La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha lanzado un aviso por las altas temperaturas, que desembocarán en la primera ola de calor de este verano a partir del sábado en casi toda la península.
Pero no es solo España: el aumento de las temperaturas en la península se produce cuando América del Norte, Europa y Asia experimentan temperaturas mucho más altas de lo normal esta semana, lo que provoca problemas de salud en los ciudadanos, y numerosos incendios. Además, varios países han advertido de sobrecargas en las redes eléctricas, por el uso de los aires acondicionados y la necesidad de parar los reactores nucleares, lo que aumenta la posibilidad de un aumento repentino de los precios de la energía en los tres continentes.
En Europa, las temperaturas han alcanzado los 40 °C en partes de España, Italia y Grecia. El calor abrasador que vive todo el Mediterráneo ha llevado a las autoridades a lanzar alertas de incendios, con varios fuegos importantes cerca de la ciudad de Bernalda, en Basilicata (Italia) y en la isla egea de Quíos (Grecia).
Pero incluso en el norte del continente las temperaturas son inusuales: en las zonas llanas de Suiza se registraron máximas de 35 °C el miércoles, mientras el punto de congelación alcanzó los 4.500 metros en los Alpes, justo por debajo de la altura del pico más alto del país. El calor, denuncian los ecologistas, está haciendo aparecer agujeros en los glaciares.
Pekín registró ayer máximas de 40 °C el martes y Japón de 32º. En Estados Unidos, el Servicio Meteorológico Nacional ha puesto en alerta a cerca de 127 millones de personas en la costa Este por la ola de calor: cincuenta ciudades han soto esta semana su récord de temperatura. En Nueva York, los termómetros rozaron los 38 grados, casi al nivel de los récords que se vivieron en 1966 y 1934, las dos únicas ocasiones en que se alcanzaron los 38º desde que empezaron las observaciones meteorológicas, en 1868.