Barcelona, la tercera ciudad europea con más muertes a causa del cambio climático
Estudio del Imperial College
Entre junio y agosto el calentamiento debido a las actividades humanas ocasionó 630 fallecimientos en la capital catalana, el 80% de total por calor
Madrid fue la séptima ciudad europea con mayor número de muertes adicionales por calor causado por el cambio climático
Un joven se refresca en plena ola de calor en Barcelona
Barcelona fue este verano la tercera ciudad europea con mayor número de muertes adicionales (630) debidas a las altas temperaturas atribuidas al cambio climático. Alcanza la misma cifra que Atenas, y solo es superada en este ranking por Roma (con 835 muertes adicionales) y Milán (1.156).
En la capital catalana unas 786 personas murieron a causa de las temperaturas extremas entre junio y agosto, por lo que el cambio climático estuvo detrás del 80% de las muertes. Dicho de otra manera, si el sistema climático no se hubiera calentado por la quema de combustibles fósiles, se habrían producido unas 630 muertes menos.
Madrid fue la séptima ciudad europea con mayor número de muertes adicionales por calor causado por el cambio climático. En este caso, este fenómeno fue la causa de 387 muertes adicionales, lo que supone una cifra diez veces superior al de las muertes por exceso de calor no atribuibles al calentamiento (36).
Por su parte, Valencia y Zaragoza ocuparon la undécima y decimosexta posición entre las ciudades europeas con mayor número de muertes adicionales por calor causado por el cambio climático, con 173 y 120 fallecimientos, respectivamente. El cambio climático fue la causa responsable del 63% de las muertes en Sevilla o el 72% de Granada.
Un total de 850 ciudades a estudio
El análisis fue dirigido por investigadores del Imperial College London y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, quienes advierten que el resultado es solo una muestra del número de muertes relacionadas con el calor extremo, ya que las ciudades estudiadas representan alrededor del 30% de la población europea.
En el conjunto de las ciudades analizadas (850) el cambio climático exacerbó las altas temperaturas en verano y provocó 16.500 muertes adicionales. Dicho de otra manera, si el clima no se hubiera calentado por la quema de combustibles fósiles, habría unas 7.900 muertes menos, lo que significa que el cambio climático está detrás del 68% de fallecimientos.
La gran mayoría de las muertes relacionadas con el calor no se reportan. Las personas a menudo mueren por afecciones subyacentes, como problemas cardíacos, respiratorios o renales, que se agravan con las altas temperaturas, y el papel del calor rara vez se registra en los certificados de defunción.
“Puede que no parezca mucho, pero nuestro estudio demuestra que cambios en el calor estival de tan solo unos pocos grados pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte para miles de personas”, señala Clair Barnes, investigadora del Centro de Política Ambiental del Imperial College de Londres. ”Este es otro recordatorio de que el cambio climático no es un problema que podamos demorar para el futuro”, sentencia Barnes.
Cuanto más tarden los gobiernos en abandonar los combustibles fósiles y reducir las emisiones, más letal será el calor del verano, incluso con los esfuerzos por ser más resilientes a las temperaturas extremas, resalta Barnes.
“La cadena causal que va desde la quema de combustibles fósiles hasta el aumento del calor y la mortalidad es innegable. Si no hubiéramos seguido quemando combustibles fósiles durante las últimas décadas, la mayoría de las 16.500 personas que se estima que han fallecido en Europa este verano no habrían muerto”, destaca Friederike Otto, profesora de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres.
“Este estudio muestra por qué es tan urgente dejar de quemar petróleo, gas y carbón. Hoy en día, con solo 1,3 °C de calentamiento, miles de personas ya están muriendo a causa de fenómenos meteorológicos intensificados por el cambio climático. Pero este siglo estamos en camino de experimentar hasta 3 °C, lo que traería un calor estival más intenso y mucho más mortal a Europa”, añade esta climatóloga.
Este estudio muestra por qué es tan urgente dejar de quemar petróleo, gas y carbón
Las personas de 65 años o más representaron el 85 % de las muertes por exceso de calor, lo que pone de relieve que los veranos más calurosos serán cada vez más mortales para la población envejecida de Europa. “Si bien se necesitan políticas para proteger a las personas del calor, la forma más eficaz de evitar veranos más calurosos y mortales es abandonar rápidamente los combustibles fósiles”, señalan también los autores de este trabajo. “Las ciudades, nos enfrentamos a diario a la realidad de la crisis climática. Las zonas urbanas están en primera línea y las comunidades vulnerables son las que pagan el precio más alto”, dice el alcalde Barcelona, Jaume Collboni.
Cálcular las muertes
Para calcular cuántas muertes por exceso de calor estaban relacionadas con el cambio climático, los científicos analizaron las observaciones meteorológicas y los modelos climáticos para comprender cómo influía el cambio climático en las temperaturas diarias de cada ciudad. Descubrieron que el cambio climático (causado principalmente por la quema de combustibles fósiles y la deforestación) aumentaba las temperaturas en una media de 2,2 °C. A continuación, utilizaron estudios publicados sobre la relación entre el calor y el número de muertes diarias, independientemente de la causa, en dichas ciudades. Combinaron estas funciones de riesgo de mortalidad con los cambios en las temperaturas diarias para estimar las muertes por calor este verano y en un verano hipotético más fresco en que no se hubiera calentado 1,3 °C.