Activistas de WWF recrean en Madrid el aullido del lobo para denunciar la desprotección
La organización juzga que el lobo se está convirtiendo en el chivo expiatorio de los problemas del mundo rural
Estatua de un lobo aullando ubicada en la plaza Juan Goytisolo de Madrid.
Activistas de WWF España ha instalado en la plaza Juan Goytisolo de Madrid, cercana al Centro Reina Sofía, una escultura gigante de la cabeza de un lobo ibérico para denunciar la precaria situación a la que se enfrenta esta especie emblemática en nuestro país. La instalación tiene 2,5 metros de altura y 3 metros de base. Para WWF este gesto defiende que proteger al lobo no solo significa conservar la biodiversidad, sino también garantizar los importantes servicios que presta al medio rural y a toda la sociedad.
WWF juzga que el lobo se está convirtiendo en el chivo expiatorio de los problemas del mundo rural. La organización lamenta que, en pocos meses, se haya producido un retroceso en su protección, lo que socava los cimientos de la conservación de la naturaleza en España y Europa.
Según la organización, Asturias y Cantabria han “condenado a muerte” a un centenar de lobos en un año, de los cuales 21 ya han sido abatidos por el Gobierno cántabro. En La Rioja, la veda de la especie se abrirá el 1 de octubre, y cazar un lobo costará solo 1.298,67 euros.
WWF propone como alternativa reforzar las medidas de prevención de daños al ganado como vallas eléctricas o collares GPS
“Es intolerable e impropio de una sociedad avanzada que una especie como el lobo, con un papel ecológico insustituible, sea perseguida como una alimaña y vuelva a convertirse en un trofeo de caza”, ha asegurado el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo.
WWF propone como alternativa reforzar las medidas de prevención de daños al ganado —con ayudas para vallas eléctricas, mastines, la contratación de pastores o medidas innovadoras como los collares GPS—, que son el modo más eficaz de minimizar los ataques, además de asegurar compensaciones ágiles y justas en caso de que estos se produzcan.
“La ciencia nos dice con rotundidad que la situación del lobo en España sigue siendo muy delicada y desfavorable, según los propios datos de las comunidades autónomas. Los responsables políticos tienen que escuchar este clamor y comenzar a trabajar de una vez por todas por la recuperación de esta especie única”, finaliza Del Olmo.