Los arrecifes de coral de aguas cálidas han rebasado su punto de inflexión o de no retorno, expresiones que en Climatología se refieren a un umbral cuya superación comporta cambios rápidos, imprevisibles y a menudo irreversibles. Estas estructuras subacuáticas, de las que dependen casi mil millones de personas y una cuarta parte de toda la vida marina, están afrontando una mortalidad generalizada; y, a menos que se revierta el calentamiento global, se perderán. Así lo advierte el Informe Global sobre Puntos de Inflexión (Global Tipping Points 2025) que coordina la Universidad de Exeter (Gran Bretaña).
Es el primer ámbito del sistema terrestre en que se supera el punto de inflexión de entre la veintena que están siendo estudiados por físicos y climatólogos.
El segundo informe sobre los puntos de no retorno revela que los arrecifes de coral de aguas cálidas -millones de diminutos pólipos de coral que secretan carbonato de calcio para formar un esqueleto rígido- están superando su punto crítico. Sufren una mortalidad sin precedentes debido a repetidos episodios de blanqueamiento masivo. Si no se revierte el calentamiento global, se perderán, aunque pequeños refugios pueden sobrevivir y “deben protegerse”.
Un nivel térmico superado
Los climatólogos señalan que incrementos de temperatura de entre 1,5 °C y 2 °C (marcados como objetivos en el Acuerdo de París) probablemente conducirían a la superación de los puntos de no retorno. Y cuando un sistema climático rebasa determinado umbral, el shock repentino puede alterar permanentemente el funcionamiento del planeta.
En el caso de los arrecifes de coral, el problema es que el calentamiento global actual estimado ya ha alcanzado los 1,4 °C, con lo que superando su punto de inflexión térmica (estimado en un rango entre 1,2 °C y 1,5 °C).
Incluso si se estabilizara el aumento de temperaturas en 1,5 °C, “es prácticamente seguro” (con más del 99 % de probabilidades) que estos arrecifes sufran el temido vuelco. “Se perderán, a menos que la temperatura global vuelva a alcanzar un calentamiento de 1°C o inferior”, se señala. No obstante, fragmentos de arrecife pueden preservarse mediante medidas de conservación que minimicen otros factores que inciden, como la sobrepesca y la contaminación”.
“Que los arrecifes de coral de aguas cálidas estén superando su punto de inflexión térmica es una tragedia para la naturaleza y las personas que dependen de ellos para su alimentación e ingresos”, ha señalado Mike Barrett, asesor científico principal de WWF-Reino Unido y coautor del informe.
El informe añade que se necesita urgentemente evaluar los riesgos y el modo de gobernanza regional para afrontar la pérdida de los servicios ecológicos que brindan los arrecifes.
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Otros puntos de superación
En línea con el primer informe, de hace dos años, el nuevo documento alerta de que el planeta está al borde de superar nuevos puntos de no retorno: en este sentido, aborda el derretimiento irreversible de las capas de hielo polares, el colapso de las corrientes oceánicas clave y la muerte progresiva de la selva amazónica.
Los puntos de inflexión no están aislados, sino que están interconectados, por lo cual pueden dar lugar a un efecto en cadena o en cascada.
También se señala que la muerte generalizada de la selva amazónica debido a la combinación del cambio climático y deforestación puede desencadenarse con un aumento de temperatura inferior del rango estimado actualmente de 1,5 °C, “lo que pone de relieve la necesidad de tomar medidas urgentes”.
Más de cien millones de personas dependen de la Amazonía, que también podría experimentar, en sentido contrario, puntos de inflexión sociales positivos. Se activarían si se toman medidas en el campo de la gobernanza local para incluir a los pueblos indígenas, con un reconocimiento de los conocimientos tradicionales e inversiones específicas en conservación y restauración.
La corriente del Altático norte
Por otra parte, la corriente marina llamada Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés), de la que forma parte la corriente del Golfo que calienta las costas de Europa occidental, corre el riesgo de colapsar incluso con un calentamiento por debajo de 2 °C. El AMOC atempera las temperaturas en Europa occidental e influye en las condiciones de temperatura y humedad en todo el planeta.
