorada y rota.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...