Las 180 principales compañías emisoras de CO2 causan la mayor intensidad de las olas de calor

Crisis climática

Los científicos llegan a esta conclusión a partir del análisis de 213 olas de calor ocurridas en los siete continentes de la Tierra entre 2000 y 2023

Durante el período 2010-2019 la intensidad de estos episodios aumentó una media de 1,68ºC  respecto al período 1850-1900, con 0,47 °C atribuidos a las 14 principales fuentes de carbono y 0,38 °C para las otras 166.

Un campo de extracción de petróleo en Bakersfield, en California

Un campo de extracción de petróleo en Bakersfield, en California

PAUL EDMONDSON / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO / Europa Press

La percepción de que las olas de calor actuales superan a las de generaciones anteriores tiene respaldo científico, gracias a una nueva investigación de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich. El trabajo, aparecido en la revista Nature, documenta cómo el cambio climático inducido por el hombre ha aumentado la frecuencia y severidad de las olas de calor. Pero, además, y esto es lo más novedoso, los resultados indican que las emisiones de carbono de las 180 principales grandes empresas del sector petrolero y del cemento “contribuyeron aproximadamente a la mitad del aumento de la intensidad de las olas de calor desde la época preindustrial, y que esta contribución está aumentando”.

Los científicos llegan a esta conclusión a partir del análisis de 213 olas de calor ocurridas en los siete continentes de la Tierra entre 2000 y 2023, aunque admiten que África y Sudamérica estuvieron significativamente infrarrepresentadas debido a la falta de información.

Ya era conocido. Mediante diversos métodos, que las emisiones de combustibles fósiles son el principal impulsor del cambio climático. Ahora en este trabajo se profundiza en la idea de que además aumenta la probabilidad y la severidad de las olas de calor. “El cambio climático ha aumentado la probabilidad e intensidad de cada una de estas olas de calor, y la situación ha empeorado con el tiempo”, afirma el autor principal Yann Quilcaille, investigador postdoctoral en el grupo de investigación.

Pero en esta ocasión se profundiza en las responsabilidades. Según este trabajo, el calentamiento global multiplicó por 20 la probabilidad de que se produjeran olas de calor entre 2000 y 2009, y por 200 entre 2010 y 2019, en comparación con el período comprendido entre 1850 y 1900. Pero lo novedoso es el examen de quién contribuye a esta tendencia...

Calcularon la contribución de cada una de las principales empresas productoras de carbono

Los investigadores calcularon la contribución de cada una de las principales empresas productoras de carbono al cambio en la temperatura media global contabilizado las emisiones asociadas a toda la cadena de valor de sus productos (conforme a las normas de contabilidad e informes establecidas para las empresas).

Y una vez sabido la contribución de estas empresas al calentamiento global, y cómo este calentamiento afecta a las olas de calor, calcularon cuánto ha influido cada uno de estos focos emisores de carbono en cada ola de calor individual. “Para cada ola de calor, calculamos cómo el cambio climático afectó su intensidad y probabilidad”, explica Quilcaille.

La temperatura ha subido 1,3ºC

En consonancia con las estimaciones previas, estimaron que la temperatura media de la atmósfera aumentó en 1,30°C en 2023 con respecto al período 1850-1900.

Y de esta cantidad, 0,67°C se debieron a las emisiones del conjunto de las 180 principales fuentes de carbono y -dentro de este grupo- 0,33°C a las emisiones de las 14 principales fuentes de carbono. 

Por su parte, el aumento de los 0,63 °C no atribuidos se deben a otros actores (otras quemas de combustibles fósiles, actividades agrícolas y de uso de la tierra, procesos industriales…)

Las 14 principales focos emisores de carbono incluyen empresas de la antigua Unión Soviética, la República Popular China en el caso del carbón, Saudi Aramco, Gazprom, ExxonMobil, Chevron, la Compañía Nacional de Petróleo de Irán, BP, Shell, India en el caso del carbón, Pemex, CHN Energy y la República Popular China en el caso del cemento. 

Todas ellas representan el 30 % del total acumulado de emisiones de CO2 atribuidas al hombre, y aportan aproximadamente la misma cantidad que las otras 166 grandes empresas de carbón juntas (27 %). De estas, 33 grandes empresas tienen su sede en Estados Unidos, lo que representa el 10 % de las emisiones totales de CO2, mientras que otras 33 grandes empresas tienen su sede en China (12 % de las emisiones totales de CO2).

Así, aumentó la intensidad de las olas de calor

El estudio estimó que entre 2000 y 2009 (con relación al período 1850-1900) el cambio climático aumentó la intensidad media de las olas de calor en 1,36 °C, y que de esa suma, el 0,44 °C se atribuyen a las 14 principales fuentes de carbono y un 0,22 °C a las otras 166 restantes.