El debilitamiento y/o colapso de esta corriente “podría dar lugar a inviernos mucho más rigurosos en el noroeste de Europa, interrumpiría los monzones de África Occidental e India, y reduciría la producción agrícola en gran parte del mundo, con importantes repercusiones para la seguridad alimentaria mundial”
Proceso de blanqueamiento de corales de acroporas, un género de corales, en Nueva Caledoniad
“Nos estamos acercando rápidamente a múltiples puntos de inflexión del sistema terrestre que podrían transformar nuestro mundo, con consecuencias devastadoras para las personas y la naturaleza. Esto exige una acción inmediata y sin precedentes por parte de los líderes y los responsables políticos de todo el mundo”, señala Tim Lenton, del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter.
Por otra parte, el informe hace hincapié en las acciones necesarias para favorecer los llamados “puntos de inflexión positivos”, palancas que pueden servir de “autopropulsión del cambio”, como la implantación de tecnologías verdes, que ofrecen “la única ruta creíble hacia un futuro seguro, justo y sostenible.
La acción positiva
No obstante, en los dos últimos años, se ha producido una aceleración global radical en algunas áreas y se han superado puntos de inflexión positivos en los campos de la energía solar fotovoltaica y eólica a nivel mundial, así como en la de los vehículos eléctricos, almacenamiento de baterías y bombas de calor en los principales mercados.
Pero son transiciones que “aún pueden acelerarse”. “Necesitamos hacer más, y actuar con mayor rapidez, para aprovechar las oportunidades que ofrecen los puntos de inflexión positivos”, añade Tim Lenton. “Al hacerlo, podemos reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y alejar al mundo de los puntos de inflexión catastróficos”.
El argumento de estos expertos es que una acción política coordinada en los “puntos de inflexión clave” puede desencadenar cascadas de inflexión positivas en los sectores que interactúan (por ejemplo, la energía, el transporte y la calefacción), para activar estos cambios
Una vez reemplazadas, se estima que es improbable que las tecnologías con grandes emisiones de carbono regresen, ya que “ las nuevas opciones son más económicas y mejores”.
Los puntos de inflexión positivos pueden ser una muleta para la naturaleza y la biodiversidad. Restaurar los ecosistemas puede ayudar a mejorar la salud global de espacios degradados, mientras que la difusión de patrones de consumo y de producción más racionales puede generar puntos de inflexión en las cadenas de suministro de alimentos y fibras que pongan fin a la deforestación y la transformación de ecosistemas.
Una amenaza diferente
El informe resalta que el carácter abrupto e irreversible de los puntos de inflexión supone una amenaza diferente a la de los otros desafíos ambientales, y que el procedimiento para la toma de decisiones políticas actuales no son adecuados para responder a ellos. La acción global, dicen, debe incluir una aceleración de la reducción de emisiones de carbono para minimizar el sobrecalentamiento. Los impactos que se prevén a causa de estos puntos deben ser considerados en las evaluaciones de los riesgos, las políticas de adaptación climática, en las acciones que se adopten para reparar las pérdidas y daños y los litigios en materia de derechos humanos. “El pensamiento político actual no suele tener en cuenta los puntos de inflexión. Estos presentan desafíos de gobernanza distintos en comparación con otros aspectos del cambio climático o el deterioro ambiental, lo que requiere tanto innovaciones en la gobernanza como reformas de las instituciones existentes”, señala Manjana Milkoreit, de la Universidad de Oslo.
En cascada
El primer informe Global Tipping Points, difundido hace dos años, ya alertó de que los puntos de inflexión de mayor riesgo son el colapso de grandes capas de hielo en Groenlandia y de la Antártida occidental, el deshielo generalizado del permafrost, la muerte de los arrecifes de coral en aguas cálidas y el colapso de la circulación atmosférica en el Atlántico Norte.
Los puntos de inflexión no están aislados, sino que están interconectados, por lo cual pueden dar lugar a un efecto en cadena o en cascada. Por ejemplo, el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia puede conducir a un cambio abrupto en la circulación oceánica del Atlántico cuya corriente calienta las aguas de las costas de Europa. Y esto, a su vez, puede influir sobre la oscilación sur de El Niño, uno de los patrones climáticos más poderosos del planeta.


