La factura del clima extremo: España, el país de la UE con más pérdidas económicas este verano

Crisis climática

El análisis de los impactos de las olas de calor, sequías e inundaciones arroja una perdida económica en la UE de 43.000 millones de euros, sin contar incendios

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Imagen de un termómetro no oficial que marcaba 48ºC el 18 de agosto en Murcia, en plenaola de calor

Efe

España es el país europeo que ha sufrido este verano más pérdidas económicas ocasionadas por los sucesos meteorológicos extremos, según un estudio de la Universidad de Mannheim (Alemania) y economistas del Banco Central Europeo. Este trabajo calcula la factura de las olas de calor, las sequías y las inundaciones a corto y medio plazo. Una importante novedad de este estudio es que la valoración económica se refiere a los efectos sobre la producción y la pérdida de actividad económica, y no a contabilidad de los daños en los bienes o activos

Las pérdidas del clima extremo en los meses de junio a agosto por estos sucesos se han cifrado para España en 12.200 millones de euros, si bien la cadena de impactos indirectos hará que esta cantidad suba hasta los 34.800 millones en el año 2029, lo que supone aproximadamente el equivalente al 0,84% y el 2,4% respectivamente del Valor Agregado Bruto (VAB, índice utilizado para conformar el PIB pero sin descontar los impuestos indirectos).

En total, 96 regiones europeas experimentaron olas de calor, 195 sufrieron sequías y 53 se vieron afectadas por inundaciones. Y se estima que todo ello implicarán pérdidas globales en la UE de 42.674 millones de euros en 2025 y de 126.674 millones de euros para 2029, equivalentes al 0,26 % (2025) y el 0,78 % (2029) del VAB total de la UE.

 “Los fenómenos meteorológicos extremos tienen un impacto económico cada vez mayor en Europa. Y con el cambio climático continuo, es probable que estos impactos aumenten en las próximas décadas”, dicen los autores en sus conclusiones.

Los países del sur de Europa afrontan el mayor riesgo mientras que países como Bulgaria, Malta y Chipre sufren grandes pérdidas en relación con el tamaño de sus economías

En Italia, las pérdidas estimadas son de 11.857 millones de euros para 2025 y se prevé que alcancen los 34.233 millones de euros para 2029. Esto corresponde al 0,6 % y al 1,75 % de la producción económica de Italia en 2024 y 2029, respectivamente. En Francia, los daños ascienden a 10.100 millones y se proyectan en 33.900 millones de euros en 2029.

Los países del sur de Europa, como España, Italia, Portugal, Grecia y el sur de Francia, afrontan el mayor riesgo de olas de calor y sequías. Los países del norte y el centro del continente, como Dinamarca, Suecia y Alemania, registran daños menores; pero la frecuencia y la magnitud de los fenómenos meteorológicos extremos, especialmente las inundaciones, están aumentando en estas regiones. Y las economías más pequeñas, como Bulgaria, Malta y Chipre, son muy vulnerables y sufren grandes pérdidas en relación con el tamaño de sus economías. 

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Los efectos, también a medio plazo

La valoración se refiere a los efectos sobre la producción y no a los daños en los bienes o activos

Los resultados muestran cómo los fenómenos meteorológicos extremos pueden afectar a las economías no solo directamente, sino también a largo plazo. 

«Los verdaderos costes de los sucesos meteorológicos extremos se revelan lentamente, ya que estos fenómenos afectan a las vidas y los medios de subsistencia a través de una amplia gama de canales que van más allá del impacto inicial”, dice Sehrish Usman.

El nuevo análisis combina datos meteorológicos de junio a agosto de 2025 con indicadores (coeficientes) para sucesos extremos confeccionado en un estudio anterior de Usman publicado en la Revista Económica Europea. Con este enfoque, los autores obtienen estimaciones monetarias del impacto a corto y medio plazo en la actividad económica de las olas de calor, sequías e inundaciones ocurridas durante el verano meteorológico de 2025 en toda la UE.

De hecho, los sucesos meteorológicos causan pérdidas en la actividad económica de diferentes maneras: el calor reduce la productividad (por ejemplo, en la construcción y la hostelería); la sequía afecta principalmente a la producción agricultura; y las inundaciones causan daños directos a infraestructuras y edificios, así como pérdidas indirectas, como la interrupción de las cadenas de suministro.

”Cuando hablamos de pérdidas causadas por las olas de calor nos referimos a la merma de producción económica atribuible a las sorpresas de las olas de calor, lo cual puede atribuirse a la reducción de la productividad, las horas de trabajo y la producción en ámbitos sectoriales, especialmente la agricultura, la hostelería y el turismo”, explica a este diario la investigadora principal del trabajo.

Estimaciones conservadoras

Los autores enfatizan que sus estimaciones probablemente sean conservadoras, ya que no consideran los impactos combinados (por ejemplo, olas de calor y sequías simultáneas) ni incluyen otros peligros como los incendios forestales, que fueron considerables en julio y agosto de 2025, ni los daños causados por el granizo y el viento de las tormentas. 

“Sin embargo, dado que los incendios forestales son cada vez más comunes e intensos, es importante considerarlos en futuras investigaciones”, expone Sehrish Usman.

Los autores resaltan que, en cualquier caso, los costos macroeconómicos de las catástrofes del clima superan con creces las simples mediciones de daños y destrucción de los bienes que suelen compilar las reaseguradoras, y que solo cubren los daños a los activos físicos. 

En cambio, no incluyen, por ejemplo, la reducción de la productividad laboral, o las horas no trabajadas en la construcción y la hostelería debido a las olas de calor, ni los impactos indirectos como la pérdida de producción debido a fábricas dañadas, los costos humanos, los costos fiscales, el impacto en la inflación, los costos de adaptación y las repercusiones a través de los vínculos comerciales y de la cadena de suministro.

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