Esa influencia aumento durante el período 2010-2019 al impulsar un aumento de la intensidad de las olas de calor hasta los 1,68 °C, con 0,47 °C para las 14 principales fuentes de carbono y 0,38 °C para las otras 166.

 “Estos resultados muestran que las emisiones de las principales fuentes de carbono contribuyeron a aproximadamente la mitad del aumento de la intensidad de las olas de calor desde la era preindustrial, y que esta contribución está aumentando”, dice el estudio.

 ”Si bien las 14 mayores empresas de carbono son las que más han contribuido a la ocurrencia de olas de calor, las contribuciones de las empresas más pequeñas también desempeñan un papel significativo”, afirma Quilcaille. Incluso las emisiones de CO2 del más pequeño de los 180 gigantes del carbono, el productor de carbón ruso Elgaugol, son suficientes para causar 16 olas de calor, según los cálculos.

Las contribuciones individuales de cada uno de los 14 actores más importantes son suficientes para provocar más de 50 olas de calor que habrían sido casi imposibles sin el cambio climático.

Un método consolidado

El autor principal del estudio indica a este diario que para demostrar este resultado, se utilizó un método consolidado “en la ciencia de la atribución climática”. 

“Para cada ola de calor, verificamos cuándo y dónde ocurrió y verificamos año tras año la evolución de las temperaturas. Utilizamos modelos probabilísticos basados en observaciones y modelos climáticos para vincular el calentamiento global con la temperatura en la región y el período”.

Luego, añade, a partir de estos modelos, “deducimos la influencia del cambio climático en la intensidad y la probabilidad de cada ola de calor”. Este método se aplica a más de 200 olas de calor. “Demostramos que el cambio climático aumentó la intensidad y la probabilidad de todas ellas, y que esta influencia aumenta con el tiempo”, concluye.

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Los estudios anteriores se han centrado principalmente en las emisiones de las personas y los países. Pero esta vez el foco se ha puesto en los grandes emisores de carbono”, explica Quilcaille.

¿Y por qué los investigadores han calculado la contribución a las olas de calor de las grandes empresas si cada persona con recursos suficientes o adinerada  vuela en un avión de vacaciones, conduce un automóvil o dispone de energía en casa gracias a los hidrocarburos; y, por lo tanto, tiene una responsabilidad colectiva por las olas de calor? 

Quilcaille responde que empresas tienen una responsabilidad particular, afirma, ya que su negocio implica una huella de carbono muy alta. “Estas empresas y corporaciones también han perseguido principalmente sus intereses económicos, a pesar de que saben desde la década de 1980 que la quema de combustibles fósiles conducirá al calentamiento mundial.

Si bien cada uno de nosotros, ya sea como individuos, países o empresas, contribuimos al cambio climático, algunos actores tienen responsabilidades adicionales

Yann QuilcailleAutor principal,  Escuela Politécnica Federal de Zúrich

Según Quilcaille, estas entidades han protegido y continuado sus actividades comerciales utilizando la desinformación estratégica y actuando como un fuerte lobby. “Si bien cada uno de nosotros, ya sea como individuos, países o empresas, contribuimos al cambio climático, algunos actores tienen responsabilidades adicionales”, dice el investigador.

Con este estudio, el equipo de investigación se propuso llenar un vacío en el conocimiento científico mediante el uso de estudios de atribución para cubrir una gama más amplia de eventos extremos y conectarlos con actores específicos. Sin embargo, sus hallazgos también podrían servir como base para establecer la responsabilidad de las olas de calor cada vez más frecuentes y realizar los ajustes necesarios a la jurisprudencia. Los daños causados por las olas de calor también podrían evaluarse de forma más estricta según el principio de “quien contamina paga”. 

Esta investigación supone un paso importante hacia la rendición de cuentas

Friederike OttoProfesora de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres

“Esta investigación supone un paso importante hacia la rendición de cuentas. Demuestra una vez más que los peligrosos cambios en los fenómenos meteorológicos pueden estar directamente relacionados con las emisiones de las empresas de combustibles fósiles”, señala Friederike Otto, profesora de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres

“Muchas de estas grandes empresas sabían ya en la década de 1970 que la quema de combustibles fósiles estaba calentando el planeta. En lugar de cambiar sus modelos de negocio hacia las energías renovables, engañaron al público sobre los peligros de sus productos y presionaron a los gobiernos para que el mundo siguiera dependiendo de los combustibles fósiles”, añade.

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