El reino animal está repleto de especies fascinantes, cada una de ellas con toda una serie de rasgos y singularidades que ha logrado impresionar a los científicos durante siglos. Entre los aspectos que más interés despiertan se encuentran los distintos métodos de reproducción en el mundo natural, sobre todo, aquellos menos comunes, como es el caso de la conocida como ‘reproducción virginal’. La partenogénesis consiste en un tipo de reproducción en el que se produce el desarrollo de un óvulo no fecundado, un concepto adoptado durante el siglo XX por el anatomista y zoólogo alemán Carl Theodor Ernst von Siebold, según recoge la Universidad de Oxford. Se trata de animales hembras que son capaces de reproducirse sin la intervención de un macho, aunque la prevalencia de este fenómeno en la naturaleza está limitada a una de cada mil especies, apunta la entidad. Además, las características de estas se ven considerablemente influidas a causa de esta particularidad.
Sin embargo, cabe especificar que, si bien la partenogénesis y la autofecundación presentan ciertos paralelismos, son diferentes, puesto que las hembras autofecundantes no están consideradas como partenogenéticas por la comunidad científica. ¿El motivo? En la autofecundación se requiere de la unión de gametos tanto femeninos como masculinos, para que así la reproducción sea posible. Pero este no es el caso de la partenogénesis, en la que el óvulo se desarrolla sin la intervención o fertilización de un espermatozoide. Sin embargo, este tipo de reproducción cuenta con una peculiaridad y es que, a menudo, se da lugar a especies que están compuestas únicamente por ejemplares hembras, tal y como señala Michael K. Skinner, del Centro de Biología Reproductiva de la Universidad de Washington, en ‘Encyclopedia of Reproduction’.
¿Qué tipo de especies se consideran partenogenéticas?
La partenogénesis es un tipo de reproducción muy particular y que se encuentra presente en algunas clases de especies animales muy específicas. Por ejemplo, no existen casos de mamíferos que sean capaces de desarrollar óvulos no fecundados de esta manera, lo mismo sucede con las aves, según la Universidad de Oxford. Aunque sí que se ha sometido a una partenogénesis artificial a conejos, cerdos, monos y ratones, que experimentaron un desarrollo anormal. El fenómeno de la partenogénesis natural está limitado a ciertos animales, cuyos patrones de evolución han sido calificados como “diversos y complejos”, en torno a los cuales todavía existen preguntas dentro de la comunidad científica.
Por el momento, la comunidad científica ha logrado identificar especies muy concretas que son capaces de reproducirse por medio de la partenogénesis. Entre ellas se encuentran los peces teleósteos y, en particular, tres casos de especies tiburones, varios lagartos, ranas, salamandras y un tipo de serpiente, según el zoólogo Michael K. Skinner.


